Los aniversarios siempre se le dieron bien a Frank Sinatra. Y el centenario de su nacimiento no iba a ser menos, aunque él ya no esté aquí para cantarlo. Francis Albert Sinatra (Hoboken, Nueva Jersey, 1915) falleció por una crisis cardiaca hace diecisiete años, en la primavera de 1998. El cantante de los cantantes tenía 82 años, cinco meses y dos días. Ahora, cuando se cumple un siglo de su natalicio, un nuevo disco recupera las grabaciones inéditas de la primera época de un artista esencial que, en el ecuador del siglo pasado, se convirtió en la voz de los sueños del ciudadano medio norteamericano.
El próximo 12 de diciembre están previstos homenajes y recordatorios en todo el planeta para celebrar el siglo de Frank Sinatra, de quien el día de su fallecimiento el por entonces presidente Bill Clinton reivindicó "su voz milagrosa, fuerte y sutil, ocurrente y nostálgica, callejera pero dulce" en el mensaje de pésame oficial de la Casa Blanca. Quizá se repita un gesto parecido de Barack Obama, otro rendido admirador del cantante, aunque justo es decir que las fiestas por el centenario de Frank Sinatra llevan ya unos cuantos meses.
En marzo, el Lincoln Center de Nueva York presentó la exposición antológica de fotografía Sinatra: An american icon, que luego viajó hasta el museo de los premios Grammy en Los Ángeles. En abril, la cadena HBO estrenó en televisión el documental Frank Sinatra: All or nothing at all, el festival de cine de Tribeca rescató sus mejores películas y luego, en julio, en Londres, se celebró el 65º aniversario del primer concierto en Inglaterra con un montaje de danza y orquesta sinfónica interpretando veinticuatro de sus canciones más conocidas.
También sonará la música por Frank Sinatra. El próximo 2 de diciembre, artistas como Tony Bennett, Garth Brooks, Alicia Keys y John Legend se reunirán en el teatro Wynn de Las Vegas, ciudad icónica para entender el fenómeno que Sinatra protagonizó durante sus seis largas décadas de carrera, para interpretar algunos de sus temas clásicos con los arreglos que para La Voz realizaron Quincy Jones, Don Costa o Nelson Riddle. Ya en julio, en el teatro Hollywood Bowl, el contrabajista y director Christian McBride encabezó al frente de la orquesta de Count Basie un concierto de homenaje en el que participaron los cantantes Carmen Bradford, Kurt Elling, José James, Seu Jorge y Luciana Souza.
Y para brindar, la más popular destilería de bourbon de Estados Unidos se ha sumado a esta fiesta de la nostalgia con la serie exclusiva Jack Daniel's Sinatra Century. Un trago de selección, "con caracter", extraído de cien barricas de roble que el famoso whisky hecho en Tennessee presenta como "brindis por un icono y una vida bien vivida". Cada botella del bourbon de Frank Sinatra incluye un disco con un recital en el casino Sands de Las Vegas en 1966 con Quincy Jones y la orquesta de Count Basie. Cada litro cuesta 470 euros y, como lema promocional, exprime aquella vieja boutade del cantante eterno: "Puede que vivas cien años y la última voz que escuches sea la mía".
Canciones legendarias
Sin tantos fuegos de artificio, el centenario de Frank Sinatra debería estar marcado por la música. Por sus canciones legendarias. Y mucho mejor si las que ahora suenan de nuevo vienen a ampliar su legado, ya sea por inéditas o poco conocidas. Es lo que ocurre con el nuevo álbum , una producción del Instituto Smithsonian y Sony Music que recupera veintiséis canciones interpretadas por Sinatra entre junio de 1942 y mayo de 1949.
