A Luc Besson el cine le debe mucho. Sólo por haber encontrado a Natalie Portman habría que estar agradecido al director francés. Él fue el que descubrió a la actriz y la convirtió en una Lolita con tintes de asesina en El profesional (León). Antes ya había dado muestras de su buen hacer en el cine de acción con Nikita, y tres años después, en 1997, rompió las fronteras entre Hollywood y el cine europeo con El quinto elemento, una superproducción francesa (con parte de dinero yanqui) con actores internacionales y una factura que quitaba el hipo.
Besson no arrasó en EEUU, pero sí en el resto del mundo, y hasta ganó el César a la Mejor dirección por su película de ciencia ficción con la que descubrió a otra estrella, Milla Jovovich. Desde entonces no había vuelto al género con el que más éxito tuvo. Ha vuelto a reventar la taquilla en varias ocasiones, la última con Lucy, y también ha demostrado su buen ojo como productor gracias a franquicias como Venganza, pero ahora ha retomado uno de esos proyectos que siempre esperaban el momento exacto para ser lanzados -la adaptación de los cómics Valérian y Laureline, escritos por Pierre Christin e ilustrados por Jean-Claude Mézières- y que por fin se estrenará en salas españolas este viernes. Le gustaría que esta Valerian y la ciudad de los mil planetas se convirtiera en la primera de una franquicia pero, como confirma por teléfono a EL ESPAÑOL, será la taquilla la que lo decida.
Valerian era uno de sus proyectos más deseados. ¿Por qué lo ha rodado ahora y no antes?
La tecnología no estaba preparada para poder rodarla. Tuvimos que esperar a Avatar para ver que podíamos hacerlo. Además, yo tampoco estaba listo, no tenía demasiada experiencia. Es agotador rodar con efectos especiales y tienes que saber muy bien lo que estás haciendo. En ese sentido, Lucy fue una gran prueba que me ayudó mucho.
¿Ha cambiado la tecnología la forma de hacer el cine?
No, para nada. La tecnología sólo es una herramienta que ayuda al director.
En EEUU han definido Valerian como la película independiente más cara de la historia, ¿qué opina?
Bueno, yo no soy responsable de lo que dicen y no sé exactamente a qué se refieren, aunque me imagino que si me comparan con el cine americano, que están hechas por máquinas en vez de por manos, eso quiere decir que es una película independiente, aunque no lo sea como lo entendemos nosotros. En Hollywood, cuando tomas retos te consideran un loco, o que haces cine independiente.
En Hollywood, cuando tomas retos te consideran un loco, o dicen que haces cine independiente
Es su regreso a la ciencia ficción tras El quinto elemento, ¿tienen algo que ver la una con la otra?
Fíjate, El quinto elemento no gustó en América, y sin embargo en Francia, en España, en Sudamérica o en Asia fue un fenómeno. Aparte de que ambas tienen el mismo director creo que siempre me interesa crear un universo de colores y ofrecer un futuro positivo, en vez de algo oscuro en donde siempre llueve. No me gusta que haya un villano que quiera destruir todo, eso es de mentes estrechas, el mensaje de Valerian es que hay que vivir juntos, y nosotros somos los propios villanos.
En ese sentido, la película tiene un trasfondo político, cómo se intenta excluir y marginar a una raza nueva, que no es aceptada.
Me encantan toda esas resonancias tan actuales que tiene. Parece que estoy leyendo el periódico cuando la veo. La película es muy actual, es la historia de siempre, cómo la gente actúa por dinero o por poder. Es la historia de los indios en América, la historia de África y la de tanta otra gente. Es una historia sobre la colonización, y entiendo que en EEUU no les haya gustado.
Esa raza alienígena dice en un momento que hay que enfrentarse al pasado para poder avanzar. No sé si es un canto a la recuperación de la memoria histórica.
Sí, si no haces la paz con el pasado no vas a poder avanzar hacia el futuro. Todos los países europeos hemos cometido fallos en el pasado, y sabemos que la única forma de cambiar es enfrentarse a ello. Ese mensaje de la película es muy importante y muy actual cuando ves el problema que tenemos con la inmigración y cómo la gente está obligada a abandonar sus paúses por la falta de oportunidad y de trabajos.
Si no haces la paz con el pasado no vas a poder avanzar hacia el futuro. Todos los países europeos hemos cometido fallos en el pasado, y sabemos que la única forma de cambiar es enfrentarse a ello
Aunque trabaje con actores de EEUU, nunca ha dirigido una superproducción hollywoodiense, ¿no le interesa?
No. Yo me considero como un pintor, y los pintores tienen que pintar algo que les guste, que sientan y que quieran compartir con la gente, no algo sólo porque lo diga la industria. Hollywood es un negocio, y la mayoría de las películas de superhéroes que hacen ahora son propaganda, sólo sirven para promover América. Yo intento hacer arte, lo que me gusta, arriesgándome aunque me estrelle. En España tenéis muchos escritores y pintores que dieron la vida por su arte y que ahora están en los museos.
En Valerian, como en muchas de sus películas, hay un personaje femenino muy fuerte. ¿Cree que hay falta de personajes para mujeres en el cine actual?
Yo no intento hacer de forma específica personajes femeninos fuertes, sólo escribir buenos papeles y creo que es el reflejo de la sociedad. A la mayor parte de los hombres se les paga más y están sobrevalorados, eso lo sabemos tú y yo. Las mujeres son las que manejan todo, e intento darles el espacio que tienen en la vida. Mi madre tenía tanta dignidad… y ni siquyiera se quejaba. Así es como nos crió, y esas son las mujeres que yo he conocido. Lo interesante de las películas americanas ahora es que están intentando que las mujeres que actúen como un hombre, y la fuerza de una mujer es la de su corazón, no la de sus músculos.
En España admiramos el modelo de cine francés, ¿es tan bueno como decimos?
Hemos luchado mucho por el cine nacional, sí, pero en España hay grandes directores, muy buenas ideas, hay humor… cuando ves una película de tú país fuera, estás vendiendo la imagen de ese país. Por eso no me gusta la industria de EEUU, pero me gusta el cine español, el francés, el chino… Es muy peligroso tener un país que sólo hace un tipo de películas.