En plena época de Youtube, Instagram y Snapchat los adolescentes parecen abducidos. Siempre absortos con el móvil parece que ya no tienen ningún interés. Hasta el cine se ha olvidado de ellos. Ya no hay películas dirigidas a jóvenes en la edad del pavo. Qué tiempos aquellos en los que títulos emblemáticos como Desmadre a la americana o Porky's se sucedían constantemente en la cartelera. En ellas la premisa era básica: mostrar a chavales con las hormonas desatadas en una sucesión de gags donde el sexo y el alcohol eran el centro.
Hollywood creo un propio género, la comedia adolescente, y en España nos olvidamos de copiarlo. Da igual que alguna de esas intentonas haya funcionado, como Fuga de cerebros y su secuela. Ahora la comedia se ha ablandado y parece que los adolescentes ya no están tan desatados. Eso no es lo que opina Álvaro Alonso, que ha producido, dirigido y escrito Contigo no, bicho, una Porky's a la española que vivirá su puesta de largo en Málaga, donde se verán cinco minutos del filme que trata de las aventuras de tres chavales para perder la virginidad a toda costa. Para ello ha contado con un reparto de jóvenes elegidos por un casting online vía instagram y con caras conocidas como Alfonso Sánchez, Alberto López y Amarna Miller, la conocida actriz porno y activista feminista en su primera aparición en el cine convencional.
Miller califica la experiencia como “maravillosa”. Tenía ganas de “dar el salto al cine convencional” y esta ha sido la oportunidad perfecta. “Me gusta estar en muchos proyectos, probar nuevas opciones y he quedado muy contenta, para repetir, por supuesto”, cuenta a EL ESPAÑOL. Es consciente de que hay -y habrá cuando se estrene- muchos prejuicios sobre su cambio de género, pero ella se enfrenta a ellos y los desarma en un momento. “Siento que tengo que justificarme a cada segundo en todos los ámbitos. Cuando tú te dedicas a un trabajo con tu imagen parece que ya no puedes trabajar en algo relacionado con tu cerebro. Ahora parece que el cine mainstream es un trampolín para nosotros, pero yo estoy muy contenta con lo que hago, simplemente me gusta salir de mi zona de confort y me gustan los retos. ¿Por qué no puedo hacer ambas? Yo dirijo mi vida tomando las decisiones que me hacen feliz”, añade y aclara que no se le pasa por la cabeza dejar el cine para adultos.
La idea de la película nace de la faceta de Alonso como productor. “Desde Fuga de cerebros no hay una película para adolescentes. Hay un hueco. Se está abandonando a un público. Vi que ya antes incluso de Ocho apellidos vascos, que es la punta del iceberg, había títulos como Que se mueran los feos y otras que hacían cinco o seis millones de euros en taquilla. Ese es el germen, hacer ese tipo de comedias. Yo tengo 47 años y me crié con películas como Porky's o Desmadre a la americana, que eran un cine bastante gamberro y sin complejos, políticamente incorrecto. Aquí los adolescentes siempre son tontitos y les pasan las cosas por tontos, allí eran unos golfos y les pasan por golfos, no por tontos, quería recuperar ese espíritu”, cuenta Alonso a este periódico.
Siento que tengo que justificarme a cada segundo en todos los ámbitos. Cuando tu te dedicas a un trabajo con tu imagen parece que ya no puedes trabajar en algo relacionado con tu cerebro
La polarización y el poder que han adquirido las cadenas privadas para producir cine es lo que ha provocado esta desaparición del género. “Las televisiones hasta hace poco sólo querían películas para poner los domingos por la tarde para que vieran toda la familia y esto no es para toda la familia. No traspasaban esa línea en ningún género, y en este o te pasas o no tiene gracia”, explica el productor que cuenta entre sus éxitos con Carmina o revienta.
Con un gasto de producción muy bajo, abandonó la idea de que una televisión la produjera y se puso también manos a la obra para dirigirla. El título vino por el conocido vídeo viral en el que un joven cuenta borracho cómo una chica le ha dado calabazas con la mítica frase: 'Contigo no, bicho' y para los papeles protagonistas ha escogido a actores desconocidos.
La decisión de que Amarna Miller fuera la chica de la película estaba desde el principio, cuando la descubrió en una entrevista en Jotdown y vio lo que buscaba: “una chica dulce pero que detrás tuviera algo no tan dulce”. “Buscaba algo como el personaje de Rebecca De Mornay en Risky Business. Ese rollo. Es un homenaje a las películas de mi adolescencia, y me apetecía que estuviera ese papel que te provocase sexualmente, con sex appeal, pero dulce”, explica el director que destaca lo fácil que ha sido dirigirla y confiesa que, al principio, fue “con cierto reparo”.
Las comedias adolescentes siempre han sido tratadas de machistas por su tratamiento a la mujer. Amarna Miller ve esto como una “oportunidad par diversificar mi trabajo”, pero tiene claro que la industria del cine es machista. “Es una industria muy complicada, sufrimos un machismo estructural y romper esa estructura es muy complejo, y si encima ponemos una capa superior como es la capitalista, más todavía. Este negocio busca el beneficio económico y entras en un bucle, es la pescadilla que se muerde la cola. El que produce tiene el dinero y elige lo que se va a realizar etcétera, y el cine convencional, como el de adultos, tiene problemas para romper el estereotipo patriarcal en cualquier tipo de obra”, opina la actriz.
El cine convencional, como el de adultos, tiene problemas para romper el estereotipo patriarcal
“Menos del 20% de las películas de la cartelera del año pasado estaban protagonizadas por mujeres. Se dice siempre que el espectador masculino no empatiza con los personajes femeninos por ese estigma estúpido que hay, y eso hace que el protagonista sea un hombre porque se piensa que es la forma de llegar al gran público, y eso creo que es una mentira que reduce el cine a una visión muy estrecha, pero también en cuanto a una diferenciación de clase... ¿o dónde está el colectivo LGTB en las películas convencionales, las parejas del mismo sexo? Las películas dirigidas por una mujer son noticia por el hecho de estar rodadas por una mujer, son casi como un subgénero cuando debería ser otra película más”, añade.
Amarna Miller y Álvaro Alonso estarán en el Festival de Málaga dando visibilidad a esta película que rescata el espíritu de las comedias adolescentes y que se ha levantado a pulso por un productor convencido de que los jóvenes necesitan reírse y dejar sus móviles por un rato.