La nueva entrega de Marvel a punto de llegar a nuestras pantallas, Thor: Ragnarok, dirigida por Taika Waititi, trae consigo un apabullante casting de primeras figuras de la interpretación casi tan mareante como lo tupidas que se han vuelto las tramas entrecruzadas del universo superheroico. Y desde luego, uno de los que con más soltura lucen la capa, encarnando a Doctor Strange, es Benedict Cumberbatch, el que lleva camino de convertirse en el gran actor británico de nuestro tiempo. Si es que no lo es ya.
Se le ha comparado en muchas ocasiones con Laurence Olivier. Pero al contrario que el protagonista de Rebeca (Alfred Hitchcock, 1940), Cumberbatch es irresistiblemente simpático. Tanto es así, que no sólo se aviene a encarnar el sueño generacional de contar manzanas y naranjas con el conde Draco en el show televisivo de Los teleñecos, sino que es capaz de recitar en directo la parte de Roger Waters en la mítica Comfortably Numb junto con el otro cerebro de Pink Floyd, David Gilmour.
Y además, profundamente comprometido con la lucha por los derechos de los homosexuales (hasta el punto de que hubo quien se sorprendió cuando se casó con la directora teatral Sophie Hunter, con quien tiene dos hijos) y de todo tipo de causas que requieran de su contribución: en 2015, en pleno estallido de la crisis de los refugiados, se dirigía cada noche al público, tras la caída del telón de las funciones del Hamlet que protagonizaba en el Barbican, para recaudar fondos para que la ONG Save the Children pudiera atender a los menores de la oleada de desesperados que intentaban llegar a Europa huyendo de la guerra de Siria. Al final de la temporada, había logrado que los espectadores se rascaran la chequera por valor de 150.000 libras.
Y es que Cumberbatch representa la reencarnación del ideal del actor shakesperiano para los nuevos tiempos. Quizá no sea casual que su debut en la interpretación fuese a los doce años precisamente en un clásico del bardo inmortal, El sueño de una noche de verano, pero que fuese interpretando a Titania, la reina de las hadas. Y que su especialidad sean los personajes a los que su genialidad, su inteligencia e incluso su egocentrismo acaban pasando factura.
Resulta difícil pensar en alguien distinto para la encarnar al eterno Sherlock Holmes en pleno siglo XXI (algo a lo que quizá ayude el que sea primo en decimosexto grado del mismísimo Arthur Conan Doyle), pero es que su rostro ya resulta indisoluble de otros iconos de nuestro tiempo: del atormentado y arrasado Alan Turing de The Imitation Game (Morten Tyldum, 2014, su única nominación a los Oscar por el momento), al Julian Assange de El quinto poder (Bill Condon, 2013) o al mismísimo icono en revisión, el padre de nuestra civilización tecnológica Thomas Alva Edison en la inminente The Current War (Alfonso Gomez-Rejon). Incluso podríamos incluir en esta categoría al villano de ficción Khan de Star Trek: En la oscuridad (J.J. Abrams, 2013). Porque, ¿quién sino él podría volver a encarnar al villano que inmortalizara Ricardo Montalbán en la cinta original de 1982?.
Y su voz. ¿Qué decir de su voz? Hecha para declamar en los escenarios, como demuestra su dilatada carrera teatral, con hitos como el de interpretar a Frankenstein, el doctor y el monstruo, en el montaje dirigido por Danny Boyle en 2012, se demuestra capaz de insuflar vida por sí misma a las criaturas de ficción más imposibles. Como pudo verse en la trilogía de El hobbit de Peter Jackson (2012-14), el dragón Smaug sólo podía tener su voz, ominosa e inquietante sin subir siquiera el volumen. Y uno sólo puede maravillarse al saber que pondrá voz a Shere Khan (otro Khan en la lista), el tigre enemigo del niño Mogwli en la nueva versión de El libro de la selva que dirige el camaleónico Andy Serkis y que nos llegará el año que viene. Y para que se vea que no hace ascos a nada, también fue la voz del narrador del documental Cristiano Ronaldo: World at His Feet (Tara Pirnia, 2014).
Sumado todo lo cual, elegancia, físico, voz, inteligencia, carisma, no es extraño que haya sido elegido en alguna ocasión como el hombre más atractivo para cualquier mujer inteligente. Fan de Doctor Who, por el momento no ha sido designado para encarnar al alienígena más famoso de la historia de la televisión. Pero quién sabe si cuando Jodie Whittaker, la primera mujer en darle vida, abandone y su cuerpo se regenere, tomará los rasgos de quien no nos extrañaría nada saber que, efectivamente, no es de este mundo.