Una película tiene que ser calificada por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) antes de ser estrenada en los cines españoles. Para ello se nombra a una comisión independiente, que debe representar a la sociedad actual y cuyos miembros no deben tener ninguna conexión con el propio ICAA ni con ninguna distribuidora cinematográfica. A pesar de ello, estas compañías ofrecen su sugerencia sobre la calificación que deberían recibir su películas. Un acto que siempre ha levantado sospechas, y sobre el que este periódico preguntó a Lorena González, directora del ICAA y presidenta de dicha comisión en el reportaje Calificada X: así trabajan los censores del cine español. "Nadie cuestiona el criterio de la comisión, lo que digan desde estas compañías no se tiene en cuenta", decía entonces González.
No tienen la misma opinión los vocales que califican los filmes. Varios extrabajadores de la institución (que han preferido no revelar su nombre) se han puesto en contacto con EL ESPAÑOL para denunciar las presiones que han sufrido en su trabajo por parte de las distribuidoras y de la propia presidenta de la comisión, que incluso en un par de ocasiones ha llegado a cambiar la calificación decidida por una más permisiva. Para los exvocales las declaraciones de Lorena González "faltan a la verdad y encubren las verdaderas condiciones en las que se desempeña un servicio público que defiende la transparencia informativa hacia el ciudadano y la protección del menor por encima de intereses particulares".
La directora del ICAA rebajó la calificación que había otorgado la Comisión a 'Los vengadores, la era de Ultrón' y 'Regresión'
La propia directora del ICAA confesó a sus trabajadores la presión que la industria cinematográfica tiene sobre la calificación y llegó a pedir que esto se tuviera en cuenta ya que afecta a la vida comercial de la película. "Yo sé que ellos también siempre presionan porque prefieren bajar lo más posible, porque eso les da una libertad tremenda, la exhibes en cualquier sala, tal. Pero también a veces dar '12' en vez de '7' o '16' en vez de '12' genera… Pues las destrozas", decía González, según trabajadores presentes en la comisión del 3 de junio de 2015. Tuvieron que ser ellos los que le recordaran que trabajaban en un organismo independiente.
Una presión que se ratifica cuando la propia directora del ICAA rebaja por su propia voluntad las calificaciones. Según los exvocales esto ocurrió con Los vengadores: la era de Ultrón (Disney) y Regresión (Universal): "La calificación propuesta por la Comisión de 'No recomendada para menores de 12 años' fue rebajada por Lorena González a 'No recomendada para menores de 7 años'".
Como muestra de que el criterio manifestado no era desproporcionado, recuerdan que esta película obtuvo en EEUU un PG-13 (No recomendada para menores de 13 años), en Reino Unido salió como 'No recomendada para menores de 12 años' y en Alemania como 'No recomendada para menores de 12 años'.
En el caso de la película de Amenábar se "rebajó de 'No recomendada para menores de 16 años' a 'No recomendada para menores de 12 años'". La película fue calificada R (No recomendada para menores de 17 años) en EEUU; 'No recomendada para menores de 15 años' en Reino Unido y 'No recomendada para menores de 16 años' en Alemania.
Lorena González ha hablado con este periódico y ha negado las acusaciones realizadas. Mantiene la independencia de la comisión y asegura que no se cambian las calificaciones "arbitrariamente", aunque a veces "sí que ha habido conflictos con ellos". "Cuando se comunica a la distribuidora o la productora la calificación, si no están de acuerdo ellos la argumentan. Lo que hacemos es visionarla de nuevo con más gente teniendo en cuenta las alegaciones y se hace una resolución de por qué se tienen en cuenta esas alegaciones. A veces, los miembros de la comisión no tienen del todo claro los criterios. Por eso, para evitar estos conflictos, hemos hecho plantillas con los criterios y ya últimamente no hemos tenido problemas”, cuenta González.
