Los premios tienen una función: hacer caja. Da igual que se llamen Globos de Oro, César, Bafta, Oscar o Goyas. Todos son una plataforma promocional para las películas premiadas. El filme que ellos consideran 'el mejor del año' obtiene la mejor campaña de publicidad posible y sin gastar un duro en anuncios de televisión y carteles para marquesinas. Si además el título agraciado no había tenido mucho éxito hasta ese momento mejor que mejor, ya que multiplicará sus ingresos de forma automática.
La última en sufrir el efecto post-premios ha sido Spotlight, la ganadora del Oscar a la Mejor película y al Mejor guion original, que este fin de semana, primero tras la ceremonia, ha aumentado un 600% su recaudación y se ha colado en el top 5 de las más taquilleras con más de medio millón de euros, datos tres veces superiores a los conseguidos por la vencedora en los Goya, Truman. Spotlight ya supera los 400.000 espectadores y roza los 3 millones de euros. Su distribuidora, EOne, había previsto esta mayor expectativa, por lo que había aumentado el número de salas hasta las 276, el número más alto desde su estreno y 137 más que hace siete días.
Es la película ganadora que más ha subido su recaudación tras recibir la estatuilla en la última década. Las dos últimas vencedoras, Birdman y 12 años de esclavitud, subieron un 179% y un 166% respectivamente.
Los datos de Spotlight dejan a los de Truman en pañales. La película de Cesc Gay también vivió un aumento considerable en su taquilla tras ser elegida por la Academia como la mejor obra española del año, pero lejos de las cifras de la americana. Subió un 220% y añadió 164.000 euros. A los españoles les interesa más la ganadora del Oscar que la del Goya, tres veces más según los números.
Truman no confió en su potencial después de alzar el 'cabezón' a la Mejor película y sólo aumentó 66 copias, lo que la colocó como la decimotercera película más vista. No sólo en datos absolutos gana la americana, también en media por copia. Spotlight supera los 1.800 euros por cada una de ellas, mientras que Truman se conformó con 1.047 para hacer un total de 3,5 millones de euros. El filme de Tom McCarthy todavía no ha superado esa cifra aunque se espera que lo haga en las próximas semanas mientras que no se hunda en la taquilla como le pasó a Truman, que se dejaba un 54% de público en su segundo asalto tras los Goya .
El caso de Truman no es una excepción, ya que ninguna de las últimas ocho ganadoras del premio del cine español se acercan a las cifras de Spotlight. De hecho ninguna de ellas llega a los 400.000 euros. Las que más subieron con el efecto post-premios fueron Pa negre (2011) y Vivir es fácil con los ojos cerrados (2014) que añadieron 395.583 y 327.035 euros respectivamente debido a que su carrera comercial hasta ese momento había sido muy pobre.
El año pasado La isla mínima se estrenó a finales de septiembre, pero los diez Goya le dieron una visibilidad extra que la hicieron sumar otros 320.000 euros. El filme que más aumentó su porcentaje de una semana para otra fue Blancanieves (2013), que subió un 508%, aunque en cifras absolutas eso se tradujo en sólo 94.598 euros y una media de poco más de 800 euros por sala.
En los últimos años los Goya suelen apostar por películas más pequeñas que tienen una segunda vida gracias a su victoria, como hace poco opinaba el actor Mario Casas. “Creo que los Académicos lo que hacen es potenciar películas que no han funcionado en taquilla y consiguen que vuelvan después de las nominaciones. Creo que se rigen por ese tipo de cosas”, contaba a este medio desde el rodaje de El bar, su nuevo filme junto a Álex de la Iglesia.
Spotlight ha demostrado que los premios suponen un empujón extra, pero también que hay que saber aprovecharlo, aumentar el número de salas y confiar en que el público responda. Sólo así se conseguirá que la ganadora de los Oscar no vuelva a dar un repaso a la de los Goya en la taquilla.