"Gracias y buenas noches". Cuatro minutos bastaron para que Midge se convirtiera en The Marvelous Mrs. Maisel. Cuando llegó el momento, y aunque solo le habían abierto una rendija, Midge supo que esa era su gran oportunidad. Abrió la puerta de par en par y se colocó bajo "el foco que la esperaba en el centro del escenario". Tal como lo había vaticinado Lenny Bruce, aunque en ese momento aún no lo supiéramos.
En la última entrega de la serie de Prime Video, Amy Sherman-Palladino incorporó flashforwards para enseñarnos vistazos del futuro de su protagonista y el resto de personajes. Gracias a ellos, desde el principio sabíamos que Midge había cumplido su gran sueño: ser famosa gracias a su talento en la comedia.
Comprobar que todos los sacrificios y rechazos habían valido para algo justificaba el viaje, pero no estaba segura de que al final resultara satisfactorio, porque teníamos acceso a algunos momentos concretos que esbozaban el mural, pero sin llegar a pintarlo de todo.
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Aunque este recurso nos dejaba con ganas de más al ver que muchas de las emocionantes aventuras y logros de Midge quedaban fuera de plano, en realidad, solo hacía falta que tuviéramos un poco de paciencia, porque nos habían reservado lo mejor para el final.
En el último episodio seguimos en tiempo real el día más importante de Midge y somos testigos del momento en el "da el paso y reclama su espacio". En otra época, se habría lanzado sin preguntar, pero esta vez sabía que había mucho en juego y decidió advertirle a Susie que iba a hacer algo que podría destruir la carrera de ambas. Susie también entendió que era ahora o nunca, así que le dio su aprobación de la forma que mejor sabe hacerlo, diciendo "Tetas arriba".
Fue emocionante ver a Midge dominando el escenario y haciendo reír al público, a sus compañeros guionistas y a Gordon Ford. Rachel Brosnahan estuvo más espectacular, carismática y divertida que nunca. Podíamos sentir la magia y la importancia del momento, algo a lo que también contribuyó el trabajo de dirección e iluminación que convirtieron la escena en un momento más íntimo que nos transportó por un instante a sus primeras actuaciones en el Gaslight.
Valió la pena la espera, porque ver cómo comenzó todo fue realmente emocionante. Tanto, que la serie podía haber acabado con la enorme sonrisa de Midge cuando Gordon Ford la presenta como "la magnífica, la mágica, la maravillosa Mrs. Maisel". Habría sido un final perfecto, pero la serie aún tenía un par de ases bajo la manga que hicieron que la despedida fuera más redonda.
El primero, la escena de Midge y Lenny Bruce, que está ubicada en el tiempo al final de la cuarta temporada. "Solo tienes que dar el paso y reclamarlo. Cuando lo hagas, todos sabrán quién eres", le dijo Lenny simulando leer el mensaje de una galleta de la fortuna, el mismo que Midge llevará consigo meses después en su gran noche.
Es una escena melancólica, porque el futuro de Lenny no será brillante y morirá de sobredosis en 1966 (el personaje está basado en una persona real), pero era necesario que la serie le rindiera un homenaje, porque es el padrino profesional de Midge.
Lenny fue el primer hombre que la respetó como cómica, que supo ver y valorar su talento, algo casi imposible en la época, y mucho más viniendo de una leyenda. Entender que fue él quien le dio la inspiración para conquistar su gran oportunidad, y que estuvo con ella en espíritu en la noche más importante de su vida cierra el círculo con un lazo precioso.
Pero la relación más importante de la serie siempre fue la amistad entre Midge y Susie.
Nunca habrían conseguido lo que consiguieron sin la otra. Conocerse les cambió la vida. En 2005 son absolutas leyendas y, aunque tienen vidas solitarias, y las separan miles de kilómetros, siempre pueden contar con que un día a la semana tienen una cita telefónica para ver juntas un episodio pregrabado de Jeopardy.
De alguna forma, con este episodio Amy Sherman-Palladino también le hace un homenaje a la televisión, el medio en el que ha hecho carrera. Gracias a un late night Midge consigue hacer realidad su sueño. Y gracias a un concurso televisivo, Midge y Susie pueden compartir una experiencia común a pesar de la distancia.
Midge no se casó con Philip Roth porque no la hacía reír. En los últimos segundos de la serie queda claro que encontró en Susie su alma gemela. Escuchar sus risas mientras la pantalla se funde a negro es el final perfecto.
'The Marvelous Mrs. Maisel' está disponible en Apple TV+.