Hay directores de cine que se convierten en una marca. En España es difícil conseguirlo, pero poco a poco llegan excepciones. Un pequeño 'star system' que se nos resiste y que ejemplifica Juan Antonio Bayona. Con sólo dos películas a sus espaldas (El orfanato y Lo imposible) consiguió que la gente se quedara con su nombre. El público quiere ir a ver la última de Bayona, da igual lo que haga. Esa sensación se ha notado con la expectación generada por su nueva obra, Un monstruo viene a verme, la adaptación de la novela de Patrick Ness que el realizador ha estrenado en el Festival de Cine de San Sebastián, donde ha sido presentada en la Sección Oficial fuera de concurso.
De nuevo con un gran presupuesto, de la mano de Telecinco Cinema y con un reparto internacional que incluye a Sigourney Weaver, Felicity Jones y un Liam Neeson que gracias al CGI se convierte en un árbol de 20 metros de altura. Una película que mezcla drama y fantasía para contar la historia de Connor, al que un monstruo visitara todas las noches en el proceso de aceptación de la enfermedad de su madre. Una película sobre el duelo y la verdad que ha tocado el corazón del público del Zinemaldia.
La marca Bayona no se ha quedado en nuestras fronteras y el propio Steven Spielberg ha puesto sus ojos en él y le ha fichado para dirigir Jurassic World 2, la nueva entrega de su exitosa saga. Un filme con el que se convierte en el primer español al frente de una superproducción que define como “más ligera” y con la que “vamos a pasarlo bien” en su encuentro con la prensa en Donostia.
En sus tres películas, de alguna forma, se habla de la pérdida, ¿qué conexión siente con este tema?
Yo ni me había dado cuenta, pero la primera es una madre que pierde a su hijo, la segunda es una madre y un hijo que sobreviven, y en la tercera es un hijo el que pierde a una madre. Hay como una especie de círculo que se cierra. Más que el tema de la madre y el hijo, que creo que eso tiene que ver más con la cultura mediterránea, porque la familia es el centro de la vida y la madre el centro de esa familia, lo que también sale de manera instintiva y a mí me interesa es la idea de la verdad. En Lo imposible estaba presente porque los personajes no podían mentirse, en un momento tan tenso no había lugar para la mentira porque no te ayudaba a sobrevivir, y en este caso hay una enfermedad que se convierte en una cuenta atrás que te pone en la idea de que tienes que contar la verdad.
Me gustaba la alegoría de que el viaje de Connor, que tiene que contar la verdad, era muy parecido al mío cuando tengo que contar una película y tengo que encontrar qué me emociona de ella y expresarlo. Me interesaba esta historia porque cuando me llegó a las manos me interesaba mucho en cómo funcionaban las narraciones. Me imagino que por inseguridades, había tenido dos éxitos muy grandes y quería ver qué había en ellas que me emocionaban tanto a mí y al público. Es como cuando alguien te explica el sentido de un sueño. En ese momento descubrí el libro de Patrick Ness y era una forma de obligarme a ponerme en ello.
No quiero sentirme seguro. La inseguridad me ayuda a cuestionarme todo el rato lo que estoy haciendo y a mejorar. Desconfía del director que lo tiene todo claro
¿Dice que se sentía inseguro, que tendría que hacer para sentirse seguro?
Que no suene pedante pero yo no quiero sentirme seguro. La inseguridad me ayuda a cuestionarme todo el rato lo que estoy haciendo y a mejorar. Desconfía del director que lo tiene todo claro. Prefiero dudar que no decir 'esto va aquí' y ya. Yo al principio era así, y era por miedo. Llegaba al set y decías 'esto es así y no hay otra manera', pero claro que hay otra, hay mil maneras. Si estuviera muy seguro de una película no la haría.
La película habla de aceptar la muerte ¿Vivimos a espaldas de ella y habría que ponerla más en primer plano?
No sé si deberíamos hablar más de la muerte, en la película sí que se hace una referencia al miedo a lo desconocido. Es verdad que es un tema tabú y es verdad que he hablado de eso en mis tres películas, así que imagino que sí, pero no sé si debería ser yo la persona adecuada para decir eso.
La película busca la emoción, pero es su obra más contenida, ¿cómo ha conseguido eso?
Es una cuestión de marco temporal. En Lo imposible pasaba todo en 72 horas y todo era más extremo, era diferente. La emoción te la da el tiempo. Es verdad que en las tres películas que he hecho hay una catarsis, y eso habría que preguntarle a mi psicólogo por qué.
¿Tiene psicólogo?
