Los principales partidos políticos que han defendido en campaña su hoja de ruta para el futuro de España han explicado a este periódico cuáles serán las políticas culturales que llevarán a cabo en caso de llegar al Gobierno. PSOE, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida detallaron los planes para fomentar el desarrollo de las industrias culturales. Este periódico no ha podido preguntar por el programa y la legislatura del PP: el partido ha rechazado la entrevista con EL ESPAÑOL, en la que explicaría su visión de futuro para la cultura y su gestión en el Gobierno. El responsable de responderlas, José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura, ha evitado el brete. Hemos decidido publicar las preguntas que el PP no quiere responder.
Ha sido el máximo responsable de la política cultural de este país, después de José Ignacio Wert y de Cristóbal Montoro, ¿cuál es el balance que hace de su legislatura?
¿Que el Tribunal Supremo haya cuestionado la reforma del Gobierno de la Ley de Propiedad Intelectual y la deje vista para sentencia europea ha sido la peor noticia de estos cuatro años?
¿Por qué aprobaron la reforma de una ley que tendrá que ser reformada cuando la Unión Europea publique el marco legal de referencia en los próximos meses?
¿Qué vigencia tiene la reforma de una ley que no ha contado con el apoyo de ningún partido político, que ha sido criticada por el Consejo de Estado y que ha irritado a la industria cultural? ¿Por qué reformaron una ley con una disposición en la que se aclara que la reforma tiene una validez por un año y que una vez pasado ese plazo, vuelta a empezar?
¿Cómo pagará el Estado los casi 500 millones de euros -que reclaman las gestoras- si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirma la incompatibilidad con la directiva comunitaria de la fórmula que ha implantado su Ejecutivo para compensar a los titulares de los derechos con cargo a los presupuestos generales del Estado? ¿Sabe si algún otro responsable de cultura unificó en la protesta los intereses enfrentados del sector? ¿Valoró dimitir cuando lo pidieron en bloque?
¿Por qué cree que los autores han dicho no sentirse representados por su política cultural?
¿Cree que haber prometido una reforma de la Ley de Mecenazgo para reemplazar el modelo de subvenciones que han eliminado ayudó al malestar? ¿Por qué se posicionó al frente de esta reforma cuando era una norma que afectaba a tantos otros ministerios? ¿Cómo podría haber evitado el fracaso de la nueva Ley de Mecenazgo que su partido decidió no aprobar? Su meta era lograr desgravaciones similares al modelo francés, con un 60% en el impuesto de Sociedades y un 75% en el IRPF, pero no las ha conseguido. ¿Dónde cree que ha fallado?
Cuando escribió en la revista Letras Libres que "el poder necesita posicionarse con respecto a los efectos deseados e indeseados de la experiencia cultural", ¿en qué lugar cree que se ha posicionado su partido tras estos cuatro años? En enero de 2014 reconoció que la reforma de la Ley de Mecenazgo se demoraba “extraordinariamente” y que dejaba a nuestro país “en una anormalidad legal e institucional difícilmente explicable”. ¿Puede explicar por qué la legislatura se ha agotado y no se ha remediado esa anormalidad?
¿Le habría gustado trabajar en un Gobierno que invirtiera en Cultura el doble de lo que ha invertido estos cuatro años (0,2% y PSOE 0,4%)? ¿La anulación de la reforma fue una decisión de Hacienda? ¿Por qué ha insistido en el enfrentamiento con el Ministerio de Hacienda? ¿Cree que sus declaraciones en el Congreso de los Diputados han sido las más adecuadas para los beneficios del sector cultural? ¿Tiene cifras de cómo ha afectado en las empresas del sector haber anulado un modelo de financiación y cuatro años después seguir sin su reemplazo?
¿Cómo se llegó a la situación de mantener una deuda con el cine español en 2014 de 61 millones de euros correspondientes al pago de las obligaciones del Fondo de Protección para la Cinematografía correspondientes a 2011 y 2012? ¿Cree que es posible relanzar el cine español si no recibe las ayudas asignadas tres años antes?
