La brecha salarial entre hombres y mujeres existe hasta en la taquilla de cine. Echar un vistazo a la lista de los títulos españoles que más han recaudado en nuestra historia es encontrarse con una lista de nombres masculinos. Amenábar, Bayona, Emilio Martínez Lázaro… y ninguna mujer. Hay que bajar unos cuantos peldaños para ver a una de las pocas realizadoras que han conseguido que su película supere el millón de espectadores. Se trata de María Ripoll, que se ha hecho un hueco en un mundo masculino y en el que cuesta romper ese techo de cristal que impide una igualdad de oportunidades.
Tras el pelotazo que supuso Ahora o nunca -más de 1,3 millones de espectadores el año pasado- la directora catalana vuelve a la carga. Lo hace con las mismas armas: una comedia romántica y dedicada al público joven y femenino, al que parece que se le da la espalda desde nuestra industria. “Bueno, también es porque han salido películas como Que dios nos perdone o Tarde para la ira, que son tan masculinas… y es verdad que los productores y los directivos de los estudios son hombres, pero el público, mayoritariamente, son mujeres y tenemos que hacer producciones para ellas. Esta película es así, pero sin olvidar que también es para ellos”, cuenta María Ripoll a EL ESPAÑOL. El viernes estrena No le culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, basada en la novela de Laura Norton, y con la que espera convencer a tantos espectadores como lectores ha tenido una obra que ya va por su edición número 30.
Las cifras hablan, y el porcentaje de mujeres que dirigen sigue siendo muy pequeño. Mas aún si se ven las grandes apuestas comerciales, en las que no hay directoras al frente. “Tenemos menos sitio. Los que deciden qué hacer y quién lo dirige son hombres y hay un pacto entre caballeros para elegir a otros hombres”, añade la realizadora que se muestra encantada “de ser la directora más taquillera de la historia del cine español, pretendo seguir haciéndolo porque hay que llevar a la gente al cine”.
Lo dice con orgullo, aunque a algunos parece que el éxito les siente mal. Muchos creen que lo comercial es sinónimo de mala calidad y María Ripoll quiere acabar con ese tópico. “Es horroroso, me ha pasado con Ahora o nunca, tener que justificarme por haber rodado una película que ha hecho dinero y que le ha gustado a la gente. Eso es lo que tenemos que hacer, crear industria. Basta ya del cine de autor, de hacer cosas elitistas y exclusivas que nadie entiende. También tiene que haberlo, pero antes hay que hacer una industria fuerte. En Hollywood existe el cine mainstream y el cine alternativo. Aquí sólo teníamos el alternativo, así que hagamos mainstream y luego podremos hacer el otro, parece que por hacer algo más comercial me tengo que justificar”, explica Ripoll.
He tenido que justificarme por haber rodado una película que ha hecho dinero y que le ha gustado a la gente. Basta ya del cine de autor, de hacer cosas elitistas y exclusivas que nadie entiende
Es optimista y ve la botella media llena, cree que algo está mejorando. La principal señal es que las salas están llenas. También están cambiando los prejuicios hacia la comedia, y eso es porque las grandes cadenas están apostando y haciendo género con medios. “Es lo que está pasando, que hemos vuelto al género y ya no se ve en plan: buahhh es una comedia española. Se están haciendo cosas con mucho nivel. Antes había mala prensa y la gente empieza a valorarlo, es verdad que falta marketing y saber venderse. No hemos tenido una buena marca y es verdad que ha habido películas muy malas y que las subvenciones han hecho mucho daño para no hacer un producto potente, pero eso ya no ocurre”, dice haciendo autocrítica la directora.
Una comedia malasañera
Con Ahora o Nunca y No le culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas ha apostado por la comedia romántica, pero ella prefiere quitarle el apellido. “Yo no diría tanto romántica, porque la gente se asusta, diría que es una comedia gamberra y malasañera en la que hay amor y desamor. Me siento cómoda con el género”, añade María Ripoll que ya tiene próximo proyecto firmado del que prefiere no dar pistas. Será su tercera película seguida y espera que esta racha, que sabe que es un lujo en la industria española, “no me machaque" y pueda "parar y descansar un poco”.
Parte del éxito de Ahora o nunca se debió a la gran campaña de promoción que realizaron de la mano de Atresmedia, que coprodujo la película. En esta ocasión no hay una cadena privada que empuje el filme, aunque sí la televisión pública. “Hay ventajas y desventajas. TVE se ha portado muy bien con nosotros. Nos ha dejado hacer el producto que realmente queríamos y a nivel distribución están haciendo un esfuerzo. Es verdad que las privadas son mas potentes a nivel promoción y eso ayuda a llevar a la gente, pero estoy muy contenta con TVE. También vamos de la mano de Sony, que cuida muy bien el marketing y además apoya mucho el cine hecho por mujeres, sin ser conscientes pero lo hacen. Han llevado a Manuela Moreno, a mí…”, opina la directora.
Es verdad que ha habido películas muy malas y que las subvenciones han hecho mucho daño para no hacer un producto potente, pero eso ya no ocurre
No le culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas descansa sobre los hombros de Verónica Echegui, que desata su vena cómica junto a su pareja, Álex García. La directora les prohibió besarse durante los ensayos para meterse en el papel y ahora, al ver el resultado cree que dio en el clavo. “El karma me trajo a Verónica, que tiene un don para la comedia, donde no la habíamos visto mucho antes. Después del primer ensayo supe que todo iba a ir muy bien”, dice segura María Ripoll.
Habrá que ver si el karma se porta bien y perpetúa su romance con la taquilla española, aunque ella es más práctica y prefiere luchar por las cosas en vez de esperar a que simplemente ocurran: “Creo en el karma, pero creo que también somos un poco gilipollas y culpamos a cosas externas de lo que nos pasa”.