No hay un género que resuma mejor la magia del cine que el musical. Pasar dos horas en un mundo imaginado y querer quedarte a vivir para siempre dentro. Cuando se encienden las luces de la sala uno sale flotando. Las canciones y los bailes se contagian al espectador, que se cree capaz de todo, incluso de subir de un salto a una farola bajo la lluvia o de bailar claqué por la calle. Los musicales nos hacen felices y consiguen que, por unos momentos, nos olvidemos de la crisis, de la subida de la luz y hasta de Donald Trump.
En una época en la que Hollywood sólo produce secuelas, precuelas, reboots y películas de superhéroes, hacía falta que alguien recordara para qué sirve el cine. Ha sido el joven Damien Chazelle el que lo ha conseguido con La La Land, la película que quiere arrasar en los próximos Oscar y que se ha convertido también en un fenómeno en la taquilla. El boca a boca ha corrido como la pólvora, porque la gente quiere divertirse, pasarlo bien y poder gritar a los cuatro vientos ese “I'm happy again” que decía Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia y que condensa la esencia del cine y de los musicales, como también lo hicieron estos once escenas.
'Sombrero de copa' (1935)
Los primeros en desplegar su encanto en el musical fueron Ginger Rogers y Fred Astaire. El género todavía no había llegado a su época dorada, pero ellos ya dejaron claro su potencial en clásicos como Sombrero de copa, que cuenta con uno de los números de claqué más bonitos de la historia del cine. La duda sigue presente, ¿quién era mejor bailarín, Astaire o Gene Kelly?.
'El mago de Oz' (1939)
La película que tenía todas las papeletas para ser un fiasco y se convirtió en una obra maestra. Problemas de producción, cambio de directores, enanos rebeldes... y sin embargo la magia de Judie Garland cantando Over the rainbow y caminando por las baldosas amarillas hacia Oz la convirtieron en un clásico imperecedero.
'Cantando bajo la lluvia' (1952)
Si hay una persona que marcara un antes y un después en el cine musical ese es Gene Kelly. Actor, bailarín, coreógrafo y aquí codirector de la película -junto a Stanley Donen- que supuso la cima del cine musical junto a Un americano en París, también con Kelly. No hay nadie que no haya bailado, cantado y disfrutado con esta escena.
'Siete novias para siete hermanos' (1955)
Uno de los grandes clásicos del género y de las obras que mas han influido en los títulos posteriores es la película de Stanley Donen, que abre como tienen que hacerlo los grandes musicales, con un número espectacular que deje al espectador con los ojos abiertos. Piruetas, bailes, un gran despliegue de bailarines... todo vale en esta obra que inspiró a Daniel Sánchez Arévalo para La gran familia española.
'West Side Story' (1961)
Romeo y Julieta tuvo su adaptación musical con esta obra maestra de Robert Wise que contaba el enfrentamiento entre dos bandas en Nueva York. Su America es historia del cine y uno de los números más emblemáticos del género. Una de las películas más premiadas en los Oscar con diez estatuillas, entre ellas la de mejor película.
'Mary Poppins' (1964)
Disney se apartó de la animación para producir la adaptación al cine de las novelas de P.L. Travers, aunque se permitió introducir dibujos en alguna escena como en el Supercalifragilisticoespialidoso que se convirtió en un himno para toda una generación de niños. Trece nominaciones a los Oscar de los que ganó cinco, entre ellos el de mejor actriz para una Julie Andrews a la que todos quisimos como niñera. Hollywood ya prepara su secuela.
'Cabaret' (1972)
Pasada la época dorada, las películas empezaron a adaptar éxitos de obras de Broadway y se olvidaron del clasicismo que había reinado hasta el momento. Bob Fosse demostró ser uno de los mejores realizadores de musicales y junto a Liza Minelli crearon un peliculón que además sitúa la trama del musical en un contexto histórico tan oscuro como el auge del nazismo en Alemania. Es difícil quedarse sólo con un número, pero el Mein herr es, quizás, el más espectacular.
'The rocky horror picture show' (1975)
El musical más loco, gamberro e indefinible de la historia llegó en los años 70. Una oda a la libertad que rápidamente se convirtió en un fenómeno de culto. La modernidad llegaba al género con la historia del Dr. Frank-N-Furter en una película llena de referencias sexuales y una jovencísima Susan Sarandon.
'Grease' (1978)
Nadie daba un duro por esta película que adaptaba una obra de Broadway, pero que reventó la taquilla y se convirtió en una de las películas más queridas por los amantes del musical. Una obra que roza lo hortera pero que arrasa en cada pase televisivo que tiene. No hay boda o fiesta que se precie sin que pongan una canción de Grease.
'The blues brothers' (1980)
John Belushi y Fan Aykroid no imaginaban cuando realizaron su número cómico en Saturday Night Live que se convertiría en un fenómeno de masas y más tarde en una película única. Un musical canalla, lleno de música R&B y Soul y cameos de estrellas como James Brown o Carrie Fisher. Este Shake a tail feather condensa la esencia del filme a la perfección.
'Chicago' (2002)
Rob Marsahll entró por la puerta grande en Hollywood, con una película que puso a la crítica a sus pies y que se alzó con el Oscar al Mejor filme, siendo el último musical que lo ha logrado. Adaptaba una obra de Broadway con libreto del genio Bob Fosse, lo que sumado a las grandes actuaciones de Renée Zellweger y, sobre todo, Catherine Zeta-Jones -que ganó también la estatuilla-, consiguieron que el género volviera a brillar con números como este Cell block tango.