Los 30º Premios Goya llegarán el próximo 6 de febrero con cierto protagonismo femenino, con las 12 nominaciones de La novia, de Paula Ortiz y las 9 de Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet. Aunque para algunos de los responsables de las películas nominadas, la paridad y la igualdad no han llegado aún del todo al cine español. “Estoy muy contenta por Paula Ortiz, es una curranta increíble, una apasionada del cine y la literatura y se merece esta nominación. Pero que solo haya una nominada en algunas candidaturas, como en guion, es una señal de que todavía nos queda mucho por andar”, explica Leticia Dolera, que opta por Requisitos para ser una persona normal a tres galardones, incluido el de dirección novel.
Dolera es una de las creadoras -actrices y actores, directores y productores- que, nada más conocerse las candidaturas, se acercaron a la Academia de Cine para atender a la prensa. “Estoy en estado de shock. Muy feliz”, cuenta Asier Etxeandia, coprotagonista de La novia y presentador de la lectura de nominados junto a Emma Suárez. “Estamos todo el equipo sobrepasados de la alegría”, aseguró Paula Ortiz. “Es una película artesanal, hecha con mucho esfuerzo y ya el habernos colado en las nominaciones es un premio. Recuperar la palabra poética de Lorca y que esa historia merezca la atención hoy, es muy importante para nosotros”, añadía la directora, que también reivindicó más presencia femenina en el cine español.
Filme complejo
El coproductor de Nadie quiere la noche, Andrés Santana, explicó junto a Javier Méndez que “es la película más complicada de todas las que hemos hecho. Nos ha llevado cinco años. Y las complicaciones a la hora de rodar, en Noruega, con la complejidad de una película de estas características”. Su directora, Isabel Coixet, no pudo pasar por la Academia. Tampoco el presidente de la entidad, Antonio Resines, al encontrarse rodando, una ausencia poco habitual en este acto.
Luchador y reivindicativo, aunque de su propia historia, Daniel Guzmán defendió las seis candidaturas de A cambio de nada junto a su protagonista, Miguel Herrán, nominado en el apartado de actor revelación. Rodar este filme autobiográfico en gran medida le ha llevado 6 años y muchos esfuerzos, además de apartarse durante ese tiempo de la actuación. “Ya no voy a pensar más en los premios. El estar aquí con vosotros... ya lo hemos conseguido”, explicaba el director.
Historias de perdedores
“Me interesan más las historias de los perdedores, generalmente. Hay un contenido mejor para reflexionar. Me pongo siempre en el lado del que no gana. Intento entender lo que siente”, explicó Guzmán. Este año, unas cuantas películas abordan de diferentes maneras el terreno de los más señalados por la adversidad: Techo y comida, A cambio de nada o Un día perfecto, entre otras.
“Lo he dejado todo siendo consciente de que el final del viaje podía no ser éste -explica Guzmán-. Es un riesgo mío que asumí. Si el resultado hubiera sido otro, también lo habría entendido”. Entre sus satisfacciones, ver a su propia abuela, Antonia Guzmán, que rodó con 88 años y ahora tiene 91, nominada como actriz revelación. “Fueron seis años de escritura. Seguí peleando, se me cayó la financiación durante tres… Pero seguí. Pensé: ¿ahora lo voy a dejar porque tres personas digan que no? ¿Ahora que tengo a mi abuela en esto? Y me dije que no, que había que seguir”.
Con tres nominaciones,Techo y comida está protagonizada por Natalia de Molina, convertida en una joven madre soltera y en paro. “Se sienten como muy merecidas”, explicó la actriz, con una aplaudida candidatura como protagonista femenina por este drama de desahucios y crisis. “Hace falta que se cuenten estas historias, que no nos olvidemos de que hay gente pasándolo mal… aunque esté yo tan contenta”.
Nora Navas está nominada por Felices 140, de Gracia Querejeta, en la misma categoría, actriz de reparto, que Marian Alvarez. “Es una película que significó mucho para mí. Y estar nominada con Marian más, no es una contrincante. Si me lo dan a mí, por lo menos, yo lo parto por la mitad”.