Nunca el nombre de una productora dijo tanto. 'Cacare Sanguis', así se llama la compañía que han creado Andreu Buenafuente y Berto Romero para levantar el proyecto que les ha juntado, por fin, en una película. Una expresión latina que traducida al castellano quiere decir 'Cagar sangre', un pequeño “homenaje al esfuerzo que supone crear cualquier cosa en este mundillo”, según explica Romero en la presentación de El pregón, que llega este viernes a las salas.
Atresmedia también participa en esta comedia dirigida por Dani de la Orden, que sigue a un dúo musical venido a menos (con mucho parecido a OBK) que regresa a su pueblo para dar el discurso de las fiestas. Más de dos años han tardado en dar forma a esta historia que cuenta con un guion de David Serrano y Diego San José, dos expertos del género. Tras saborear las dificultades que hay que sufrir para estrenar una película tuvieron claro el nombre de su productora. “Detrás de cada película hay actos de amor que duran años. Me guste pensar en eso, aunque luego el filme sea un churro”, explica el cómico a EL ESPAÑOL.
Después de verles desplegar su química en la televisión era cuestión de tiempo que dieran el salto a la pantalla grande. Para Buenafuente el problema ha sido de tiempo, aunque siempre haya tenido “deseos” de hacer cine. Berto Romero añade que del equilibrio entre la excesiva energía del presentador y de su punto “cerebral” ha salido el filme. Ni siquiera pasar semanas de rodaje juntos las 24 horas del día ha hecho que se tiren los trastos a la cabeza ni que surja la rivalidad entre ellos. “No ha habido pelea de divas ni lucha de egos”, aclara Romero.
Una película hecha a su medida, en la que pueden desbordar su talento para el humor, para lo que necesitaban una “comedia, comedia”. “Nos advirtieron de que tuviéramos cuidado con el factor de la primera película, que es que quieres hacerlo todo. Quieres que sea comedia, pero que tenga un poco de drama y que sea personal… Fue un buen consejo y hemos eliminado cualquier atisbo de pretensión de que sea 'de culto' o 'indie'. Esto es comedia comercial a tope”, explica Buenafuente.
Queremos ponerle puertas a la comedia, cuando tiene tantos colores. Sólo hay que mirar un grupo de whatsapp para ver cómo es España
El pregón se ríe de las costumbres de los pueblos. Algunas de ellas ya eliminadas y cercanas al salvajismo, como tirar las cabras desde los campanarios. Pone nuestros hábitos en el foco de la comedia, sacando a relucir el tema de moda en los últimos meses: los límites del humor. “Los límites te los marcas tú mismo, con tu estilo y tu forma de ser. Vivimos una época de excesivo control y autocontrol, se nos ha ido la mano. Queremos ponerle puertas a la comedia, cuando tiene tantos colores: la negra la escatológica... Sólo hay que mirar un grupo de Whatsapp para ver cómo es España”, opina el presentador de Late Motiv.
Berto se muestra algo cansado del tema, y cree que este asunto se está usando para desviar la atención de otras “cosas más importantes”. “La gente se ofende tanto que no me extrañaría que el sector de la robótica se ofendiera por cómo se le trata en Iron Man. Estamos en un punto ridículo, nos estamos dando cuenta de que es patético este tema de decir: 'Ohh me ofendo, ha salido un calvo en la peli pero no todos los calvos somos así de malos…'. Nos estamos hasta cansando de dar explicaciones”, opina.
Vía libre para los cómicos
En los últimos años un gran número de cómicos como Ernesto Sevilla, Joaquín Reyes o Carlos Areces han pasado de la televisión y de los monólogos teatrales al cine. Un salto que los protagonistas de El pregón consideran normal. “Cuando empecé en esto veía programas franceses y de EEUU y allí había tráfico regular de cómicos del cine a la televisión. Ahora en España el camino, por fin, es en dos direcciones. Gente de cine haciendo televisión y cómicos haciendo papeles en cine. Es el mismo gremio en géneros diferentes. Esto es un síntoma de madurez”, apunta Buenafuente.
“El trabajo es el mismo, eres cómico y tienes unas herramientas que se usan para una película, una serie o una obra de teatro. Es una característica de la cultura de este país, que se ve como intrusismo lo que simplemente es industria”, añade Berto Romero.
Lo que es indudable es que la comedia reina en las taquillas y el cine español apuesta por ellas. Más después del éxito de Ocho apellidos vascos, un pelotazo que “es lo mejor que nos ha podido pasar a los cómicos”. Con la crisis azuzando, recurrir al humor es la única medicina para un espectador que ya vive demasiados dramas en casa.
En este país se ve como intrusismo lo que simplemente es industria
“Puede que ahora tenga más valor, pero las comedias siempre han dado buenos motivos para reír. En los noventa, que estábamos tan bien, aunque luego resultó que no estábamos tan bien, la gente se me acercaba y me decía que les alegrábamos el día, y ahora también. La risa es tan poderosa que se cuela siempre en el sistema y encuentra su momento”, opina el cómico.
El viernes comprobarán si esa audiencia que se reía desde el sofá de su casa también pasa por taquilla para ver su 'pregón'.