¿Por qué no han mejorado los incentivos fiscales a la producción cinematográfica? El Fondo de Ayuda a la Cinematografía ha evolucionado de esta manera: 89,3 millones de euros de 2010, 76 millones de euros en 2011, 49 millones en 2012; 39,2 millones en 2013; 33,8 millones en 2014 y 36,6 de 2015. Aseguró que las deducciones fiscales compensarían la bajada presupuestaria destinada al cine, que los incentivos fiscales pasarían del 18% al 30%, pero finalmente no se movieron del 18%. ¿Cuál es el sentido de esta política de recortes, reducciones y de promesas que no se cumplen? ¿Cree que el sector del cine ha comprendido su gestión? Suele felicitarse sobre los éxitos del cine español. ¿Cree que el Gobierno ha tenido que ver en ellos?
El primer año de aplicación del IVA al 21%, en 2013, se perdió el 17,8% de espectadores y el 18,5% de recaudación en todas las actividades analizadas por el Anuario de la SGAE. En el cine se pasó de 110,7 millones de espectadores en 2009 a 76,7 en 2013, ¿cuáles son los planes para recuperar a todos esos espectadores que han abandonado las salas de cine?
Ni Hacienda ni Cultura han confirmado a este periódico que ambos ministerios hayan hablado para garantizar la bajada al 10% que prometió hace unos días. ¿Qué garantías tiene su promesa electoral, que no figura en el programa? ¿Lo ha consensuado con el equipo del ministro Montoro? ¿Es posible bajar al 10% el IVA y hacerlo homologable con el superreducido del 4% de los libros o debería subir, como impone UE, al 10% todo producto cultural?
Según la división del IVA que hizo el Gobierno, leer Esperando a Godot es cultura y se grava con un 4%, pero ver un montaje de la obra de Beckett o una versión de cine no lo es y se grava al 21%. ¿Puede explicar la diferencia sin tener en cuenta los intereses del gran grupo editorial beneficiado? El sector de las artes plásticas aseguró estar “atónito ante la falta de empatía y sensibilidad del Gobierno” cuando bajaron el IVA a los artistas, pero no a los galeristas, ¿cuál era la intención de esta medida, abaratar la obra de arte fomentando la venta sin intermediarios? ¿A quién benefició más esta medida: al sector o a los compradores?
¿Cree que la ayuda de 150.000 euros para fomentar la venta en las librerías es suficiente (en Francia para lo mismo invirtieron 4 millones de euros)? ¿Cuenta con algún proyecto para evitar que otras mil librerías cierren en el último año, como ocurrió en 2014? ¿Cuáles son los planes para el fomento de la lectura que no aparecen en el programa? ¿Cuánto debería invertir el Estado para satisfacer las necesidades de la población lectora que ha visto cómo las bibliotecas secaban sus estanterías de novedades? ¿Cómo se recuperarán los 200 millones de euros de inversión en la compra de libros para las bibliotecas que dejó de hacerse en 2008?
¿Por qué han recortado en más de un 40% desde 2011 las becas para la formación en el extranjero de los futuros gestores culturales españoles, en centros de prestigio como el Pompidou (París), la Fundación Serralves (Oporto), la National Gallery of Art (Washington) o la Tate Modern (Londres)? ¿Cuándo dejó de importar que el sector de las industrias culturales incrementase “su capacidad de generar empleo, mejorar su productividad y su competitividad nacional e internacional”? ¿Es posible “impulsar las industrias culturales” recortando casi un 15% la cantidad de las becas FormArte hasta dejarlas en 760 euros netos al mes?
¿Por qué no intervinieron en el expolio de la operación Canalejas, como se hizo en el Cabanyal, a pesar de que la obra fue paralizada por el propio Ayuntamiento que la permitió y a pesar de que la fiscalía estudia los indicios de destrucción del patrimonio histórico y cultural por parte de la empresa que compró los siete edificios?
¿Qué le parece la reforma de la Ley de Patrimonio del PP en la Comunidad de Madrid, declarada anticonstitucional en ocho de sus artículos? ¿Por qué conservación y protección del Patrimonio ha sido la partida más damnificada en los presupuestos que han diseñado para Cultura? ¿Por qué no ha reemplazado los vigilantes que apartó del Museo de América, y que le han obligado a cerrar la mitad del día, para abrir el Museo Nacional de Arqueología?
¿Por qué ha condicionado al Ejecutivo que gobierne dentro de diez años a comprar un fondo artístico que todavía no ha valorado de un empresario santanderino? ¿Por qué no conocemos cuáles son las condiciones que figuran en ese contrato? ¿Cómo es posible que se haya comprometido a comprarlo sin saber cuánto tiene que pagar por él?