Las estrellas de Hollywood no son el colmo de la puntualidad. Cualquier excusa es buena para empezar tarde una entrevista. No le gusta el maquillaje, necesita comer algo o, simplemente, no le apetece bajar todavía. Las excusas son innumerables, así que cuando un periodista va a un encuentro con el actor de una producción importante sabe que la hora marcada es sólo indicativa. Por ello, el retraso de Tom Holland -el niño de Lo Imposible y nuevo Spider-Man que se estrenará en España el 28 de julio- en su encuentro con los medios entraba dentro de lo normal. Sin embargo, esta vez no era un caprichito de estrella, sino la demostración de que este hombre araña no va a ser como los demás.
Tom Holland había acudido por la mañana -y fuera de sus actos oficiales- a visitar a niños enfermos del Hospital Niño Jesús disfrazado del superhéroe. Los compromisos promocionales han quedado en un segundo plano para él. No es una cosa puntual, a cada sitio al que acude realiza la misma operación. A veces lo cuenta en sus redes sociales, otra prefiere que nadie se entere. Este hombre araña gasta otra pasta. Ya es una estrella, pero una que de momento sigue con los pies en el suelo.
Nuevos tiempos para nuevos héroes y nuevas películas. Tras el fiasco de las películas de Andrew Garfield, el universo Marvel recuperaba a uno de sus personajes más emblemáticos y fichaba a un actor británico para darle vida. A Holland sólo le habían visto en una película: Lo imposible. En Reino Unido fue el niño del musical de Billy Elliot, pero en el resto del mundo fue el crío que arrancó el corazón de los espectadores en la película de Juan Antonio Bayona, al que considera más que un mentor, “un amigo”. “Esa película cambió mi vida, todo lo que sé del cine lo aprendí de Bayona y Naomi. Son muy amigos míos y me han abierto tantas puertas y estoy tan agradecido de que me dieran esa oportunidad... Tengo muchas ganas de volver a trabajar con los dos”, cuenta el actor preguntado por EL ESPAÑOL.
Spider-Man sí es feminista
Las últimas semanas la única película de superhéroes de la que se habla es Wonder Woman. La película de Patty Jenkins ha roto todas las previsiones y ha demostrado a una industria machista que las mujeres patean culos como los hombres y que las directoras pueden reventar la taquilla. Sólo había que dejarlas. Spider-Man es un personaje de la competencia -DC Cómics-, pero Tom Holland se ha rendido a los pies de la mujer maravilla.
Hacen falta más películas protagonizadas por superheroínas. Es muy importante y ya era hora de que ocurriera. Es una progresión importante en nuestra industria que espero que ocurra más veces
Por primera vez DC le ha ganado a Marvel la partida. La primera heroína de estos llegará en 2019 interpretada por Brie Larson. Mientras tanto, no les queda más remedio que reconocer la evidencia y luchar porque haya más mujeres de acción. “Por supuesto que hacen falta más películas protagonizadas por superheroínas. Es muy importante y ya era hora de que ocurriera. Estoy muy contento del éxito de Wonder Woman. Está teniendo el reconocimiento que se merece. Es una progresión importante en nuestra industria que espero que ocurra una y otra vez”, cuenta el actor de 21 años.
Un grito por las mujeres, que tiene su eco poco tiempo después en la entrevista, cuando preguntado contra qué se rebelaría apunta que hay que luchar “por la igualdad”. “Creo que la industria está mejorando en ello, y lo importante es que escogen a las personas ideales para el papel, no por su raza. Poder tomar esas decisiones y ser valientes. Estoy contento de participar en una película en la que no cogen a la gente por el color de su piel, sino por el talento que han demostrado”, ha añadido en respuesta a los comentarios racistas que recibió su compañera de reparto Zendaya cuando se anunció su fichaje en el filme. Para Holland el éxito de las películas de superhéroes tiene que ver con el contexto que se vive, pero no porque puedan tener lecturas políticas, sino “porque creo que son muy valiosas porque son una forma de que la gente desconecte y puedan mostrar solidaridad entre ellos como público”.
La presión de los fans
Tom Holland ha crecido con las películas de superhéroes, y todavía le cuesta creerse que ahora es “uno de ellos”. Sabe que todas las miradas estarán puestas en él. Mientras que Hulk, Thor y compañía ya han demostrado su fuerza, el nuevo Spider-Man sólo salió unos minutos en la última aventura de Capitán América. La respuesta de los fans fue muy positiva, pero ahora tiene una película entera para él y quiere “hacer justicia”.
Estoy contento de participar en una película en la que no cogen a la gente por el color de su piel, sino por el talento que han demostrado
Por ello se entrenó a conciencia. Primero físicamente, pero “también leí todos los cómics, pasé un tiempo en un instituto de Nueva York para descubrir cómo son allí y trabajé mi acento con un entrenador de dialecto”. Una trabajo “difícil”, pero que tiene claro que valió la pena. Sobre todo porque gracias a Spider-Man tiene trabajo asegurado durante los próximos años.
Aunque sorprenda por su discurso medido y adulto, Tom Holland también demuestra que sigue siendo un chaval, y disfruta contando los ensayos con Robert Downey Jr. y hasta respondiendo a la clásica pregunta '¿cuál fue la escena más difícil de rodar?'. Ante los topicazos imaginación y buen humor: “La más difícil fue en la playa, porque llegaba a casa y tenía arena en lugares donde no tenía que haber, me salió arena del culo durante tres semanas”. Si sobrevivió a eso y aun tsunami, Hollywood será pan comido.