"Le pidieron a la inteligencia artificial que hiciera mis versiones de los personajes de Disney", explica Tim Burton en una entrevista en the Independent. "No puedo describir la sensación que te produce. Me recordó a cuando otras culturas dicen: 'No me hagas una foto porque me estás robando el alma'".
El cineasta ha compartido su opinión sobre un artículo reciente del medio estadounidense BuzzFeed, en el que una periodista le pidió a una IA que "Burtonizara" los clásicos de animación de la compañía, y en el que pueden verse los resultados con imágenes de películas como Frozen, El rey león, La sirenita, 101 Dalmatas, Moana, Pocahontas o Mulán como si fueran creaciones del director de La novia cadáver.
A Burton le parece "inquietante" que una IA replique su estilo de animación y afirma que es muy consciente de que la inteligencia artificial representa quizás una amenaza mayor para la animación que para cualquier otra forma de arte.
Reconoce que algunas de las imágenes generadas eran "muy buenas", pero eso no significa que disfrutara de la experiencia de ver su propio arte clonado, copiado e imitado. "Lo que hace es como chuparte algo de dentro. Te quita algo del alma o de la psique. Es como si un robot te quitara tu humanidad, tu alma".
En negociación en la doble huelga
Uno de los temas clave en las negociaciones de las huelgas de actores y guionistas de los sindicatos SAG-AFTRA y WGA de Estados Unidos es la necesidad imperante de regular la inteligencia artificial Generativa (GAI), que puede, entre otras cosas, escribir guiones y duplicar digitalmente las imágenes de los actores.
El uso de modelos de IA por parte de los grandes estudios tiene un obstáculo legal de base, porque se entrenan con material publicado, gran parte del cual está protegido por derechos de autor. Esto, como han expresado varios expertos, las convierte en "máquinas de plagio", lo que podría derivar en múltiples demandas por uso indebido de material previamente registrado con copyright.
En cuanto a la imagen digital de los actores, la amenaza ya es real. Duncan Crabtree-Ireland, negociador jefe del sindicato, reveló en julio una de las polémicas propuestas de los estudios sobre el tema. "Quieren que los figurantes sean escaneados, cobrando el salario de un día, y que las empresas sean propietarias de su imagen para utilizarla por el resto de la eternidad, en cualquier proyecto que quieran, sin consentimiento y sin compensación". Una propuesta que fue comparada inmediatamente con el primer episodio de la última temporada de Black Mirror.
"Cuando tienes una combinación de Wall Street, codicia, tecnología y niños prodigio que no veo que ejemplifiquen una gran empatía, es un cóctel mortal, en mi opinión. Y no quiero que tengamos que beber más ese veneno", dijo en agosto Fran Drescher, presidenta de SAG-AFTRA. "Compensar y consentir", continuó. "Ese es el nombre del juego. No hay margen de maniobra. Hay que compensar y obtener el consentimiento, y punto".