China se ha rendido al cine español. La segunda mayor industria del mundo -y ya pisando los talones a Hollywood- ha descubierto nuestras películas y ha abierto la puerta a que nuestros cineastas lleguen allí. El responsable es Oriol Paulo, que con su película Contratiempo ha reventado las salas del país asiático y se ha convertido en un fenómeno de masas. La película tuvo un decente resultado en la taquilla española (más de tres millones de euros), cantidad que recaudó allí en sólo tres días.
Lo raro ha sido su permanencia. La feroz competencia hace que los títulos aguanten en la cartelera china dos telediarios. La siguiente semana a su estreno, Contratiempo aumentó más de un 25%. Todos hablaban de esa película española, de sus giros imposibles. Mario Casas y Bárbara Lennie convertidos en estrellas para el público chino gracias a este thriller que ahora ha recaudado 25 millones de dólares y también ha triunfado en otros países como Grecia o Corea del Sur.
Oriol Paulo, su director, ha contado hoy en las jornadas sobre promoción exterior del cine español organizadas por la Academia de Cine cómo se coció este éxito con el que nadie contaba. El responsable de que los distribuidores apostaran por su filme nadie lo esperaba: los internautas. La película estaba siendo un éxito en internet. “La película llevaba un millón de descargas ilegales antes del estreno en cines”, ha explicado Paulo, a lo que su agente de ventas, Vicente Canales ha añadido que “la piratería ayudó a la venta” del filme.
Al final, Contratiempo se estrenó en 7.000 pantallas de China, y el éxito en descargas no influyó en que también fuera un fenómeno en pantalla grande. Ya es la película española que más ha recaudado en el extranjero en 2017, casi el doble que Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona. La primera se ha estrenado en ocho países, la segunda en 53.
Me di cuenta que no había ocurrido sólo con 'Contratiempo'. Hay mucha descarga ilegal que afecta al cine español. Allí les encanta Almodóvar, y me hablaban mucho de 'La cara oculta'
Cuando los chinos compraron los derechos del filme, Paulo desembarcó allí para hacer una promoción como la de las estrellas. Según bajó del avión tuvo una charla con internautas, y allí es donde comprendió que su película era un pelotazo antes incluso de estrenarse. “Me di cuenta que no había ocurrido sólo con Contratiempo. Hay mucha descarga ilegal que afecta al cine español. Allí les encanta Almodóvar, Amenábar, el cine de género español, y me hablaban mucho de La cara oculta”, ha contado el director.
Tras esto, foto en la Gran Muralla y dos jornadas maratonianas de entrevistas. Después, visita a las principales ciudades chinas para darse a conocer al público. El director se pensó todo el tour promocional, porque ya estaba “cortando el cordón umbilical con la película”, pero 1.000 millones de espectadores potenciales tuvieron la culpa de que lo reconsiderara. Allí se enteró también “de lo difícil que es estrenar por el tema de las licencias, que es muy difícil conseguirlas y hay que pasar muchos filtros, además de la censura, que afecta a todo lo que sea violencia y sexo”. Otra de las sorpresas que se llevó el director, es cómo enfocan la promoción de los estrenos hacia “tablets, iphones y pantallitas por el metro”.
Lo que terminó de hinchar la burbuja fue que la propia industria del cine chino recomendó la película. Un director emergente en China organizó una cena para presentarme en círculos cinematográficos. Además, los que vendrían a ser el Ryan Gosling y la Emma Stone de turno allí, empezaron a hablar de ella y crearon una corriente de opinión que llegó al estreno. Entramos fuerte, pero lo normal es que en la segunda semana caigas mucho por la cantidad de competencia y nosotros subimos un 27% y estuvimos cinco semanas en el top ten”, ha añadido.
Para Paulo, este éxito “abre una puerta” al cine español. Por si fuera poco, desde la televisión china han visitado nuestro país para recorrer los decorados de Contratiempo. Un interés que se prolongará en la siguiente película del director, que ya está preparando y por la que ha recibido “bastantes ofertas de China”. "Hemos abierto la puerta en China al cine español, es el mercado que más alegrías nos va a dar en el futuro", ha afirmado también Canales, que en los últimos seis años se ha dedicado a la venta internacional de los grandes éxitos del cine español y latinoamericano.
Hasta ahora, para triunfar allí había que tratar un tema que les fuera conocido, tener algún actor chino o un escenario de su país. Pero Contratiempo ha roto todos los esquemas y ha igualado la taquilla de superproducciones que cuestan diez veces más. Hollywood quería quedarse con el mercado asiático, pero un director español ha demostrado que hay más piezas en el tablero.