No existen muchos españoles con un Oscar. Todo el mundo se acuerda de los cinco grandes directores que lo ganaron -Garci, Trueba, Amenábar, Almodóvar y Buñuel, que lo alzó representando a Francia-, de Javier Bardem y de Penélope Cruz. Pero hay más, Hollywood siempre ha deseado a nuestros técnicos. Muchos de ellos dieron el salto y se llevaron la preciada estatuilla a su casa. Gil Parrondo, Antonio Cánovas del Castillo, Antonio Mateos, Néstor Almendros, Montse Ribé, David Martí, Pilar Revuelta… su trabajo detrás de las cámaras elaborando los decorados, creando maquillajes imposibles o diseños de iluminación no es tan visible, pero sin ellos las películas no serían posibles.
Una de esas ganadoras fue Yvonne Blake, la presidenta de Honor de la Academia de Cine fallecida hoy a los 78 años que, aunque nació en Manchester, voló a España con su pareja y se quedó aquí desarrollando una carrera que todo indicaba que la anclaría a Hollywood, donde todos los directores demandaban su trabajo.
Yvonne Blake tomó el cargo de presidenta en la Academiadespués de una época turbulenta en la que se sucedieron lasdimisiones en la institución. Ella, con su acento inglés y su tono calmado prometió transparencia, nuevos aires y conquistó a todo el mundo. Lo que aportó inmediatamente fue otra energía. De repente la institución sonreía, se sentía orgullosa y se mostraba al público, comenzando una campaña por organizar más eventos y para incorporar nuevos académicos que rejuvenecieran los premios Goya.
Cómo no lo iba conseguir quien tiene un hueco reservado en la historia del cine, porque la señora Blake diseñó el traje del Superman cinematográfico. Ella fue la encargada de que el mítico vestuario del personaje de cómic cobrara vida en la adaptación de Richard Donner.
La diseñadora de vestuario nació en Manchester en 1940, pero se nacionalizó y trabajó en España. Es parte de la historia del cine español, y sin embargo pocos saben que la mítica S en el pecho del superhéroe que todos admiraron en 1978 salió de su paleta de colores. Su primer trabajo de importancia se remonta a 1966, cuando se encargó del vestuario de La venus de la Ira de Daniel Mann, con Sophia Loren de protagonista, pero fue Fahrenheit 451, la adaptación de François Truffaut de la novela de Ray Bradbury la que la puso en la órbita de los mejores proyectos en todo el mundo. Ya en 1968 realizó su primera visita profesional a España. Fue en las películas del oeste Duffy, el único (1968) y Talento por amor (1969), en esta última conoció a Gil Carretero, el segundo ayudante de dirección que hacía las funciones de su traductor y que desde entonces ha sido su pareja.
De 'Superman' a 'Cocoguagua'
En los años 70 llegó su explosión profesional. Yvonne Blake se paseó por las producciones más prestigiosas. Comenzó la década ganando un Oscar por Nicolás y Alejandra (1971) en su primera nominación y dos años después fue la diseñadora de vestuario de Jesucristo Superstar a las órdenes de Norman Jewison. En 1974 llegaría su segunda y última nominación a los premios de la Academia de Hollywood por Los cuatro mosqueteros. Cuatro años después llegaría ese momento por el que casi todos los profesionales se partirían la cara: Richard Donner confía en ella para crear los trajes de Superman. Con la base de los cómics de Jerry Siegel y Joe Shuster, Blake diseña un vestuario inolvidable. Superman, Jor-El… personajes inolvidables a los que la nueva presidenta de la Academia engalanó. Donner confía en ella otra vez para su secuela.
Justo después llega la época en la que Blake se asentó en España y empalma la secuela del hombre de acero con otro proyecto emblemático -aunque sea en los anales del cine cutre-, Las aventuras de Enrique y Ana, la película protagonizada por el dúo musical español que arrasaba entre los niños con el Disco Chino y el Cocoguagua.
Sus grandes trabajos en España (donde ha ganado cuatro Premios Goya y ha estado nominada en otras tres ocasiones) vinieron de la mano de Gonzalo Suárez y Vicente Aranda. Con el primero hizo Remando al viento, en la que se lució en una obra de época que tan bien lucen en pantalla y que la reportó el primer premio de la Academia que ahora dirigirá. Después repetiría en Don Juan en los infiernos, La reina anónima y El detective y la muerte.