Los fenómenos cinematográficos tienen dos velocidades. La primera es apuntarse pronto al carro. Ser uno de los primeros en alabar una película y augurar su éxito. La siguiente es ir a la contra. Cuando todo el mundo se ha rendido a sus pies lo original es destrozarla, decir que no vale para nada. Siempre ocurre. Lo que también es cierto es que el consenso absoluto en el cine es imposible, y todos los títulos tienen sus detractores que desde el primer momento dijeron que aquella supuesta obra maestra era un engaño.

Es lo que ha pasado con La La Land, la película que ha enamorado a medio mundo y a toda la crítica, pero que también tiene su legión de 'haters' dispuestos a demostrar que el musical de Damien Chazelle no se merece todos los premios que está consiguiendo y que se ampliarán el próximo domingo, cuando tiene todo a favor para arrasar en los Oscar.

LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS - LA LA LAND. Tráiler Final

Desde su proyección en Venecia, la película -que ya se llevó allí el galardón a la Mejor actriz- vino inflada por las primeras impresiones de la crítica. Los siguientes pases de prensa la confirmaron como una de esas películas capaces de juntar a los periodistas especializados y al público que llena las salas. Hay que rebuscar mucho para encontrar una crítica negativa del filme. En España Nando Salvá, desde Cinemanía, fue de los pocos que dijo algo malo: “resultona, pero con unos números musicales más bien mediocres”, escribía en la revista. En Metacritic, la web que recopila las críticas sobre un filme su nota es de 93 sobre 100 y no tiene ninguna mala opinión y sólo dos de ellas son regulares. El público también caía a sus pies y en IMDB tiene una nota de 8,4 sobre 10 y es la película número 57 de toda la historia del cine en su ranking.

Aunque haya que rebuscar uno encuentra a gente a la que no le haya gustado La La Land o que piense que las alabanzas que ha recibido son excesivas. Es lo que opina Beatriz Martínez, crítica de Fotogramas, que cree que es “desmesurado el acontecimiento en el que se ha convertido la película”.

'La La Land' corresponde a un tipo de cine muy prefabricado que le da al público lo que quiere, un cine ñoño de colorines y sin ningún tipo de verdad

Para ella este tipo de filmes responden a un “cine muy prefabricado que le da al público lo que quiere, un cine ñoño de colorines y sin ningún tipo de verdad”. “Lo que te cuenta son lugares comunes, y tampoco los números musicales son brillantes. Bebe de la tradición del cine de EEUU y lo que vende es nostalgia. Es un caramelo bien montado para audiencias que no quieren adoptar riesgos, porque el público rechaza cualquier tipo de cine un poco más visceral, es una película hecha para gustar y eso me molesta”, añade la periodista. Tampoco comparte el mensaje del filme, que define como “muy cínico” y “un cuento de hadas perverso”.

El otro lado de la la Land

Uno de los piropos que más veces ha recibido La La Land es que recupera la esencia de los musicales clásicos como Un americano en París o Cantando bajo la lluvia, algo que hacía décadas que nadie intentaba. No todos comparten este parecido. Para Julio César, cinéfilo y amante del género, es un “musical decepcionante para los verdaderos amantes del género”. “En cuanto a la interpretación 'musical' de sus protagonistas, creo que la película está más cerca de El otro lado de la cama que de Un americano en París o Cantando bajo la lluvia, como se empeñan en recordar los críticos. Emma Stone y Ryan Gosling cantan y bailan más bien poco. Y además, lo hacen con mucha menos gracia. Quizás baste con desetiquetar La La Land como una película musical. Vista así, resultará mucho menos decepcionante”, zanja.

Emma Stone y Ryan Gosling en La La Land. Universal

Estos fenómenos de recuperación del cine clásico no son nuevos. Hace cinco años precisamente triunfaba en los Oscar otra película de este estilo, The artist, que se llevó cinco premios, entre ellos Mejor película, dirección y actor. Para Olvido Pérez, también amante de los musicales y trabajadora en el mundo del cine, ambos fenómenos tienen mucho que ver. “Es como The Artist, bonita, impostada, una falsa copia. A todo el mundo le ha encantado, sobre todo a aquellos que nunca van al cine y nunca han visto un musical en su vida. Nadie se acordará de ella en tres años”, opina.

La interpretación 'musical' de sus protagonistas está más cerca de 'El otro lado de la cama' que de 'Un americano en París' o 'Cantando bajo la lluvia', como se empeñan en recordar los críticos

Las principales críticas a La La Land vienen por dos lados, uno su inspiración clara en los musicales clásicos que la llevan a copiar planos constantemente y un guion repleto de lugares comunes. Algo que irritó especialmente a sus detractores cuando el filme ganó el Globo de Oro en esta categoría por encima de obras como Manchester frente al mar o Moonlight, algo que explica Javier Jorrín, periodista de EL ESPAÑÓL. "Antes de verla me habían asegurado que era una película que 'cambiaría la forma de hacer cine'. Para mi sorpresa me encontré una historia de amor repetida hasta la saciedad en el cine, con un guion cargado de tópicos y con un desarrollo y desenlace previsible. Los personajes son muy planos, el enamoramiento de los dos personajes está forzado y más todavía su discusión y ruptura”, cuenta.

Argumentos que no parecen suficientes para parar la avalancha de premios Oscar que recibirá la película y que darán gasolina a los detractores de La La Land.

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