A veces, los miembros de la comisión no tienen del todo claro los criterios. Por eso, para evitar estos conflictos, hemos hecho plantillas con los criterios
Preguntada por estas dos películas en concreto, manifiesta no recordar el caso de Regresión, pero sí el de Los vengadores. "La vimos hasta diez personas, con esa película hubo serios problemas, porque en esa comisión vimos miembros que estaban condicionados contra algunas 'majors' por problemas personales que habían tenido. Hay que aclarar que no es lo mismo la violencia normal, que entre superhéroes, que se da por sentado que entre ellos hay puñetazos y golpes. Yo pondría la película a cualquier persona a ver qué calificación hubieran puesto. En esa comisión surgieron conflictos con algún miembro y a pesar de todo se les mantuvo en su puesto. Hay un acta de todo lo que pasó respecto a esa película", argumenta.
Aclaramos que no es sólo un miembro concreto, sino ocho de ellos, y repite los problemas que surgieron en este periodo de tiempo con los vocales que ya no forman parte de la comisión.
“Lo que me pide el cuerpo es echaros a todos”
Los trabajadores afearon estas conductas a Lorena González, por lo que denuncian que sufrieron una "sistemática revisión de las actas" y un continuo menosprecio a su labor, llegando a acusarles de falta de objetividad, siempre recordándoles la importancia de las distribuidoras. Estos comentarios incluso fueron acompañados por "amenazas de ser expulsados de la comisión" con cualquier excusa.
No entiendo por qué siguen calificando 9 personas. ¡2 no pueden cobrar! Si no están dispuestos a venir 7, cambio la comisión
Una situación tensa que se vivía desde que el ICAA decidió que no todos los vocales acudieran a las sesiones de Calificación. Los exvocales subrayan que cobran por asistencia, ya que no existe una relación laboral con el ICAA y, por tanto, no se cobra un salario fijo mensual. "En septiembre de 2014 se pidió a los nueve vocales que en ese momento estaban nombrados que se ausentaran varios días laborables al mes, de tal manera que el máximo de vocales asistentes a cada sesión fuera de siete, ya que no había dinero suficiente en las arcas para pagarnos hasta final de año", cuentan.
Aceptaron la situación, a condición de que fuera temporal hasta la entrada del presupuesto de 2015. "Con el nuevo año, volvimos a acudir todos hasta que llegó esta amenaza firmada de su puño y letra: 'No entiendo por qué siguen calificando 9 personas. ¡2 no pueden cobrar! Si no están dispuestos a venir 7, cambio la comisión'", explican haciendo referencia a un post it firmado por Lorena González, al que ha tenido acceso este periódico.
La calificación en España no puede ser independiente cuando la Comisión tiene solo carácter asesor, ya que su calificación puede ser revocada por quien ocupe el cargo de director del ICAA
Los trabajadores exigieron, al menos, un documento en el que quedará por escrito este cambio en las condiciones, lo que provocó una visita de la directora del ICAA en la que, según el testimonio de los presentes, les dijo las siguientes palabras: "Lo que me pide el cuerpo es echaros a todos".
Lorena González también ha querido explicar este punto, que considera el comienzo de las malas relaciones con los vocales, y el motivo por el que realizan estas declaraciones. "Tenemos un crédito presupuestario para pagarles que es el que es. Llegó el mes de junio y el crédito estaba agotado porque iban de diez en diez y esto no es un puesto de trabajo, sino un órgano de asesoramiento y el 'cuorum' son cinco o siete puestos. De ahí vienen esos enfrentamientos con esa comisión. Nada más llegar tuve que bajar a decirles que no podían ir de diez en diez y ellos me lo justificaban diciendo que perdían dinero. Yo les recordé que esto era un órgano de asesoramiento, que con siete era suficiente y que no había dinero", cuenta a este medio.
Los exvocales concluyen que actualmente "la calificación en España no puede ser independiente cuando la Comisión tiene sólo carácter asesor, ya que como hemos visto su calificación puede ser revocada por quien ocupe el cargo de director del ICAA" y piden un cambio para que la decisión pueda ser tomada sin presiones de ningún tipo.