William Shakespeare habla español. Suena raro, lo chapurrea con algo de acento, pero se hace entender perfectamente. No, no es una sinopsis de un capítulo de El ministerio del tiempo, sino que Joseph Fiennes, que hace 18 años enamoró a todo el mundo en Shakespeare in love, sigue haciendo cine y se desenvuelve con gracejo en la lengua de Cervantes. El actor siempre llevará en la frente dos etiquetas, la del mítico escritor británico y la que le reconoce como hermano de Ralph Fiennes. Así que sin llamar la atención sigue intentando escapar de ellas con sus trabajos en televisión y en cine con proyectos como Resucitado, una película que retoma las tramas bíblicas y que cuenta con un 65% de presupuesto español.
La película de Kevin Reynolds cuenta la historia de Clavius, un tribuno romano encargado de investigar la desaparición del cuerpo de Cristo de su sepulcro. Como si se tratara de un CSI: Jerusalén el filme se desarrolla con toques de thriller hasta que, como manda la tradición semanasantera, la parte religiosa aparece para que el hermético soldado descubra la fe. Fiennes cuenta a EL ESPAÑOL que se sintió atraído por este proyecto porque no se aproxima “de una forma teológica, sino detectivesca”. “Es un ángulo muy fresco, vemos cómo se despliega la historia de Cristo desde los ojos de alguien que no es creyente, eso permite que los espectadores religiosos y los no religiosos puedan ir juntos a verla, no es una película de escuela dominical”, opina el actor.
La película tiene un tono detectivesco, de cine noir. Es un ángulo muy fresco, vemos cómo se despliega la historia de Cristo desde los ojos de alguien que no es creyente
De hecho, el título original (Clavius) hacía referencia a ese personaje, en vez del más tradicional Resucitado que ha tenido finalmente. Joseph Fiennes no tiene problema en confesar que le gustaba más, ya que no hacía referencia a la historia bíblica. “No sólo es eso, tenía un matiz de cine negro. Hay un momento en esa investigación en la que el personaje pierde el control, pero eso le lleva a un misterio mayor, a un misterio teológico, eso me parece un enganche muy bueno. Otra de las cosas que me llamaron la atención del proyecto es que no acababa en la cruz, sino que empezaba allí”, añade.
El 'boom' de la Biblia
En los últimos años Hollywood ha vuelto a vivir un 'boom' del cine bíblico. Noé, Éxodo o la serie del canal History Channel han demostrado que hay un público muy interesado. Para Joseph Fiennes esto siempre ha ocurrido en la historia de Hollywood, porque “la narrativa de esas historias conectan con nosotros". “Son muy poderosas y comunican mensajes y valores que tienen que ser revisitados, reinterpretados e investigados por el valor que tienen”, argumenta. Cree que las últimas obras que han llegado se dividen entre aquellas “muy revisionistas”, y las que apelan sólo a un público muy religioso: “Un tipo de películas que son aburridas, de catequesis, muy conservadoras”. Por ello coloca a Resucitado en el término medio, en el equilibro entre el respeto a las escrituras, la adaptación libre y el espectáculo al que aspira cualquier blockbuster.
Fiennes se muestra crítico con ese tipo de filmes adoctrinantes y evita calificarse como creyente. “¿Creyente de qué? Intento vivir adheriéndome a algunos principios. Si fallo me vuelvo a levantar para intentarlo de nuevo. Creo que todos, de alguna forma, o desde la fe u otra creencia, creemos en la buena voluntad de la condición humana”, zanja.
La película se presentó al Papa Francisco en un pase privado. Alguien que el actor califica como “moderno” y que “habla con su presencia”. No sabe si le gustó la película, pero cree que el hecho de hacer esa audiencia supone una especie de “aprobación”. “Me imagino que eso indica que sí, pero es mi interpretación. No creo que Transformers tenga este tipo de aprobación”, dice riendo.
Su preparación para el personaje se basó en el aspecto físico. Incluso acudió a una escuela de gladiadores en Roma para aprender sus técnicas, que son las que los tribunos aplicaran para convertirse en máquinas de matar, en armas de guerra de “una precisión brutal”. “La llave para entrar en el personaje era física, no intelectual. A partir de eso construí a Clavius, y vi cómo a pesar de esas habilidades no puede desentrañar este misterio, por lo que es un viaje de descomposición en el que va perdiendo esa condición inicial”, comenta Joseph Fiennes.
Estoy enamorado de Shakespeare. No hay nadie que sea capaz de escribir sobre la condición humana con tanto amor y tanta atención al detalle
Un papel muy diferente al que le encumbró: el del escritor británico por excelencia y al que vuelve cuando tiene la ocasión. “Claro que estoy enamorado de Shakespeare. Absolutamente. Lo he interpretado en teatro y es un gran humanista. No hay nadie que sea capaz de escribir sobre la condición humana con tanto amor y tanta atención al detalle. Es una gozada respirar a través de su lenguaje”, expresa emocionado.
Su próxima aventura dará que hablar -de hecho ya han corrido ríos de tinta al respecto. Este año dará vida a Michael Jackson en una comedia satírica de 20 minutos para la televisión inglesa. Cuando se anunció su fichaje fueron muchos los que criticaron que no se contratara a un actor de color para dar vida al cantante, algo que Joseph Fiennes prefiere tomarse con humor: “Sí, yo soy blanco y él era negro, pero es que puede que en 2001 él ya no tuviera ese aspecto”. El rey del pop llega a las televisiones con ganas de provocar.