¡Por fin! Saquen el champán y el confeti, Leonardo DiCaprio se ha llevado su ansiado Oscar al Mejor actor por El renacido. Cinco nominaciones ha necesitado para ganarlo. Ni sus papeles bajo las órdenes de Martin Scorsese habían convencido a la Academia, ha tenido que llegar el hombre de moda en Hollywood, Alejandro González Iñárritu, para que la industria se rinda a sus pies.
Durante años los académicos habían ignorado a DiCaprio, que ni siquiera fue candidato al premio por Titanic o Django Desencadenado. Su papel del trampero High Glass, y el infierno que tuvo que pasar para vengarse tras ser dado por muerto por sus compañeros ha sido uno de los más exigentes de su carrera.
El rodaje fue un infierno debido a la alta exigencia de Iñárritu, que les hizo bañarse en aguas heladas y estar horas y horas a la intemperie para poder rodar con luz natural. Nadie había sufrido tanto para conseguir la estatuilla, pero Leonardo DiCaprio ha tenido que ser atacado por un oso, cauterizarse una herida con pólvora, despeñarse por un barranco y resguardarse en el interior de un animal para tener su primer Oscar al Mejor actor.