Los amantes de las historias de espías tienen varios motivos de celebración. Apple TV+ estrenó el 1 de abril Slow Horses, la adaptación de la primera novela (Caballos muertos, Penguin) de la popular saga literaria de La Casa de la Ciénaga con la que el escritor Mick Harron ha mantenido vivo el espíritu del eterno John Le Carré. El escogido para interpretar al cínico Jackson Lamb no es otro que Gary Oldman, el inolvidable Smiley de la aclamada versión cinematográfica de El topo.
El veterano actor inglés interpreta a Jackson Lamb, el brillante pero irascible cabecilla de los espías que han acabado en La Casa de la Ciénaga, la denostada unidad del MI5 en la que acaban los trabajadores que han cometido graves errores en su carrera. En su primer papel protagonista en televisión desde que interpretara a Poncio Pilatos en una miniserie de 1999, Oldman está acompañado por un extraordinario elenco de actores británicos en el que destacan nombres como Kristin Scott-Thomas (El paciente inglés), Jack Lowden (Benediction), Olivia Cooke (Sound of Metal) y, en personajes esporádicos, Jonathan Pryce (Los dos papas) y Sophie Okonedo (Hotel Rwanda).
El ganador del Oscar por interpretar a Winston Churchill en El instante más oscuro se ha pasado a la televisión, como tantas otras grandes estrellas del cine, con un personaje que será comparado inevitablemente con Smiley, el introvertido héroe creado por le Carré. Oldman demuestra ser consciente de ello en su conversación con SERIES & MÁS sobre Slow Horses, el enésimo estreno de Apple TV+ que conquista a la crítica de todo el mundo.
“Creo que los dos tienen cerebros muy similares. Tanto Smiley como Lamb disfrutan de la partida de ajedrez que implica ser espía y de sus mecanismos de trabajo e investigación. Me imagino que en su juventud Jackson era una mezcla del Smiley que pasó sus primeros años de espía en Berlín y el carácter de Ricki Tarr [el personaje que descubre que puede haber un agente doble en El topo y que en la película interpreta Tom Hardy]”, explica el actor de 64 años.
“Jackson es lo que hubiera pasado si a Smiley le hubieran salido mal las cosas”, bromea el inglés. “En realidad son diferentes, sobre todo en sus orígenes. Smiley venía de la universidad y me imagino a Jackson Lamb como a alguien ligeramente por encima de la clase trabajadora que ha estudiado en una universidad pública. Pertenecen a estratos diferentes, pero comparten su inteligencia. Decían que Smiley era el hombre más brillante de Inglaterra y Jackson está acostumbrado a ser la persona más lista de la habitación”.
John Le Carré revolucionó el género del thriller del espionaje con sus historias de suspense y espionaje ambientadas en la época de la Guerra Fría. Para Oldman, el autor de la serie de La Casa de la Ciénaga es el heredero natural del escritor fallecido en 2020. Mick Harron tampoco evita las comparaciones. En un momento de Slow Horses vemos cómo Jackson saca su pasaporte y el nombre que aparece no es el suyo, sino un pseudónimo David Cornwell, el verdadero nombre del autor de novelas como El jardinero fiel, El sastre de Panamá y La chica del tambor.
“Creo que Mick ha hecho por las historias de espías lo mismo que Le Carré consiguió en su momento. No ha revolucionado la rueda, pero ha cogido un género que todos conocíamos y lo ha llenado de humor negro y cinismo”, reivindica Oldman. En su salto a la televisión, la adaptación ha corrido a cargo de Will Smith, un guionista que ya había demostrado su talento con el humor negro y el lado más miserable del ser humano con la hilarante Veep.
“Llevo años diciendo que se está haciendo televisión maravillosa. Lo he dicho una y otra vez: buena parte de los mejores trabajos de interpretación, dirección, fotografía, diseño de producción y de narrativa en general se están haciendo en series. Me encanta forman parte de una serie que tiene un punto de vista único de un código que hemos visto todos antes”. Para Oldman, Jackson Lamb es su primer papel importante en televisión desde que interpretara en Friends a un actor con tendencia a escupir que compartía rodaje con el personaje de Joey Tribbiani.
El londinense celebra las posibilidades narrativas que le permite desarrollar un personaje durante seis horas. “Ese fue el enfoque que me llamó la atención de hacer televisión. En el caso particular de esta serie tenemos una trama y unos giros potentes, pero ante todo es una historia de personajes. He disfrutado mucho con el viaje episodio a episodio de Jackson Lamb. Lo que pasa con las películas es que sueles tener dos horas para contar una historia y muchas veces tienes que eliminar todos esos detalles que enriquecen a los personajes. Aquí puedes soltarte la melena”.
Lo más parecido que ha hecho el actor a una serie de televisión de largo recorrido es la saga Harry Potter, en la que interpretaba al protector padrino del joven mago, Sirius Black. “La gente habla de grandes directores como Alfonso Cuarón, David Yates o Mike Newell, pero a veces nos olvidamos de que Chris Columbus el que sentó las bases de su adaptación al cine. Él construyó los cimientos y el resto jugó con las semillas que él había plantado. No creo que se le reconozca lo suficiente”.
En el caso de Slow Horses y La Casa de la Ciénaga, un veterano de la televisión británica como James Hawes ha sido el elegido para marcar el tono y el estilo de la serie de Apple TV+. “Creo que ha hecho un trabajo fantástico. Ojalá sigamos explorando los personajes en el futuro adaptando otros libros. Quizás vengan otros directores, pero él ha sido el que ha creado el molde”.
El futuro dirá si hay más aventuras de Jackson Lamb y su equipo en la pequeña pantalla. Lo que está garantizado por el momento es una segunda entrega de seis episodios que adaptará la novela Leones muertos y que cerrará el misterio planteado por la serie desde su estreno la pasada semana.
Los tres primeros episodios de 'Slow Horses' ya están disponibles en Apple TV+.
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