Blanca Suárez rueda ya su nueva película. La actriz española, protagonista de la exitosa serie de Netflix Respira, está inmersa ya en un nuevo proyecto. Se trata de La huella del mal, la adaptación cinematográfica de la novela de Manuel Ríos San Martín que dirige él mismo.
La huella del mal es un thriller protagonizado por Blanca Suárez y Daniel Grao. Completan el reparto Aria Bedmar, Víctor Palmero, Cosimo Fusco, Daniel Horvath, Pablo Rivero, Fernando Cayo y Juanma Cifuentes. El proyecto es una producción de La Charito Films y Nadcon, con la participación de RTVE, Netflix y ZDF.
La película narra el hallazgo en el Centro de Arqueología Experimental (CAREX) del cuerpo de Eva Santos, una joven del pueblo de Atapuerca. El espeluznante crimen ritual recuerda a otro ocurrido hace seis años en la misma zona, por lo que se despiertan las sospechas: ¿Habrá regresado el 'asesino del yacimiento', que consiguió escapar hace seis años?
La película comenzó su rodaje a finales de agosto en el yacimiento burgalés de Atapuerca. Tras algo más de un mes, el equipo de la cinta protagonizada por Blanca Suárez se ha trasladado a Navarra, donde finalizará las grabaciones de la cinta.
Precisamente, uno de los pueblos medievales más bonitos de España se convirtió en set rodaje de la película por solo un día. Se trata de Olite, un municipio situado en Navarra. En concreto, se grabaron escenas en lugares emblemáticos de la ciudad navarra como la Rua Mayor, la cuesta de Santa María y la Plaza Carlos III.
Su castillo, una joya medieval única
Olite es uno de los pueblos medievales más bonitos de España. Situado en la zona media de Navarra, es conocido por su impresionante patrimonio histórico, su arquitectura gótica y su legado vitivinícola.
Las raíces de Olite se remontan a la época romana, aunque fue en la Edad Media cuando alcanzó su mayor esplendor. En el siglo XV, bajo el reinado de Carlos III el Noble, se convirtió en una de las principales sedes de la Corte del Reino de Navarra. El monarca ordenó la construcción del majestuoso Palacio Real de Olite, el cual transformó la ciudad en un importante centro político y cultural de la época.
Lo cierto es que el Palacio Real es la joya más preciada de Olite y uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica en Europa. Se construyó en fases y destaca por sus imponentes torres, jardines y galerías. El palacio fue diseñado como una residencia real y refleja el poder y la influencia del Reino de Navarra en su momento de mayor esplendor.
Además, dentro de la arquitectura de Olite destacan otros monumentos como la iglesia de Santa María la Real, de estilo gótico y ubicada junto al Palacio Real. Además, si visita la ciudad tampoco se puede perder la iglesia de San Pedro, cuya torre recuerda a la Giralda de Sevilla. Se trata de uno de los edificios más antiguos de Olite.
Olite es una auténtica joya que merece la pena visitar. Y es que conserva parte de sus antiguas murallas y torres, lo que le confiere un encanto medieval único. Desde lo alto de las torres es posible disfrutar de unas vistas maravillosas del pueblo y sus alrededores.
La magia que rodea a este municipio navarro se traslada a los eventos culturales que alberga. Este es el caso del Festival de Teatro Clásico de Olite, que se celebra cada verano en el patio del Palacio Real. En su Fiesta Medieval, el pueblo retrocede en el tiempo, recreando su época dorada con mercados, espectáculos y actividades tradicionales.
Uno de los aspectos que marcan la ciudad de Olite es su tradición vitivinícola, especialmente bajo la Denominación de Origen Navarra, famosa por sus vinos tintos, rosados y blancos. Los viñedos que rodean el pueblo ofrecen la oportunidad de practicar enoturismo, visitando las bodegas y realizando catas.
En cualquier caso, la belleza de Olite la ha convertido en una de las ciudades elegidas para rodajes tanto nacionales, como internacionales. Es el caso de la película Vampire Academy, la serie española Sin límites o la reciente La huella del mal.