En aquella primera época en las emisoras de radio, en grabaciones iniciales realizadas para la disquera CBS y al frente de conjuntos musicales apoyados por instituciones públicas e incluso directamente por las fuerzas armadas norteamericanas. "Pocos cantantes han impactado tan profundamente en la música americana como Frank Sinatra. En una carrera que abarca seis décadas y más de 1.200 canciones, perfeccionó ese modelo de cantante crooner que generaciones enteras de músicos han tratado de emular desde entonces", señala John Edward Hasse, autor del texto de presentación del disco y responsable también de dos artículos académicos sobre el primer siglo del jazz y las estancias de Duke Ellington en Francia desde 1933 escapando de la Gran Depresión.
El álbum Lost and Found: The Radio Years arranca con Frank Sinatra cantando a los veintiséis años Be careful, it's my heart acompañado por la orquesta de Tommy Dorsey. Esta actuación para la radio, inédita hasta la fecha, fue registrada el 7 de junio de 1942 en Bernardsville, un pueblo perdido de Nueva Jersey junto a la carretera nacional 202 que años más tarde fue refugio del millonario Aristóteles Onassis y su nueva esposa, la viuda de América Jacqueline Kennedy. Junto a Tommy Dorsey el cantante italo-americano vivió algunos de sus mejores momentos. Son años en los que Frank Sinatra aprendió muchos de los trucos del negocio. "¿Ves al chico que canta? Un día yo estaré sentado donde él está ahora", fanfarroneó con su esposa Nancy cuando vieron al grupo de Dorsey en 1937.
125 dólares
Con el trombonista de Pensilvania firmó su primer contrato por 125 dólares a la semana. Tres años después, en 1942, el salario de Sinatra había crecido hasta cifras de tres ceros gracias al éxito popular y al altavoz mediático. Esa temporada, la revista musical Billboard lo había designado mejor cantante masculino de 1941. La etapa fructífera de actuaciones en la radio junto a Dorsey, con el que luego acabaría peleado con mala manera (el propio Sinatra anunció la ruptura en un concierto en Indianápolis el 28 de agosto de 1942: nunca más volvieron a hablarse), aportó hasta una treintena de singles de éxito y temas como I'll never smile again, Everything happens to me, Our love affair, Take me o It's always you.
No obstante, la mayor parte del repertorio del nuevo álbum Lost and Found se nutre de los discos que Frank Sinatra produjo para el sello Columbia junto al arreglista de origen noruego Axel Stordahl. Entre otras, suenan como pan recién salido del horno Without a song, grabada con la orquesta de Stordahl en octubre de 1945; On the Atchinson Topeka and The Santa Fe, registrada el 19 de septiembre anterior, y Lover come back to me, de noviembre del mismo año. También un medley con piezas de Porgy and Bess grabado en 1946 y Empty saddles, colaboración con las Andrew Sisters fechada en el otoño de 1945.
Otro episodio excepcional fue su reunión con otro peso pesado de la música popular en América. El pianista Nat King Cole quizá no fue demasiado ponderado en su momento, y a la espera de una revisión como bien merece su obra versátil (en especial su incendiaria etapa en la Cuba antes de la Revolución junto a gigantes como Antonio María Romeu, Bebo Valdés y Omara Portuondo), el cantante de Alabama aparece con su trío apoyando a Sinatra en una versión de de I found a new baby registrada el 28 de noviembre de 1945.
Y para aquellos oyentes más versados, o maniáticos de la perfección como lo era el propio Sinatra (y de la higiene: su última esposa, Barbara, contó en 2011 que La Voz se duchaba hasta doce veces al día para sentirse "como recién salido de lavandería"), el disco Lost and Found culmina con una grabación del 1 de mayo de 1946 con Sinatra cantando dos piezas de Gershwin (Someone to watch over me) y Cole Porter (Why shouldn't I). Letra esta última que se antoja autorretrato del cantante de los cantantes: "¿Por qué no debo aprovechar cuando surge la oportunidad de un romance? Todos los debutantes dicen que es bueno, entonces, ¿por qué no debería aprovecharlo yo?".