El 10 de marzo llegaba a las salas la película española Zona Hostil, una producción de Tornasol Films con cinco millones de presupuesto y esperanzas de hacer un buen dato en la taquilla. España no tiene una tradición de cine bélico, ni mucho menos de cine militar. Pero el despliegue realizado por esta película, protagonizada por Ariadna Gil y Raúl Mérida, y dirigida por Adolfo Martínez -que hasta ahora había triunfado en el departamento de arte de taquillazos de Hollywood como El libro de la selva o Terminator: Salvation-, intentó convertir en héroes a los soldados españoles.
La promoción se centró en los elementos patrióticos de la película y el Ejército apoyó el filme: estuvo en su presentación, se paseó a los periodistas en un helicóptero de combate y hasta los telediarios de TVE (que suelen olvidarse del cine nacional). Se volcaron con una película que ensalza el espíritu patrio y la labor de sus militares en misiones de guerra.
Mala recaudación
Tras pasar por taquilla los tres primeros días, el dato de recaudación de Zona hostil en todo el Estado fue decepcionante. Se estrenó en 169 salas y sólo obtuvo una recaudación de 240.000 euros. Eso significa una media por pantalla de 1.420 euros, muy poco para un filme de estas dimensiones. Desde entonces, su carrera ha sido la de cualquier producción, con un descenso que le hizo caer un 30% de espectadores, y una suma total de 751.049 euros, según los datos que aporta el Ministerio de Cultura.
Zona Hostil destaca por la irregularidad con la que se ha comportado, según qué comunidades autónomas. En Madrid, por ejemplo, tuvo un gran resultado. Tal y como ha podido saber este periódico, la película consiguió un promedio de más de 2.800 euros en cada uno de los 29 cines donde se estrenó. Es decir, más del doble de lo que luego sería la media final.
Ese buen resultado madrileño desvela que, en algún sitio, la película no tuvo ningún interés. Cataluña ha la comunidad donde Zona Hostil se ha estrellado. El toque patriótico de esta historia que cuenta la operación de rescate que vivió un equipo de soldados españoles en Afganistán ha sido veneno en a comunidad catalana.
El desastre catalán
En Barcelona se estrenó en 14 cines (frente a las 169 de Madrid), donde tuvo un promedio de 1.100 en cada uno de ellos. Inferior a la medio y menos de la mitad de lo que se recaudó en Madrid. Peor fue en Girona, donde la única sala en la que se estrenó se quedó en 660 euros, y el fracaso más grande se vivió en Tarragona, donde los tres cines que la proyectaron se quedaron con unos paupérrimos 268 euros por complejo. Algo mejor fue en Lleida, donde logró subir la media española con sus 1.921 euros en el único cine que la proyectaba.
Tras viente días en cartel Zona Hostil suma 54.441 euros en Cataluña, lo que supone sólo un 7% de la recaudación total del filme, en el que suele ser el segundo territorio más grande de explotación de una película en su carrera comercial en España. De hecho, una película española en Cataluña suele hacer un 20 % de su recaudación (según datos del Ministerio de Cultura). En Madrid, por su parte, ha superado los 260.000 euros, lo que significa que en la capital y sus pueblos se ha hecho casi el 35% del acumulado de la película.
Poco recorrido le queda a una película que ya se encuentra en pocas salas, y que ha vivido los prejuicios de los espectadores en la segunda comunidad autónoma en importancia en cuanto a taquilla se refiere. La producción de Gerardo Herrero tendrá que sudar mucho si quiere llegar al millón de euros de recaudación.