La serie de Bette Davis y Joan Crawford -estas dos divas icónicas que se tiraron de los pelos- denuncia el desprecio del envejecimiento de las actrices de más de 40. Mujeres que se vuelven invisibles para la industria cinematográfica de todo el universo. Y las actrices jóvenes tampoco es que tengan papeles de la hostia, normalmente son personajes que orbitan alrededor de los hombres protagonistas. Protagonistas en mi vida, en tu vida, en la vida de todos. ¡Son importantísimos! Los hombres son… lo que más importa aquí. Lo-que-más.
Mira las películas nominadas a los Goya, a excepción de Julieta: tíos, tíos, tíos, tíos. Luego, en la misma gala, Dani Rovira, para reivindicar el papel de la mujer, se puso esos taconcitos y sacó todos esos chistecitos… la traca final. Siempre nos quedará París.