No, no, porque no quiero dejar de hacer películas como esta. Prefiero que no me cure, pero es verdad que hay ese elemento en todas. Y esta película al tratar el tema del cáncer no puedes jugar con la emoción de ninguna manera. Es una película que busca la manera más honesta de hablar del tema. Tampoco es una película sobre el cáncer, es un elemento que pone una cuenta atrás para que los personajes cuenten la verdad, que creo que ese es el tema central.
Con Lo imposible las críticas más duras decían que era demasiado sentimental, ¿qué opina de esos comentarios, se ha tenido que medir más en este filme?
Cuando decía que la película planteaba una metáfora sobre el hecho de narrar, ahí también está metido ese tema, porque si te fijas en el momento en el que yo decido que el niño dibuje, le estoy enfrentando a un mundo que es puramente libre, orgánico y misterioso, que es el del arte, frente a otro matemático y racional, que es el de la abuela. Ahí se establece un debate. Yo soy de dejarme ir, a mí me gusta que la película funcione como catarsis, y que remueva. No hay que tener miedo a llorar en el cine, porque llorar es algo terapéutico. No hay que ponerle demasiado énfasis a eso. Me parece más meritorio que la película deje poso al hecho de que llores o no. Yo lloro con MasterChef… y está bien, es terapéutico, pero no es el objetivo de la película.
Yo soy de dejarme ir, a mí me gusta que la película funcione como catarsis, y que remueva. No hay que tener miedo a llorar en el cine, porque llorar es algo terapéutico
¿Se ha convertido en un 'removedor' de sentimientos?
Sí, por eso voy a hacer una de dinosaurios ahora (ríe). A mí me gusta que la gente se lleve la película a casa y sobre todo, más allá de lo emocional, me gusta lo que está por debajo. La emoción es sólo el bálsamo para que el público asimile una historia tan dura, de eso habla la película, de cómo necesitamos la fantasía para procesar la realidad. Me interesaba un discurso accesible, esa idea de que las cosas pueden ser buenas y malas al mismo tiempo. Vivimos en una sociedad donde para el público las cosas son o blancas o negras. Me interesaba decirles que pueden ser las dos cosas al mismo tiempo.
Tiene ahora un proyecto descomunal entre manos, con el que ha dicho “vamos a pasárnoslo bien”, no sé si eso se puede decir de un proceso con Spielberg detrás, un gran presupuesto…
Ya… Pues igual tienes razón. Vamos a intentarlo. A ver, tengo de jefe a Spielberg, eso ya es un lujo. Yo he crecido viendo sus películas y verlo de jefe me apetece mucho. En cada película, como decía antes, tienes que ver algo que te haga sentir inseguro, un reto. Una película en Hollywood... pues vamos a ver eso qué significa. Por ahora bien. Es un presupuesto gigante, pero cuando hicimos Lo imposible también nos lo parecía. Yo me lo tomo como algo de aprendizaje. Mi objetivo no es hacer películas en Hollywood, estoy encantado de hacerlas y será una experiencia más que añadir.
Jurassic World será la primera de sus películas que no contará con producción española, tampoco rodará en España. ¿Esto se ha producido por los bajos incentivos fiscales o por el propio filme?
No tiene que ver con Jurassic World. En general los estudios de Hollywood no tienen interés en venir a rodar a España, porque no hay las condiciones para venir. Con toda la gente que he hablado no van a venir. Es frustrante ver que Pinewood ha doblado sus instalaciones en un año y nosotros hemos cerrado la Ciudad de la Luz.
En general los estudios de Hollywood no tienen interés en venir a rodar a España, porque no hay las condiciones para venir. Con toda la gente que he hablado no van a venir. Es frustrante
Ha trabajado con estrellas de Hollywood y hasta se ha atrevido a decir 'no' a un proyecto con Brad Pitt ¿Cómo se gestionan las vanidades de las estrellas de cine?
Nunca me he encontrado con un problema de vanidad, ni con nadie que pida caprichos absurdos… pero es verdad que cuando vienen a España me imagino que no vienen igual que cuando lo hacen en Hollywood. Vamos, que aquí no hay caravanas más grandes de 13 metros, así que tampoco se las iban a dar. No existen. A Brad Pitt fue muy complicado decirle que no, porque además estuvimos mucho tiempo trabajando en esa película, pero llegó un momento en el que fue inevitable. Yo creo que ellos lo entendieron. A veces está bien decir que no antes de que la cosa fuera a peor y en ese momento yo no era el director que iba a poder sacar las castañas del fuego y se lo hizo ver. Les costó entenderlo, pero lo hicieron y a día de hoy tenemos muy buena relación.