Pocos directores pueden preparar, casi de forma simultánea, una adaptación de Peter Pan para Disney y una adaptación de un relato artúrico lleno de violencia producida por la ‘indie’ de moda, A24. Uno de los nombres que consiguen saltar de un proyecto a otro sin que se le caigan los anillos y dignificando todos ellos es David Lowery. El realizador despuntó con un western con ecos de Terrence Malick, En un lugar sin ley, y saltó a un live action entretenidísimo como Peter y el dragón. Era su posibilidad de saltar a las grandes producciones, pero Lowery se desmarcó y rodó una obra tan personal como A Ghost Story, una historia de amor y fantasmas íntima y diferente.
Este año, Lowery vuelve a encontrarse con dos películas radicalmente diferentes. La que llega ahora -El caballero verde, que se estrena directamente en Amazon Prime Video- es una revisión de un texto artúrico sobre un caballero medieval que se enfrenta a monstruos gigantes y leyendas, pero todo desde un estilo contemplativo y con una apuesta visual apabullante. Un filme que nació “de una primera idea que no era muy original, era la de un caballero, su caballo y un paisaje, una imagen clásica de aventura medieval”. En ese momento ya estaba metido en el proyecto de Peter Pan para Disney, pero “se retrasó y tuve tiempo para decirme, qué hago con esta imagen, y me puse a escribir este guion de bajo presupuesto sobre un caballero”. En su imaginación renació un libro leído en la universidad, El caballero verde, y ahí vio que había una historia que contar que, además “conectaba con los temas que me gusta tratar en mis películas”.
“Lo releí, me puse a escribir el guion y me salió una adaptación bastante fiel, pero luego me dije a mí mismo que eso no me lo iba a financiar nadie en mil años, porque era muy caro. Había sido divertido hacerlo, pero pensaba que nunca se haría, y finalmente se hizo, se hizo, además, muy rápido y de forma espontáneo, pero las películas que nacen así tienen una conexión especial”, cuenta Lowery a EL ESPAÑOL. Una película que, además, se rodó en el invierno real para aprovechar los paisajes y la luz, lo que le dio una emoción extra ya que si fallaban deberían esperar otro año para rodar.
Aunque desde fuera esos saltos de un proyecto a otros puedan sonar raros, para él “se reducen a su puedo involucrarme en el proyecto, sentirme identificado, y lo que me ayuda en esa decisión es saber si puedo escribir el guion por mí mismo”. “Ya sea Peter y el dragón o Peter Pan y Wendy, que son películas familiares para Disney y accesibles para una audiencia lo más grande posible, me acerco a ellas desde la página en blanco, y me tengo que encontrar a mí mismo en esas historias igual que lo hice en A ghost story, así que cuando escribo intento que sean personales para mí, que signifiquen algo para mí”, cuenta a EL ESPAÑOL.
“Por supuesto que Peter Pan y Wendy es diez veces más grande que El caballero verde, pero son muy similares, y de algo forma Peter Pan es más adulta que esta. De hecho, creo que es la primera película adulta que hago aunque sea para las familias. Estoy excitado por poder hacerla porque me permite jugar y probar cosas diferentes y hacer películas personales de diferentes escalas. Desde fuera puede parecer esquizofrénico, pero para mí una película lleva a la siguiente de una forma emocional y lógica, porque soy yo el que escribe el guion, y esa es la clave”, explica sobre su proceso creativo.
La película se vio afectada por la pandemia. Les pilló tras rodar todo, y aunque suene paradójico, Lowery cree que ese parón les vino bien: “Estuve montando, cuanto más tiempo pasas con una peli queda mejor. Siempre pienso, cuando veo mis películas, que ojalá pudiera haber pasado más tiempo con ella. El caballero verde estaba casi hecha cuando llegó la pandemia, pero no la habíamos entregado, así que pudimos seguir trabajando y creo que mejoró. Era una película más pequeña y creo que encontramos una oportunidad rara de hacer la película de la mejor forma posible”.
Desde fuera puede parecer esquizofrénico, pero para mí una película lleva a la siguiente de una forma emocional y lógica, porque soy yo el que escribe el guion
También afectó a su estreno. Sí llegó a salas en EEUU, pero no en España. Se pierde así parte de la efectividad de su apuesta visual. A pesar de ello, David Lowery no es pesimista y cree en dos modelos que deben convivir: “Me encanta el cine y ver las películas en pantalla grande. Personalmente es como quiero ver cualquier película, aunque esté en Netflix si puedo la veo en una sala. Pero en los primeros meses de pandemia, con los estrenos cancelados, me di cuenta que más importante que ver una película en pantalla grande era ver películas nuevas, así que ahora mismo, en un mundo donde no tenemos certeza de nada y la industria está cambiando, me parece bien que la gente las vea donde se sienten más confortables. Yo elegiré un cine, pero no me va a decepcionar alguien que elija lo contrario”.
Sin embargo sí hay algo que le preocupa de esta situación: “Lo que sí me decepciona es la idea de que la industria use la pandemia para cambiar las cosas para siempre. Mi esperanza es que vuelvan las salas. En EEUU lo han hecho, pero sí que creo que las ventanas deben cambiar, ser más flexibles. Pero los cines son importantes y se ha demostrado que las películas que estrenan el mismo día en cines y en plataformas como Disney+ o HBO Max han tenido peores resultados. Aunque sea 30 días, que nos den 30 días a la gente para poder verlas en cine antes de llegar a streaming, eso está bien y creo en esa flexibilidad para estas dos formas de ver cine”.
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