Durante la premiere de Oppenheimer, el elenco abandonó el recinto porque la huelga de actores se había convocado mientras estaban en la alfombra roja. Desde entonces, varias películas han retrasado sus estrenos a 2024 porque quieren contar con sus estrellas en la promoción, y el sindicato prohíbe que sus miembros participen en estas actividades durante el paro laboral.
Las directrices establecen que los actores no pueden hacer trabajo principal ante la cámara -incluyendo actuar, cantar, bailar y hacer acrobacias-, además del trabajo que no implique su aparición en pantalla, como el doblaje y la narración.
También se prohíben, entre otras cosas, las negociaciones de contratos, pruebas de casting, ensayos, asistencia a estrenos, entrevistas, galas de premios, festivales de cine o incluso promocionar proyectos en las redes sociales mientras la huelga esté en vigor. Tampoco pueden hablar en podcasts o convenciones sobre cualquier trabajo pasado, presente o futuro realizado bajo un contrato SAG-AFTRA.
El sindicato estableció normas estrictas sobre lo que sus miembros pueden y no pueden hacer mientras están en huelga desde el primer día. Sin embargo, la presencia de algunos actores de primera línea en el Festival de Venecia ha generado confusión. Y con justa razón.
Por qué pueden promocionar sus películas
Porque tienen una autorización especial del sindicato de actores debido a que las películas fueron producidas por compañías independientes y no por los grandes estudios. SAG-AFTRA está en huelga contra la Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP) de Hollywood. Los proyectos producidos y distribuidos por compañías que están fuera de ese grupo pueden conseguir acuerdos provisionales.
Ese permiso especial, como en el caso de algunas series y películas a las que se les ha dado una exención para retomar su rodaje, se otorga una vez la productora se compromete a aceptar los términos de la última propuesta que el sindicato presentó a los estudios en cuanto a salarios, prestaciones y mejoras laborales.
SAG-AFTRA hizo pública una declaración el domingo 27 de agosto, en la que amplía los parámetros del acuerdo, y permite a los actores promocionar proyectos independientes en Festivales como el de Venecia.
El comunicado aclara que estos actores no estarán cruzando la línea de piquete. "Asistir a festivales por trabajos no realizados por grandes estudios es un motivo de orgullo que permite a los ejecutivos de los estudios ver cómo prosperan estos proyectos independientes, mientras su avaricia y falta de respeto frenan sus propias producciones".
En virtud de este acuerdo, además, los actores se comprometen a visibilizar la huelga vigente durante sus intervenciones. Tal como hizo Adam Driver, protagonista de Ferrari, durante la rueda de prensa de la película de Michael Mann, en la que dejó uno de los titulares del Festival, y justifica su presencia frente al micrófono a pesar de estar en huelga.
"¿Cómo es posible que distribuidora pequeñas como Neon y STX International puedan cumplir las peticiones del sindicato incluso antes de las negociaciones pero para compañías grandes como Netflix y Amazon sea imposible?", se preguntó, lanzando un dardo a los estudios y mostrando su apoyo al sindicato SAG-AFTRA.
"Desde las líneas de piquete hasta los festivales de cine, los miembros de SAG-AFTRA están reforzando la posición negociadora del sindicato y demostrando solidaridad apoyando y promocionando sus producciones aprobadas en el Acuerdo Interino", dijo un responsable del sindicato de actores.
Qué actores estarán en el Festival de Venecia
Además de Driver, por la alfombra roja pasará Jessica Chastain, que protagoniza la película Memory, del director mexicano Michel Franco; y Mads Mikkelsen, por The Promise Land, una coproducción entre Dinamarca, Noruega y Alemania dirigida por Nikolaj Arcel.
También está prevista la asistencia de Jacob Elordi y Cailee Spaeny, protagonistas de Priscila, la última película de Sofia Coppola, en la que el actor de Euphoria interpreta a Elvis Presley, producida por Stage Film y distribuida por A24, que no forman parte de los grandes estudios.