Casi un año han tardado, pero al final la Filmoteca ha encontrado su nueva directora. Se trata de Ana Gallego Torres, cuya experiencia profesional en el cine o en la gestión cultural es inexistente. La nueva responsable de la institución encargada de recuperar, investigar y conservar el patrimonio cinematográfico y promover su conocimiento es licenciada en Derecho por la Universidad de Granada y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Sus anteriores puestos han estado ligados a la Delegación del Gobierno para la violencia de género, donde fue subdirectora general.
Su elección ha sido directa, sin concurso público. El Ministerio de Cultura y el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) han incumplido su palabra, ya que cuando se anunció la salida de Chema Prado del cargo por su jubilación anticipada en marzo del año pasado se comunicó que su sustituto sería elegido siguiendo el código de buenas prácticas, que dice que esa plaza deba ser una convocatoria pública. De hecho hasta la nota de prensa emitida por la institución decía lo siguiente: “En próximas fechas el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA) convocará un concurso público en aplicación del código de buenas prácticas para cubrir la plaza de director de la Filmoteca”.
Más tarde, la entonces directora del ICAA, Lorena González Olivares, matizó ese comunicado y dejaba entrever que el nuevo director sería elegido directamente por el ministerio. Para enredar más la madeja apareció en escena el que era Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, que confirmaba al periodista Carlos Reviriego la convocatoria de un concurso público para cubrir la plaza del director de la Filmoteca, “con el fin de evitar un nombramiento político para una institución que debe estar desligada de lo político”. Actualmente Reviriego es el Director Adjunto y responsable de Programación de la Filmoteca. Un puesto para el que sí ha habido concurso.
Ni Lassalle ni los responsables del ICAA eran conscientes de la imposibilidad de abrir una convocatoria de empleo público para este cargo por el carácter de la propia Filmoteca, que es una subdirección del ICAA, cuyo responsable ha de elegirse entre el funcionariado, tal como confirman a este periódico fuentes del propio Instituto de la Cinematografía. “Cuando Chema se va después de 26 años, nos damos cuenta de que es un gran profesional, pero no es un gestor, y la situación es caótica. En esa parte hay un déficit y desde Hacienda se sugiere incluso suprimir esa figura. Desde Cultura se consigue que se mantenga y la Filmoteca pasa a ser una subdirección del ICAA, y por Ley ese puesto tiene que ser un funcionario”, explican a EL ESPAÑOL.
La Filmoteca es una subdirección del ICAA, y por Ley ese puesto tiene que ser un funcionario
Desde la institución subrayan que han querido apostar por un perfil gestor, y que la parte más dedicada al patrimonio cinematográfico será asumida por Carlos Reviriego. “Ha tenido experiencia con la cultura fuera, pero no profesionalmente. Funcionarios con experiencia en Cultura no hay tantos y se ha buscado un perfil gestor que se encargue de abrirse al sector, de buscar acuerdos internacionales, con otras Filmotecas, de negociar con hacienda...”, añaden.
Con este nombramiento se perpetúa uno de los problemas que denunciaron los trabajadores de la Filmoteca en la serie de artículos publicados por EL ESPAÑOL y que alertaban de la situación de alarma en la institución. Contaban que durante los últimos años se había sustituido “a un equipo de profesionales que han dado su vida por la Filmoteca por funcionarios de la administración sin conocimientos de conservación y restauración cinematográfica. Se han cambiado a los expertos por gestores”, denunciaban y alertaban de que las decisiones de peso eran tomadas por gente sin los conocimientos suficientes.
Funcionarios con experiencia en Cultura no hay tantos y se ha buscado un perfil gestor que se encargue de abrirse al sector, de buscar acuerdos con otras Filmotecas, de negociar con hacienda
Estas denuncias provocaron la destitución de Lorena González como directora del ICAA y el anuncio por parte del nuevo secretario de Cultura, Fernando Benzos, de un plan para relanzar la Filmoteca cuyas líneas generales de actuación serán recogidas en el Plan Cultura 2020 y que tendrán como objetivo principal fomentar la actividad y conocimiento de este archivo.
Ese perfil gestor es el que también se argumentó en la elección de Óscar Graefenhain como director del ICAA en sustitución de Lorena González (quien tampoco tenía experiencia con el mundo del cine). Graefenhain había ejercido hasta ahora diferentes cargos de confianza del Gobierno, entre ellos, jefe de gabinete de la subsecretaría del Ministerio de Sanidad y Consumo, director del gabinete del Secretario de Estado de Cooperación Territorial y de Relaciones Institucionales en el Ministerio de Fomento, y por último Director General de Deportes. Ninguno de ellos de corte cultural. Ahora es el responsable de la institución de la que dependen las ayudas al cine, las leyes que rigen su funcionamiento y la propia Filmoteca. Dos cargos con el mismo perfil en las dos grandes instituciones para la protección de la industria del cine y de su patrimonio.