La nueva versión de La Bella y la Bestia es un buen momento para reflexionar qué quiere colarnos la factoría de Disney con este cuento, en el que, ahora, Bella asegura que Romeo y Julieta es su obra favorita de Shakespeare y recita poemas a Bestia, junto al lago helado. ¿En serio? Lo sustancial de la trama no cambia: una canción lo empapa todo de azúcar y, al final, él se vuelve guapo y todo en orden en el castillo donde Bella ha sido secuestrada. S-e-c-u-e-s-t-r-a-d-a.