Olviden las comparaciones de los pelos de Victoria Abril con Disco Stu, de Los Simpson, o con aquel jugador Valderrama colombiano que tan buena relación llegó a tener con Míchel. Olviden también que hubo quien salió a recibir su premio y leyó el discurso de agradecimiento directamente de su móvil. Cosas de la modernidad o de la pajarita de Pablo Iglesias que a alguno le nubló el juicio. Hubo de todo y para todos. Aquí lo mejor de lo mejor.
Buenas noches, compañeros titiriteros
Más allá del 'zasca' de Dani Rovira al ministro de Hacienda, el comentario político de la noche fue para Juan Diego Botto. El actor argentino, presentador del premio a la Mejor Dirección de Producción, saludó al público con una referencia a los dos titiriteros encarcelados en Madrid por la Audiencia Nacional por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo durante el carnaval de Tetuán, en Madrid. Una referencia aplaudida por Pablo Iglesias...
...y que no hizo mucha gracia a algún tuitero:
Gracias al taxista que me ha traído a la gala
Hija del productor Miguel Escolar y nieta de la celebre actriz Irene Gutiérrez Caba, Irene Escolar fue una de las protagonistas de la gala, y no por dejar sin premio a la abuela de Daniel Guzman. No, la ganadora del Goya a la Mejor Actriz Revelación por Un otoño sin Berlín revolucionó las redes por un discurso -bastante impostado, por cierto- en el que dio las gracias hasta al taxista que la llevó al Hotel Madrid Marriott Auditorium.
Clara Bilbao, acelerada
Llamenlo nervios, tensión o como prefieran, pero a Clara Bilbao, premio Goya al Mejor Vestuario por Nadie quiere la noche, sea lo que fuere le jugó una mala pasada. Aquí el discurso y un poco más abajo, un pequeño muestreo de lo que opinó el personal sobre su intervención (y conste que nos ahorramos los más bestias):
Recadito de Elvira Lindo a Isabel Preysler
Pero no todo fue política y criticar vestidos y discursos. Nooooo. También hubo quien encontró el momento perfecto para lanzar un dardo (en la palabra, claro). A Elvira Lindo la recordaremos por Manolito Gafotas, por sus columnas en El País y por decirle, eso sí, de forma muy elegante, a Isabel Preysler que los protagonistas estaban sobre las tablas y no en la grada. Y claro, la cara de Mario Vargas Llosa, a su lado, y de Antonio Muñoz Molina, junto a la Preysler en la grada...
"Madre mía, ¿esto es de verdad?"
No se lo esperaba ni ella, aunque el premio a la Mejor Actriz se lo llevó a Linares, donde no tendrá que ruborizarse por su acento -como Dani Rovira consiguió que sucediese en la gala con su chiste de la 'Desconexión Territorial'-. Con apenas 25 años, la protagonista de Techo y comida superó en la votación a una leyenda del cine europeo como Juliette Binoche, al glamour de hollywood de Penelope Cruz (Ma ma) y a Inma Cuesta, la gran favorita por La novia.
"Madre mía, ¿esto es de verdad? Me están pasando cosas como de película. Yo ya estaba contenta porque iba a ver en persona a Juliette Binoche y Tin Robbins...", dijo la actriz que consiguiera hace dos años el Goya a la Actriz Revelación por Vivir es fácil con los ojos cerrados, que dedicó una reverencia, literalmente, a sus tres rivales/compañeras, "porque el cine también gana cuando se le da más espacio a las mujeres".
Cubo de Rubik y musiquita
A Ricardo Darín, cuatro nominaciones, por fin un premio -además el de Actor Protagonista-, no le bastó con solucionar el famoso rompecabezas tridimensional en un tiempo récord. Como la cosa tenía que ver con el crono, él, pleno de felicidad rota ya su maldición, le sobraron segundos en su discurso para dejar una perla política -"Hagan algo por la cultura porque es lo único que tienen que hacer"- y un recadito para el regidor de la gala y sus decisiones sobre la musiquita que ponía fin al tiempo frente al micro de los galardonados: "Ya viene la musiquita, ya viene la musiquita... Dicho sea de paso, dudoso el criterio para poner la musiquita...".