Uno de los tópicos utilizados por los que atacan al cine español es aquel que dice que viven de las subvenciones y que el Estado debería aprender de otros países y dejar de financiar a nuestras películas. Parece que una mentira repetida muchas veces es capaz de convertirse en verdad, porque todavía en 2016, cuando esas ayudas se han reducido hasta cantidades ridículas, se sigue usando. Este argumento también se viene abajo al observar el nuevo informe del Observatorio Audiovisual Europeo, que ha analizado la evolución de las ayudas y fondos públicos dedicados al cine y la televisión durante un periodo de cuatro años (2010-2014). Las conclusiones son fáciles, mientras que en plena época de crisis el cine se ha seguido apoyando en el resto de países de Europa, en España se ha atacado sin piedad.
En este intervalo de tiempo los fondos para la producción de contenido audiovisual se dispararon un 13,4% en el conjunto de los países del continente, lo que colocó la cifra en los 2.530 millones de euros en 2014. En el mismo periodo, que coincide con la llegada de los recortes al mundo de la cultura impuesta por el gobierno de Rajoy tras su llegada en diciembre de 2011, en España se disminuía el fondo a la cinematografía un 63%. Pasaba de los 89,3 millones de euros de 2010 a los 33,7 millones de 2014. El mazo de Montoro ha dejado la partida para el cine tiritando y a la industria al borde del abismo.
En este periodo de cuatro años los fondos para la producción de contenido audiovisual se dispararon un 13,4 %, lo que colocó la cifra en los 2.530 millones de euros en 2014
Estos 2.530 millones europeos corresponden a la suma de fondos nacionales y regionales de los páises, pero de ellos un 74,9% corresponden a ayudas y dinero dado directamente por el estado, exactamente 1.895 millones de euros en 2014. El mismo año que el Gobierno dedicaba sólo 33,7 millones de euros al cine español.
El Fondo de Ayuda a la Cinematografía, principal forma de ayuda del estado al cine español, se ha visto desmantelado desde 2010. De esos 89,3 millones se pasaron a 76 en 2011, y a 49 sólo un año después. En 2013 volvieron a recortar hasta quedarse en 39,1 millones y el curso siguiente también descendieron hasta unos paupérrimos 33,7 millones. Un trayecto que queda lejos de la promesa que hiceron en 2007 el PP y el PSOE para que la cifra aumentara progresivamente hasta los 100 millones de euros que la industria considera necesarios para un buen funcionamiento.
El otro polo es nuestro vecino de arriba. Francia aporta un 42% del dinero que suponen estas ayudas públicas europeas. Es decir, el gobierno francés dedica con todas sus políticas más de 1.000 millones de euros a sus productos audiovisuales.
El informe del Observatorio Audiovisual Europeo destaca la importancia y el impacto que han tenido los incentivos fiscales en este periodo. En España, el cambio que aumentó (poco) el porcentaje de devolución aumentó en 2015 y, según la industria, sigue siendo escaso para poder competir con el resto de países europeos. También subraya que en estos cuatro años ha caído el dinero aportado por los diferentes órganos de radiodifusión de los diferentes países, por lo que los fondos nacionales y las medidas tomadas por los gobiernos han tenido que compensar estos decrecimientos.
El Fondo de Ayuda a la Cinematografía, principal forma de ayuda del estado al cine español, se ha visto desmantelado desde 2010. Ha pasado de 89,3 millones de euros a 33,7 millones de euros
Este estudio concluye que las cuatro principales formas de contribuir a la financiación de los productos audiovisuales son los fondos públicos, los incentivos fiscales, las obligaciones para la producción de cine a las cadenas de televisión y las facilidades para conseguir financiación privada.
Alemania e Italia completan el podio
Durante el período examinado, entre 2010 y 2014, se contabilizaron 250 opciones de ayudas públicas dedicadas al cine, una cifra que se ha mantenido en el tiempo, ya que se crearon 20 nuevas opciones a la vez que se eliminaron otras 21 durante las fechas estudiadas. Estas 250 incluyen los fondos de cinematografía, las ayudas estatales y locales, programas europeos y cualquier iniciativa que dedique dinero público para la creación de contenido audiovisual.
El podio ofrecido por el informe del Observatorio Audiovisual Europeo lo completan Alemania, Italia y Reino Unido. Todos ellos han mantenido las ayudas al cine en época de crisis, en algunos casos incluso las han aumentado. Es el caso de los italianos, que con una población sólo 13 millones superior a la nuestra, han aprobado este año un decreto ley que prevé la creación de un fondo sustentado a partir del 12% del IRPF y del IVA recaudado por compañías telefónicas, distribuidoras cinematográficas y plataformas de contenidos. Una cantidad que se han comprometido a que nunca baje de los 400 millones. Una cifra parecida a la que dedican actualmente los alemanes (360 millones de euros).
Italia se ha comprometido a aumentar la partida y que nunca baje de los 400 millones de euros. En Alemania es de 360 millones. Aquí este año se han dado 74,53 y debido a la nueva Ley del Cine
Mientras tanto, en España para este año se ha destinado al cine un total de 74,53 millones, de los que 60 son para las ayudas al sector. Pero esa cifra tiene trampa, ya que por primera vez coincidirán en el tiempo las nuevas ayudas establecidas en la reforma de la Ley del Cine con el pago de las anteriores ayudas a la amortización para aquellos filmes estrenados en 2014. Es decir, esos 60 millones son los que se tienen para pagar a dos cursos diferentes. Queda esperar a los próximos Presupuestos Generales del Estado, que se aprobarán en cuanto haya Gobierno y que servirán para comprobar si el castigo a la cultura española ha terminado.