El 31 de agosto de 2012 el cine español conoció a un héroe inesperado. Nadie contaba con él, no sabían ni su nombre, pero tardaron poco en aprenderlo. Tadeo Jones llegaba con su primera aventura a las salas, lo hacía con el apoyo de Telecinco Cinema, pero en el peor momento posible, justo cuando entraba en vigor la subida del IVA cultural del 8 al 21%. Aquel obrero de la construcción que soñaba con ser arqueólogo reventó la taquilla, acabó amasando más de 18 millones de euros y se estrenó en decenas de países. Ni Rajoy, Wert y compañía pudieron con él. Su temporada triunfal acabó con cinco nominaciones a los Goya, de las que ganó tres -entre ellas categorías mayores como Dirección Novel y Guion Adaptado.
Era cuestión de tiempo que Telecinco pidiera una secuela de aquel torbellino, pero su creador, Enrique Gato, puso una condición, que antes le dejaran rodar Atrapa la bandera -con la que también arrasó-. Han pasado cinco años y Tadeo Jones vuelve a la carga. Este viernes se enfrentará de nuevo a unos cines que llevan tres meses bajo mínimos y que necesitan reactivarse. En este lustro muchas cosas han cambiado. Hay nuevo ministro de Cultura, nueva directora del ICAA y, sin embargo, el IVA para el cine sigue igual. Con eso no ha podido el único héroe español que no necesita quitarse la camiseta para tener fans.
El propio Enrique Gato se acuerda de aquel estreno “el mismo fin de semana que subía el IVA”. “Nadie sabía muy bien ni quiénes éramos ni de dónde había salido Tadeo… Teníamos mucha presión entonces porque sabíamos que si esa no funcionaba, a nivel estudio podía haber sido un desastre, no haber continuado, pero no había esta atención brutal. El estreno fue tranquilo, eso sí, el post estreno fue un disparate, y justo después de la gala de los Goya fue cuando tuve la sensación de que todos estaban pendientes de lo que hacíamos”, cuenta a EL ESPAÑOL en vísperas del estreno y acompañado de David Alonso, con el que ha dirigido la película a cuatro menos.
No querían explotar la misma fórmula de la anterior, sino aprovechar la experiencia y la mayor solvencia de presupuesto para “hacer todo lo que quisimos hacer en la primera y no pudimos". “No queríamos agarrarnos a nada de la primera parte, sino replantearnos todos, ver lo que valía la pena quedarse y ver lo que había que rehacer. Y más después de haber pasado por Atrapa la bandera, que dimos un salto de calidad a muchos niveles y queríamos que se notara”, cuentan los directores que niegan haber discutido durante la creación de la película. Sólo hay un reproche entre ellos, “lo único que le tengo que echar en cara que no es Miyazakiano a saco”, dice David Alonso con retranca.
En esta segunda parte, Telecinco no ha dejado nada al azar, han estado pendiente de “su niña bonita”. “Eso tiene una parte positiva y es que consideran a Tadeo como su propio hijo, y tienen ese punto de cuidado y quieren mimarlo y que les guste tanto como a nosotros. Es un juego entre todos para que lo que se vea en pantalla nos convenza a todos. Y sobre todo a nivel de humor, es lo que más les preocupaba, que hubiera evolución, y creo que ese empujón lo hemos metido en todos los sentidos”, cuenta Enrique Gato.
Por ello han intentado que Tadeo Jones 2: el secreto del Rey Midas -de la que confirman que hay intención de hacer otras dos secuelas- no sea la típica película que sólo contenta a los más pequeños de la familia. “Muchas veces se cree que el cine de animación es el precio que hay que pagar porque los padres tengan a los niños tranquilos un par de horas, y nosotros no es lo que queremos y no es lo que hizo que Tadeo funcionara. No nos gusta pensar que tenemos carta blanca, ni eso de que es sólo para niños, primero porque los niños entienden mucho más de lo que pensamos y les puedes plantear cosas que piensas que emocionalmente no entienden y lo hacen. Y segundo, porque Pixar ha demostrado que puedes hacer una película con capas que puedan disfrutar los adultos. Ese modelo es el que queremos replicar, ser para todos los públicos es que hay que satisfacer a todos los públicos, no que coges el común denominador para que disfruten los niños y el resto se fastidien”, dice David Alonso con contundencia.
A pesar del éxito de Tadeo y otros títulos como Planet 51, la animación en España sigue siendo algo más propio de cuatro francotiradores que de una industria, como confirman los directores, que explican que de momento se hacen “cositas muy aisladas y puntuales, no hay industria tejida”. Están en crecimiento, y creen que se llegará a una industria, pero que habrá que medir para que no se cree una burbuja con riesgo de explotar. “España tiene un tamaño pequeño, así que la cantidad de industria que se puede generar serán cinco o seis empresas grandes, no creo que vayamos mucho más allá”, añaden.
Ahora queda demostrar que Tadeo sigue en forma, que esta aventura que visita Granada y Las Vegas y a la que pone música David Bisbal no es una de esas secuelas que se quedan a medio gas, sino que cinco años después conquista la taquilla otra vez. Quién sabe, quizás en la tercera parte el cine español ya no tenga el IVA al 21%.