Kirk Douglas cumple 100 años. No es una efeméride cualquiera. Pocos actores de Hollywood han pasado de la centena. Olivia de Havilland y Douglas forman esa dupla perfecta que representan todo lo que el cine ha aportado desde su nacimiento hasta la actualidad. Ellos son historia viva del séptimo arte. La filmografía del actor es un resumen perfecto de todos los acontecimientos que han marcado el último siglo de cine.
Películas junto a los mejores directores de cine, con las productoras más importantes de la época, con los estudios del Hollywood dorado, junto a las actrices más talentosas. También es un repaso a sus peores momentos, como esa época oscurantista en la que el senador McCarthy impuso la ley del miedo en su guerra contra el comunismo. La caza de brujas en la que los cineastas declaraban unos contra otros para salvar su pellejo necesitó de valientes que dijeran: basta. Uno de ellos fue Kirk Douglas, que con sus elecciones se convirtió en mucho más que ese “hijo de puta” que definían sus personajes. Estos son los cinco papeles con los que marcó la historia del cine.
'El gran carnaval' (1951)
“Que la verdad no te estropee una buena noticia”. El tópico del periodismo amarillista cobra vida en este clásico de Billy Wilder en el que Kirk Douglas da vida a uno de esos “hijos de puta” que marcaron su carrera. Su Chuck Tatum es el retrato de muchos profesionales que se lucran explotando las miserias ajenas y vendiendo morbo gratuito.
La radiografía de Wilder sigue de plena actualidad, cómo también lo está el Tatum que interpreta Douglas, un periodista que saca oro de un suceso e incluso lo alarga poniendo en peligro la vida de un trabajador atrapado en una gruta de Albuquerque.
'Cautivos del mal' (1952)
Con Vincente Minelli, Kirk Douglas sacaba lo mejor que tenía como actor. La prueba es Cautivos del mal, por la que logró su segunda nominación al Oscar. Un premio que nunca consiguió hasta que en 1996, en un emotivo homenaje, se le entregó el premio honorífico. Este filme es una muestra más de ese tipo de personajes que le iban como anillo al dedo. Esos cabrones con encanto que bordaba.
En esta ocasión se trataba de Jonathan Shields, un manipulador productor de cine que ofrecía un retrato despiadado de la industria de Hollywood del momento. Desde el estreno de esta obra maestra que juega con el cine dentro del cine, se especuló en quién podría estar basado el egocéntrico personaje al que daba vida Douglas, y las apuestas se centraron en Val Lawton y David O. Selznick.
'El loco del pelo rojo' (1956)
Segunda colaboración con Minelli y segundo papelón. En esta ocasión dando vida a Van Gogh en El loco del pelo rojo, traducción surrealista del original Lust for life. Douglas se metió dentro del genio y se lo reconocieron con una nominación a los Oscar que perdió frente a Yu Brynner por El rey y yo. Para más decepción, su compañero de reparto, Anthony Quinn, sí que se llevó el premio de la Academia por su papel de Paul Gauguin, que sólo aparece en 10 minutos en este filme sobre el proceso creativo de Van Gogh y su descenso a la locura.
'Senderos de gloria' (1957)
Una de las obras maestras de Stanley Kubrick y la primera vez que trabajaba con el realizador. Este filme permanece como un clásico con uno de los mensajes antibelicistas más potentes de la historia del cine. Douglas se empeñó personalmente en realizar la película, hasta el punto de renunciar a su salario y producirla.
La tesis en contra de las guerras produjo que muchos países como Francia, Israel o incluso las bases militares de EEUU se negaran a proyectarla. Lo mismo ocurrió en la España franquista. Hubo que esperar 29 años, hasta 1986, para que Senderos de gloria pudiera ser disfrutada por los espectadores españoles.
'Espartaco' (1960)
La película por la que todo el mundo le recuerda es Espartaco. Su valiente gladiador supuso su segunda colaboración con Stanley Kubrick y uno de sus mejores papeles. Sin embargo, fue por motivos extracinematográficos por los que esta película y Kirk Douglas pasarán a la historia. El actor se jugó su carrera en Hollywood apostando por un guionista como Dalton Trumbo, uno de 'los diez de Hollywood' que el senador McCarthy había mandado a la cárcel por comunista, y denostado en la industria del momento.
Douglas se puso el mundo por montera y le ofreció escribir el filme. Fue la aparición de Trumbo en los títulos de crédito en la primera proyección de Espartaco la que provocó que las listas negras llegaran a su fin.