El pasado siempre vuelve. Lo hizo el diábolo, los pitillos y hasta José Luis Moreno, así que era cuestión de tiempo que lo hicieran los autocines. Ya no hace falta coger el Delorian para ir a los años 50 y disfrutar de uno de ellos. Madrid ha resucitado la moda y este viernes inaugurará el suyo.
Lo hará, como no podía ser de otra manera, con la película más mítica para disfrutar en un autocine: Grease. El clásico de John Travolta y Olivia Newton-John es el filme perfecto para este proyecto que ha tardado cuatro años en materializarse y que por fin verá cómo las luces de sus farolas se apagan y se enciende el proyector.
Así que enciendan los motores y preparen las palomitas, porque ahora el cine se disfruta en el coche con tu pareja o con la familia. Sólo hay que aparcar y sintonizar el canal de radio por el que entrará el audio de la película. Un regreso al pasado situado en la calle Isla de Java y que quiere alternar los clásicos como Grease con películas de estreno como Logan, que llegará el 3 de marzo.
Hasta 350 coches podrán disfrutar del espectáculo. Para llegar a la 'sala' tendrán que pasar por un paseíllo lleno de fotogramas míticos de la historia del cine que le van poniendo en situación. En un extremo la inmensa pantalla de cine, en el otro el enorme proyector colocado en un contenedor y decorado para la ocasión.
25.000 metros cuadrados que se completarán con la instalación de butacas para que en verano no lo disfruten sólo los coches, sino también espectadores a pie que quieran conocer este concepto
25.000 metros cuadrados que se completarán con la instalación de butacas para que en verano no lo disfruten sólo los coches, sino también espectadores a pie que quieran conocer este concepto que triunfó durante décadas y que vivió su ocaso a partir de los 80. La idea de sus dueñas es que la experiencia cinematográfica no empiece con la película y termine con los títulos de crédito, sino que se vaya antes y uno se quede después disfrutando de las propuestas de ocio que se programarán. Después de las películas habrá música en directo los fines de semana y se pretende programar ciclos de cortometrajes.
Por supuesto no podían faltar las palomitas y la comida y la bebida. Una 'food truck' con perritos calientes y un diner ambientado en los años 50 son la oferta inicial que pretende ir ampliándose y que también cuenta con una zona para poder comer al aire libre. De momento los espectadores tendrán que salir del coche para ir a coger su perrito, pero se prepara una app para pedir y que se lleve al propio coche sin perder un minuto de la película.
'Grease' dará el pistoletazo de salida para esta propuesta que además de cine se completará con una zona gastronómica y con música tras la proyección
Pasear por la explanada del Autocine -que cuenta con el patrocinio de RACE y de Coca Cola- es convertirte por unas horas en Danny Zuko. La nostalgia se apodera del espectador que se sentará en una mítica mesa de cafetería de EEUU con sus sofás rojos y podrá hacerse una foto con una colección de coches antiguos con los que dan ganas de cantar Grease Lighting.
La expectativa no ha podido ser mayor, y el fin de semana se ha colgado el cartel de 'No hay entradas' para ver Grease desde el coche. El cine se reinventa resucitando fórmulas del pasado para asegurar su futuro.