A veces no se termina de comprender del todo algún concepto en concreto hasta que no llega la persona o la explicación adecuada para nosotros. Por eso son tan bienvenidos documentales como Boys State, capaces de simplificar al máximo el sistema electoral en Estados Unidos y que al mismo tiempo funcionan como una propuesta muy entretenida e interesante.
La premisa es la siguiente: en un campamento de Texas, un grupo de adolescentes se reúne para crear un nuevo modelo de gobierno. Durante la semana que dura este programa, los cineastas Jesse Moss y Amanda McBaine nos muestran las crecientes tensiones que surgen entre ellos, en una carrera por hacerse con el mandato realmente fascinante.
A través de este documental, que ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance en 2020 y está disponible en Apple TV+, no solo se desgrana el funcionamiento del sistema democrático estadounidense, sino que también se refleja cómo es la compleja masculinidad que impregna a toda la sociedad -aunque especialmente en Estados Unidos-.
También se teje una red a partir de la división que generan las diferentes ideologías políticas y es muy interesante de ver cómo, a pesar de la desgana generalizada, el documental consigue hacer que germine en nosotros un poco de esperanza al final del camino.
Sobre Boys State se han dicho muchas cosas y la gran mayoría de ellas han sido positivas, haciendo coincidir a la crítica y al público. Por ejemplo, en la web de Roger Ebert se escribió que "muestra de forma vívida cómo la decencia se vuelve borrosa con la edad y el poder" y en Collider se dijo de la producción que "a través de sus cuatro adorables protagonistas, consigue ser un análisis hilarante y desquiciante sobre la política estadounidense".
De qué trata
El programa Boys State se ha implementado en Estados Unidos desde 1935 y cuenta entre su lista de participantes más emblemáticos con celebridades tales como Bill Clinton, Dick Cheney o Cory Booker.
De una manera similar al funcionamiento de las Naciones Unidas, el Texas Boys State es una simulación de los Estados Unidos en la que se reúne a 1.200 adolescentes, que se presentan para acceder a diferentes puestos en el gobierno y llevar a cabo diferentes funciones como, por ejemplo, aprobar leyes.
Dentro de este sistema, los candidatos se presentan a gobernador y hay principalmente dos partidos, los nacionalistas y los federalistas -a los que son asignados de forma aleatoria los jóvenes-. De ellos dependerá crear una plataforma, elegir un candidato a gobernador y después, al final de la semana, intentar ganar en las elecciones.
Concretamente, el documental se centra en cuatro chicos. El primero es Ben, un joven adicto a la política y ultraconservador que se define como admirador de Ronald Reagan; Steven, liberal y políticamente activo; Robert, muy carismático; y René, más experimentado.
A partir de aquí, vemos cómo hacen campaña y quiénes creen realmente que la política es un servicio a la ciudadanía y quiénes la ven más bien como un deporte muy competitivo. Todo ello en un largometraje formidable que puede ser una opción adecuada para ver antes de que se celebren las elecciones en Estados Unidos.