El director español que arrasa en EEUU (y no es Bayona)
Nacho G Velilla triunfa en la taquilla yanqui con 'No manches frida', una comedia dedicada al mercado latino.
16 septiembre, 2016 01:12Noticias relacionadas
Hay directores que tienen un don para saber lo que le gusta a la gente. Hagan lo que hagan dan con esa tecla tan difícil de encontrar que equivale a un éxito de taquilla. Artesanos que, normalmente, no entran en las quinielas de los premios, pero que arrasan entre los espectadores. En el cine español tenemos a Fernando González Molina, que toque lo que toque lo convierte en oro (Fuga de cerebros, Tres metros sobre el cielo, Palmeras en la nieve…) y a Nacho García Velilla, que tras forjarse en series como 7 vidas demostró que no tiene rival en cuanto a comedia popular se refiere. Cada uno de sus estrenos en cine ha recaudado más que el anterior. Debutó con Fuera de Carta y, tras reventar las arcas con Perdiendo el norte (más de 10 millones de euros), espera el estreno de Villaviciosa de al lado, que Atresmedia ya ha comenzado a promocionar para triunfar a partir del 2 de diciembre, cuando llegue a las salas.
Lo que nadie sabía es que desde Hollywood también habían puesto los ojos en él. Allí siempre están alerta de todos los talentos que vienen de fuera, y sin que nadie se enterara se llevaron a Velilla a rodar una comedia dedicada a un sector de mercado que cada vez tiene más peso en las taquillas de EEUU: los latinos. El éxito de Instrucciones no incluidas, de Eugenio Derbez, en 2013 (más de 44 millones de dólares en EEUU y otros 54 en el resto del mundo) demostraron que las películas para este público son muy rentables y un territorio por explorar. La película se estrenó en castellano y con subtítulos en inglés, convirtiéndose en uno de los filmes extranjeros más importantes a nivel económico.
Ese fue el pistoletazo de salida y el punto de inflexión que provocó el desembarco de García Velilla con No manches Frida, la película que ha dirigido y que se ha estrenado en EEUU hace menos de dos semanas consiguiendo un nuevo pelotazo para el sector hispano. Más de 7 millones en menos de 400 cines y el mejor promedio por copia de la semana para otra película hablada en español. El filme es un remake de una película alemana (Fack ju Göhte) y sigue las andanzas de un peculiar maestro mexicano. La confirmación de que el cine ha de tener en cuenta a las minorías y diversificar su producto.
Nacho García Velilla todavía no se cree muy bien lo que está pasando. Sólo acierta a manifestarse “muy contento” y agradece a la productora Lionsgate su confianza en él. “Esto es una apuesta que han hecho muy fuerte por el público latino en EEUU que es un mercado más que emergente. Lionsgate tiene varios sellos, uno dedicado al terror, otro más comercial y ahora han creado otro sólo para hacer producciones dedicadas al público hispano. Es que ya no es un nicho sino que representa un 21% de la taquilla”, cuenta a EL ESPAÑOL por teléfono desde México y pocos minutos antes de acudir a la premiere del filme allí.
Esto es una apuesta que han hecho muy fuerte por el público latino en EEUU que es un mercado más que emergente. Ya no es un nicho sino que representa un 21% de la taquilla
Pero, ¿cómo se fija un estudio de EEUU en un director español para dirigir una película con actores mexicanos y dedicada a un público latino? “A mí también me sorprendió”, confiesa el realizador. “Me llamó Edward Allen, el jefe de operaciones de la división latina de Lionsgate, y me contó que había visto Que se mueran los feos y Fuera de carta y que le habían gustado mucho, que ese era el tipo de comedias que quería hacer, porque el público latino veía mucha comedia, pero no se sentía representado por ella, así que querían hacer películas con una idiosincrasia más latina, pero no les gustaban los directores mexicanos”, añade.
El director de Perdiendo el norte está acostumbrado a escribir sus propias historias, por lo que encontrarse con un guion ajeno, que además adaptaba una historia alemana, fue uno de los principales desafíos. Le dieron libertad para retocar cosas, y al final fueron sucediéndose las versiones hasta alcanzar la décima y definitiva. “Tenía que hacer mía la historia”, argumenta Velilla que nunca tuvo miedo de que su humor y el del público hispano de EEUU fueran demasiado diferentes. “Eso fue una de las cosas que más me atraía. Siempre necesito algo de reto que me sobreexcite”, dice riendo.
Todo el mundo, actores, productores y técnicos, se tuvieron que adecuar a la apretada agenda del español, que ya se había comprometido con Antena 3 para su nueva película y tuvo que hacer malabarismos para cuadrar todo. "Edward Allen, es de Nueva York, pero yo creo que debe ser maño, porque se empeñó en que tenía que hacerla yo”, explica a este periódico.
La promoción no ha terminado. Aunque No manches Frida ya se haya estrenado en EEUU, ahora se ha trasladado a México y seguirá por el resto de países. Una gira de meses en la que los actores se están dejando la piel y que Nacho G. Velilla califica como una “animalada”, algo “impensable en España”. Una “maquinaria perfectamente engrasada” que ha hecho que el público responda. Su nombre ya suena en otras productoras y, aunque prefiere no mojarse, sí que aclara que ya tiene un agente en Los Ángeles para encauzar nuevos proyectos. Lo más inmediato: volver a reventar la taquilla española en un par de meses.