Las salas en Francia no siempre han estado llenas. También han tenido crisis. La diferencia es la forma en la que ellos las solucionan. En los años 80 los cines se vaciaron. La caída de espectadores y de cuota de cine francés empezó a caer en picado. En vez de cruzarse de brazos, el sector de los exhibidores toma cartas en el asunto y propuso aprovechar las salas para que el cine llegue a los jóvenes. El beneficio era para todos. Se daba a conocer el séptimo arte a los chavales, y se formaba al espectador del futuro en amar sus películas. Los resultados son de sobra conocidos. El cine francés volvió a ser una industria puntera en todo el mundo y su público apuesta por los títulos propios llegando a veces a cuotas de pantalla del 50% -en España nos mantenemos por debajo del 20%-.
¿Si Francia pudo hacerlo por qué nosotros no? Esa pregunta, que siempre se realiza la industria, se ha pronunciado en alto en la Academia de Cine, que se ha ofrecido como punto de unión entre sectores educativos y profesionales de la industria cinematográfica para crear un plan de medidas específicas para que el cine entre en las aulas. En la actualidad no hay asignaturas sobre cine y nuestros estudiantes salen del instituto sin saber quién es Buñuel o Berlanga. Este grupo de trabajo ha recibido la promesa del Gobierno de Rajoy de trabajar en ese sentido, y en el plan de medidas presentado por el Ministerio de Cultura -Plan 2020- ya se habla de la 'alfabetización audiovisual'.
Cumplir las promesas
Para que esto no se quede en promesas y en un trozo de papel, comienzan ahora una serie de reuniones con todos los actores implicados que deberán llevar a que, por primera vez, el cine se de en las escuelas. Lo hará en forma de asignatura extracurricular en los primeros años y en primaria, y será una asignatura como el resto en secundaria y bachillerato. Ese es el ambicioso plan que tienen en manos y que tiene un objetivo claro: formar audiencias. “Nos han contado que los niños no quieren ver cine español y no es cierto. No podemos seguir con esa cultura adquirida. Tenemos un producto vanguardista y no nos lo creemos y no lo vendemos. Hay que conseguir que no se hable del cine español como algo despectivo”, ha explicado Mercedes Ruiz, maestra, psicopedagoga y coordinadora de la red social 'Cero en Conducta'.
Nos han contado que los niños no quieren ver cine español y no es cierto. No podemos seguir con esa cultura adquirida. Hay que conseguir que no se hable del cine español como algo despectivo
Este punto de vista lo ha compartido el director general de la Academia de Cine, Joan Álvarez, que ha asegurado que “llevando el cine a la escuela vamos a formar las próximas generaciones de espectadores de cine español, o al menos que tengan una apertura para llegar a querer y sentirse orgullosos del cine que se hace en España. “El lenguaje cinematográfico español es diferente al de Hollywood, y eso exige una manera de leer los textos fílmicos”, ha añadido.
Ahora comienza una etapa de reuniones con exhibidores, distribuidores para llegar con una hoja de ruta al Gobierno y a las Comunidades Autónomas, pues la competencia educativa es suya, para que ya el año que viene se realicen las primeras actividades. De momento ya hay unos acuerdos, entre los que destaca la creación de un grupo de trabajo permanente que esté en las reuniones con los sectores cinematográficos y que sea la representación de los sectores educativos.
Un chico que sale del colegio no puede salir sin saber quién es Berlanga, Saura, Bardem o Buñuel. Eso está pasando con el mundo del cine
También se trabaja en la realización de “un análisis exhaustivo sobre la legislación en cada Comunidad y por parte del gobierno central y cómo se cumplen” para ver qué teclas habría que modificar después, así como en la elaboración de un “listado de 30 películas españolas que niños deberían ver antes de los 16 años”. “Un chico que sale del colegio no puede salir sin saber quién es Berlanga, Saura, Bardem o Buñuel. Eso está pasando con el mundo del cine. Lo haría un comité de expertos”, ha contado Fernado Lara, exsecretario general del ICAA y una de las personas involucradas en el proyecto.
Empujar la Ley
Los temas que hay que tratar a partir de ahora tienen que ver con el profesorado y la formación que recibirían y también con la forma de remunerar a las películas que se proyectan. Lara tiene claro que “los colegios no pueden pagar lo mismo que los cines” y por tanto se planteará una cesión de derechos. “Nosotros vamos a formar a sus audiencias y hay que educar juntos”, ha añadido Ruiz, que quiere que esto sea “rápido y contundente, no sólo en buenas intenciones. El bbjetivo final es “llegar a un documento de bases en profundidad de lo que sería factible y presentarlo al Gobierno central y a las CCAA. “Hay ya iniciativas aisladas magníicas, pero la Academia quiere que confluyan”, aportaba Lara.
Presionaremos al Ministerio y las comunidades y será la Academia la que lleve nuestra carta a los reyes magos
No quieren esperar a nadie, y Mercedes Ruiz tiene claro que “presionaremos al Ministerio y las comunidades y será la Academia la que lleve nuestra carta a los Reyes Magos”. Pretende comenzar en septiembre aprovechando el vacío legal que hay actualmente y que gracias a Susana de la Sierra -exdirectora del ICAA- permite ya actividades de formación que permiten que los programas incluyan ciertos planes y que “la práctica empuje hacia la ley”. Parece que, por fin, Berlanga está un poco más cerca de los colegios españoles.