Uno de los actores más comprometidos con su trabajo es Leonardo DiCaprio. Desde comer carne de animal cruda para el rodaje de El renacido o someterse a una transformación física extrema para interpretar a Howard Hughes en El aviador, DiCaprio es capaz de involucrarse en todos y cada uno de sus proyectos hasta el final y esto le ha llevado a convertirse en una gran estrella y a trabajar con los mejores cineastas de todos los tiempos.
Entre ellos está Clint Eastwood, que contó con él para interpretar al protagonista de J. Edgar (2011), un biopic sobre el que fue nombrado director general del FBI. Un papel que después el actor describiría como el "más difícil y desafiante" de su carrera.
Situada en el año 1924, la pelicula cuenta cómo, con sólo 29 años, J. Edgar Hoover (DiCaprio) fue nombrado director general del FBI para que reorganizara la institución. Obsesionado con detener a comunistas, gángsters, delincuentes y a cualquiera que fuera un peligro para la nación, Hoover ocupó el cargo hasta su muerte en 1972, sobreviviendo a siete presidentes, alguno de los cuales intentó inútilmente destituirlo. Los archivos que guardaba celosamente, llenos de secretos inconfesables de importantes personalidades, lo convirtieron en uno de los hombres más poderosos y temidos de la historia de los Estados Unidos.
Un rodaje desafiante
J. Edgar es un biopic muy inmersivo que explora la vida de este jefe del FBI, desvelando algunos detalles importantes sobre su historia que se conocían. John Edgar Hoover tenía una reputación basada en sus métodos poco ortodoxos para garantizar la seguridad de Estados Unidos, pero la película pone el foco más bien en el lado personal de J. Edgar, como por ejemplo, en la relación que tenía con su madre (Judi Dench) o en el romance que vivió con su compañero de trabajo Clyde (Armie Hammer).
Para prepararse para el papel, DiCaprio "investigó y se preparó mucho" para saber más sobre Hoover, y le sorprendió saber que su madre se convirtió en "una fuerza tan importante que impulsó sus decisiones políticas y su vida" y que fue quien "realmente le motivó a nivel profesional".
Recordando cómo fue el rodaje de la película, el actor también habló del estilo que de rodaje que tiene Eastwood, donde cada película es como un desafío. El cineasta es conocido por someter a su equipo a un ritmo alarmante y se sabe que, muy a menudo, se olvida de decir "corte" o "acción".
De hecho, el propio DiCaprio habló del rodaje de J. Edgar como un "subidón de adrenalina" y contó que a Eastwood "le gusta que las cosas sean espontáneas, dejando poco margen para el ensayo, para mantenerte alerta todo el rato". El actor también llegó a hablar sobre el plan de rodaje, contando que era estricto y que le obligó a ser consciente de quién era su personaje y cuáles eran sus motivaciones en todo momento. Sin embargo, esta exigencia dio su resultado y J. Edgar acabó siendo uno de los mejores filmes de Clint Eastwood.
De lo mejor de Clint Eastwood
Aunque no está al mismo nivel que las ganadoras del Oscar Sin perdón o Million Dollar Baby, J. Edgar es un drama histórico muy interesante y un gran largometraje de Clint Eastwood. Puede que se deba, en parte, a que escoge desentrañar al personaje, en lugar de ser un simple recordatorio de sus momentos más importantes.
En la película vemos cuáles eran sus inseguridades como hombre y qué fue lo que le impulsó a ser más agresivo en su trabajo. Hoover se ganó la reputación de ser cruel y despiadado, pero DiCaprio lo retrata como un hombre solitario que arrastró un enorme trauma y una soledad insostenibles.
Y todo ello desde la perspectiva de Hoover, algo que ayuda a comprender por qué actuaba de esa forma, y que también expone en cierto modo cómo su legado se terminó construyendo en base a mentiras y a la propaganda.
Es, sin duda, uno de los filmes más políticos y más críticos de Eastwood, y también uno de los imprescindibles de su filmografía.