María León es un torbellino. Lo es en la pantalla, donde irrumpió con La voz dormida llevándose todos los premios habidos y por haber -Concha de Plata en San Sebastián y Goya a la Mejor actriz incluidos-, pero también en las distancias cortas. Llega cinco minutos tarde a su entrevista con EL ESPAÑOL, pero enseguida se disculpa con desparpajo mientras pide un café (el primero del día) para afrontar la interminable jornada promocional de Cuerpo de élite, la comedia que estrena este viernes.
La leona, como muchos la llaman, vuelve a ese humor regional que comenzó Ocho apellidos vascos y que ella mismo probó con la serie Allí abajo. Reírnos de nuestros tópicos como género cinematográfico, algo que a ella le parece bien, ya que defiende todo lo que sea poner humor a la vida. Difícil no tener esa filosofía en una familia con una matriarca como Carmina Barrios y un hermano como Paco León. Todavía “sigue aprendiendo” esto de ser actriz, pero ganas no le faltan. Muerde cada respuesta mientras taconea con sus zapatos contagiando energía desde primera hora de la mañana.
¿Qué vio en el guion de 'Cuerpo de élite'?
Leí una comedia picantona, con un poquito de guiño y con bastante riesgos, eso me gustó. Me pareció un poco machista, tengo que decirlo. Bastante machista, y por eso fue lo único que tuve alguna duda, pero reconozco también que era un guiño al cliché de cada autonomía. Yo soy de las que lucho día a día y soy bastante feminista a la hora de enfrentarme a los trabajos y defiendo a la mujer, pero por desgracia hoy en día ese machismo existe. Espero que existan muchas mujeres como Lola, que se lo pasan por el moño y que terminan haciendo lo que quieren, eso fue lo que me convenció también, que aunque hubiera notas machistas el personaje terminaba vencedora y demostrando que por ser mujer no es menos que nadie.
Yo soy de las que lucho día a día y soy bastante feminista a la hora de enfrentarme a los trabajos y defiendo a la mujer, pero por desgracia hoy en día ese machismo existe
¿Ha vivido ese machismo en el mundo del cine?
Yo personalmente nunca he tenido una experiencia machista, porque ya te digo yo que le arranco los huevos a quien sea, porque me pongo bastante feminista. Pero sí que creo que en el mundo del cine hay menos cabida para la mujer. El tanto por ciento de mujeres directoras es un 9%, y yo que trabajo mucho en tele también faltan mujeres. Confío en que esto se vaya abriendo. Quiero pensar que no es que haya machismo, sino que se mantiene latente cosas que traemos de atrás.
En las últimas semanas ha habido mucha polémica por cómo han tratado los medios a las mujeres en los Juegos Olímpicos y las diferencias en su trato con los hombres.
Eso está latente en la sociedad. Franco no hace tanto que estaba aquí. Venimos de un bagaje complicado y aunque parezca que estamos hablando de hace mucho tiempo, eso todavía está muy cerquita. Espero que estas cosas pasen cada vez menos y que si pasen se comente y que sea polémico, porque el hecho de que se pueda hablar de ello ya es un paso, antes ni se podía hacer. Creo que es verdad que a la mujer cuando nos hacen un reportaje intentan sacar más partido y jugar con la moda, mostrar más el cuerpo… Pero creo que poco a poco también el hombre entra en este mundo y todo se está mimetizando, pero es cierto que existe y está. Ese porcentaje del que hablábamos es una prueba evidente, pero confío en que las mujeres sigamos ahí, en pie de guerra.
¿Qué tiene el humor regional o localista que funciona tan bien?
Es un humor muy español. España es esto, nos gusta reírnos de nosotros y con nosotros. Funciona porque la gente está sedienta de reírse, de tener libertad y de sentirse identificado con lo que ven.
¿Ahora más que nunca es necesario reírse?
