El cine español superó el año pasado la barrera de los 100 millones de euros de recaudación. Lo hacía por tercera vez en su historia y rozaba una cuota de pantalla del 20%. Nuestras películas gustaban al público y los taquillazos nacionales se han sucedido: Un monstruo viene a verme, Kiki, el amor se hace, Cien años de perdón, Villaviciosa de al lado… Pelotazos que han competido de tú a tú con superproducciones de Hollywood.
Pero para el Ministerio de Cultura -y para Montoro desde Hacienda- estos méritos no han sido suficientes para premiarles con una subida en las ayudas al cine que se convocarán en las próximas semanas. Tampoco lo ha sido la docilidad del sector mostrada en los pasados premios Goya, donde no hubo ningún discurso político o por la bajada del IVA cultural. Los mismos 30 millones que el sector consideraba insuficientes en 2016 se repetirán en 2017. La excusa es que sin unos presupuestos aprobados no se puede aumentar la dotación económica.
Ellos saben que con ese dinero no se llega a nada. Además hay que resolver problemas que hay en las relaciones con la administración
La cantidad la ha confirmado Ramón Colom, presidente de la Confederación de productores audiovisuales españoles (FAPAE) a este periódico. Colom vuelve a calificarlas como “absolutamente insuficientes” y asegura que “el compromiso con el ICAA es que se convoquen ahora”. “Ellos saben que con ese dinero no se llega a nada, pero es que además hay que resolver problemas que hay en las relaciones con la administración, pero eso es un discurso largo y proceloso, con muchos problemas. Ahora para hacer una película, además del productor tiene que haber un equipo jurídico y experto en relaciones con la administración porque si no te llevas un bofetón”, cuenta el presidente de FAPAE.
El cine se ve ignorado de nuevo y recibirá una subvención mínima comparado con otras industrias. Por ejemplo la empresa Seat recibe más de 400 millones de euros en ayudas públicas, y el plan PIVE para el sector automovilístico, implantado por el Gobierno en 2012, supuso una inversión de 1.115 millones (225 en el curso pasado).
Convocatoria sin modificaciones
Otra de las cosas que ha molestado a los productores es que esta convocatoria no incluye las modificaciones que pidieron tras los problemas el año pasado. “No ha sido posible, hay alguna rectificación, pero las grandes, lo importante, tiene que ser modificado por un decreto en el Consejo de Ministros. Así que esas modificaciones tendrán que esperar a la segunda convocatoria. Los productores están molestos, pero las mecánicas administrativas son las que son y no hay muchas alternativas. No hay posibles soluciones, podríamos haber no convocado nada hasta que se cambiara, pero eso implicaba no arrancar ningún rodaje así que lo hemos aceptado así”, añade Ramón Colom.
Tras la reforma de la Ley del Cine, las ayudas pasaron a concederse a priori, en vez de después de su explotación comercial en salas, lo que provocaba prácticas como el fraude en la taquilla. La idea era que los productores tuvieran el dinero desde el comienzo del proyecto y las películas fueran ayudadas en todas las fases de creación, algo que con los plazos actuales y la escasa dotación no se está cumpliendo.
Nos gustaría que hubiese ayudas al desarrollo, pero ahora nos dicen: ¿qué prefieres? sólo hay 30 millones así que o los quitamos de las ayudas a las películas y lo metemos en desarrollo o nada
2017 repite las fechas del curso pasado y para evitar estas cosas desde FAPAE han sugerido crear tres convocatorias en vez de dos, algo que desde el ICAA no han aceptado. “Agradecemos su buena voluntad, pero nos gustaría que también se plasmara en otra cosa. Mira, en Francia, el CNC (Centro Nacional de Cinematografía) ha aprobado en la convocatoria de febrero ayudas para desarrollar 35 películas. En España esa ayuda ni existe y la hemos pedido. Los franceses tienen ayudas para el desarrollo desde el minuto cero, y aquí el productor tiene que cargar con el desarrollo de un proyecto que a veces no se convierte en nada”, continúa.
“Eso hay que resolverlo, porque influye en el resultado. Y eso estaba en el espíritu de la reforma de la Ley, pero como no hay dinero… esto lo hablamos con la anterior directora del ICAA y nos dijo que no había posibilidad. Nos gustaría que las hubiese, pero ahora nos dicen: ¿qué prefieres? sólo hay 30 millones así que o los quitamos de las ayudas a las películas y lo metemos en desarrollo o nada”, explica a este medio.
En los próximos días se publicará la primera convocatoria, que si sigue la pauta del año pasado contará con 20 millones -los diez restantes serán para la segunda- que provocaron que sólo 15 filmes recibieran la ayuda e incluso alguno con los puntos suficientes no lo hiciera por la escasa dotación.