La memoria es fugaz. En España nos olvidamos pronto de todo, y en el cine también. Directores que hace cinco años eran alabados hoy buscan como locos la manera de financiar sus películas. Nombres que incluso han logrado premios importantes en festivales internacionales. Es el caso de Isaki Lacuesta, uno de los realizadores más arriesgados de nuestra industria y ganador de la Concha de Oro en San Sebastián hace cinco años con la inclasificable Los pasos dobles.
Desde entonces Lacuesta no ha parado de trabajar, un documental y la comedia Murieron por encima de sus posibilidades le avalan, pero cuesta creer que alguien con una carrera tan laureada tenga problemas para levantar proyectos como La próxima piel, su nuevo filme presentado en el Festival de Málaga y que ha entrado en la lista de favoritos para la Biznaga de Oro. Su nueva obra lleva gestándose desde 2004, y no ha sido hasta ahora cuando todos los astros se han alineado para que su película más accesible llegue al público. De momento sólo en el certamen de cine español, porque Isaki Lacuesta y su codirectora Isa Campo no tienen distribución cerrada para el filme.
Su nueva obra lleva gestándose desde 2004, y no ha sido hasta ahora cuando todos los astros se han alineado para que su película más accesible llegue al público
Para el realizador la situación ha cambiado mucho en los últimos años, y ahora cuesta estrenar en salas comerciales más que antes. “Se ha hecho más estrecho el público de las salas y lo que se les enseña. Había más hueco para una película como Cravan vs Cravan en 2002, que era más rara, que ahora para esta. No es que haya más películas, es que hay menos espacio y menos espectadores. Hay más conservadurismo y el público está en otros lados. Ha habido una ocupación por parte del 'mainstream' en las salas, del imaginario colectivo. Dicho así suena muy conspiranoico, pero no. Si eres grande y puedes ocupar 800 salas, pues lo haces”, cuenta a EL ESPAÑOL.
Su compañera descarta que las distribuidoras les tengan miedo por lo arriesgado de sus anteriores propuestas y subraya que este es un filme de actores y que esperan que Málaga les de el empujón necesario para estrenar en condiciones. “Tampoco hemos hecho el filme con la vocación de llegar a un público distinto, la hemos hecho así porque pensábamos que era cómo tenía que contarse esta historia”, añade Isa Campo.
El cineasta catalán bromea sobre la escasa repercusión de sus anteriores títulos. Con Los pasos dobles no pasó de los 7.000 espectadores a pesar del éxito en el Zinemaldia. “Nuestra trayectoria previa la conoce tan poca gente que en realidad nos podrían presentar como directores revelación a algo. No trabajo pensando en si voy a contentar al público o no, sino pensando en la película que queremos hacer y en cómo hacerla. Nuestro público son tan pocos que hasta les conocemos, ya se la hemos enseñado y todo”, dice con una mezcla de ironía y resignación.
Thriller de autor
Coinciden en que es su película más “clásica”. Un thriller de autor sobre el regreso a casa de un niño que lleva años desaparecido. Las dudas sobre si es él realmente y sobre lo que ocurrió antes de su marcha marcan a unos personajes que necesitan sentirse queridos y que se encuentran perdidos, también geográficamente en un pueblo de los pirineos. Emma Suárez y Àlex Monner dan vida a madre e hijo. La actriz se ha manifestado enamorada del proyecto, en el que entró en 2006 y que cierra un año que califica como redondo. Al éxito de Julieta se une ahora un proyecto al que se siente muy unida y para el que sólo tiene palabras bonitas.
A pesar de ese aroma de suspense clásico, la financiación ha sido la más larga, ya que el proyecto se gestó a la par que Los pasos dobles. “Una parte de la cabeza estaba en una película más experimental y otra en esta. Hicimos hasta ocho versiones de guion y contratamos a Fran Araujo para conseguir esta estructura de thriller sin perder el toque realista, eso era lo más difícil. A veces ocurre que cuando usas un registro de thriller más convencional entras en un punto de no realismo en el que te puedes permitir giros en los que se nota la mano del guionista y aquí no queríamos eso, quizás fue lo que más costaba”, añaden los directores.
Hicimos hasta ocho versiones de guion y contratamos a Fran Araujo para conseguir esta estructura de thriller sin perder el toque realista
La presencia de Lacuesta en la Sección Oficia de Málaga, ya que sus trabajos suelen ser llevados al Festival de San Sebastián, pero él defiende la decisión y cree que tenía una cuenta pendiente con el certamen desde que hace diez años le rechazaron La leyenda del tiempo. “Creo que hay un doble prejuicio sobre nuestra trayectoria y sobre el propio festival. Yo no percibo Málaga como un festival comercial, igual que tampoco me considero un cineasta raruno”, zanja.
Lo que sí parece es que con Málaga puede comenzar una relación tan productiva como con el Zinemaldia, ya que los aplausos tras el pase y las críticas situan a Lacuesta a la caza de un nuevo premio y de una posible distribución de La próxima piel.
Noticias relacionadas
- ¿Qué has hecho, Dani Rovira?
- Michael Moore quiere que EEUU entre en la Unión Europea
- El cine español se acuerda, por fin, de Guernica
- Ramón Colom: “El cine no puede depender del dinero del Estado”
- El chico Almodóvar que enamoró a Federico García Lorca
- El cine español, imparable en 2016
- López Lavigne: "La clase media del cine ha sido aniquilada"