Siempre hace falta reírnos mucho de nosotros, creo que la risa tiene una salida más difícil que el mosqueo. Es un idioma que la gente entiende. Esta película se diferencia porque no sólo es mantener esta españolada, eso de reírnos del andaluz, del vasco... aquí hay acción, que hasta ahora nadie se había arriesgado a ello, a usar efectos especiales con cromas y hasta se atreven a meter la comedia romántica, algo que en EEUU lo hacen muy bien. Aquí hemos querido hacer una españolada, hacerlo a nuestra manera.
Me gusta el término españolada. En España hay muy buen cine, hay mucho talento y los mejores técnicos del mundo
Veo que usa el término españolada con orgullo ¿le gusta esa definición?
Sí, me gusta el término. En España hay muy buen cine, hay mucho talento y los mejores técnicos del mundo, muy formados y preparados. El problema son las oportunidades y la oportunidad que se le da a la cultura. El cine español eso ya lo ha demostrado, lo seguimos demostrando y lo seguiremos haciendo.
La película tiene unos cuantos dardos políticos, ¿cree que la política tiene que ser objeto de la comedia?
Por supuestísimo, es que si no nos reímos de la política… es un punto de escape, la gente tiene que reírse y tiene que hablar. La política de este país aunque parezca comedia es real. Hay que exponerles igual que nosotros, los andaluces, los vascos, los catalanes… La política que tenemos es la que tenemos y es importante señalarla.
¿Y a la gente le gusta reírse de la política?
A la gente reírse de la política no le gusta. Le gustaría reírse con las alegrías que les da la política, pero como eso es muy difícil pues hay que hacerlo… A la gente no le gusta lo que está pasando y cuesta reírse, pero cuando ven que todos estamos en el mismo barco la cosa se 'amabiliza'.
El último año hemos tenido casos como el de los tuits de Guillermo Zapata en el que se ha cuestionado si uno puede reírse de todo, ¿el humor tiene límites?
No, pero hay que saber, es una línea muy fina. Para hacer humor hay que tener bondad y ser generoso. El payaso hace comedia porque, con toda la buena voluntad, fracasa, y eso hace gracia. Ahí empieza el gag y empieza a surgir la comedia, pero siempre desde esa buena voluntad. Como el 'clown' intente hacer gracia ya no es gracioso. Si pones una intención pierdes esa gracia. La comedia es muy difícil, es muy fina, y para hacerla hay que tener buen corazón.
Las redes sociales son peligrosas para hacer comedia, para eso está el cine y el teatro
Las redes sociales igual que benefician para muchas cosas perjudican para otras. Las redes sociales son una forma de dar información y recibirla, pero también de confundirla. Son peligrosas para hacer comedia, para eso está el cine y el teatro, porque es muy arriesgado y no es fácil.
Últimamente parece que hay un clima de crispación, de hecho mire lo que ocurrió con la zarzuela que dirigió su hermano.
Se sabía que la zarzuela iba a ser polémica, precisamente porque estaba hecha para eso. A mí me encantó. Yo personalmente creo que eso es la zarzuela, que el público se suba al escenario a criticar lo que pasa en el país, y quien se sienta ofendido es porque tiene mucho miedo y no le gusta escuchar la realidad. No se criticaba nada, se contaba lo que el pueblo opina. No es por la zarzuela, es porque la gente está asustada y cuando se dicen las cosas como son la gente se encrespa. Yo creo que el teatro y la zarzuela son para eso. Si una persona se levanta y se indigna con esa zarzuela hemos conseguido lo que queríamos.
La zarzuela sirve para que el público se suba al escenario a criticar lo que pasa en el país, y quien se sienta ofendido es porque tiene mucho miedo y no le gusta escuchar la realidad
¿No le llama la atención dirigir?
Me llama muchísimo la atención, pero sería muy osado decir que voy a hacerlo. Estoy en plena formación como actriz y quiero hacer muchas cosas, me queda mucho por aprender. Cuando ya esté más segura, cuando sienta que tengo un par de remos seguros en el mundo de la interpretación igual, algún día, no te digo que no me atreva a jugar, pero sin intención más allá que disfrutar. Teniendo a un director como el que tengo en casa es muy atrevido por mi parte.