Cada persona tiene un lugar especial donde se siente protegido del resto del mundo. Una esquina a la que huir cuando las cosas se ponen feas. Para Isabel Coixet ese escape está entre las estanterías de una librería, rodeada de las letras que escribieron John Dos Passos o Ray Bradbury, aquellos que la inspiraron para comenzar a escribir historias. Viviría en una de ellas, alejada del ruido y de la tensión que se respira actualmente.
Era extraño que todavía no hubiera estrenado una película que tuviera a una de ellas como protagonistas, pero no era porque no quisiera, sino porque su adaptación de La librería, la novela de Penelope Fitzgerald, ha tardado diez años en tener luz verde para rodarse. Ni la protagoniza una actriz joven, ni es buenista, ni hay historia de amor, nada de lo que los productores creen que debe de tener un éxito de taquilla.
Su película, al final, ha sido una realidad que encima se ha convertido en una de sus películas más exitosas, con un notable resultado comercial y doce nominaciones a los premios Goya, entre ellas la de Mejor filme, Mejor dirección y Mejor guion adaptado, además de Emily Mortimer y Bill Nighy, las dos estrellas internacionales que se han puesto a sus órdenes.
En medio de una jornada maratoniana de promoción de cara a los Goya, Isabel Coixet atiende a EL ESPAÑOL para hablar de su cine, de libros y hasta de mujeres. Aunque le canse hablar siempre de lo mismo ella nunca apuesta por lo políticamente correcto y dice lo que siente, aunque eso la haya provocado vivir un infierno en la Barcelona de los últimos meses de desafío independentista.
¿Qué tenía la novela de Penelope Fitzgerald para que quisieras adaptarla?
Yo soy una lectora voraz, y nunca leo pensando en la adaptación, leo porque me gusta, por placer, pero en esta novela había algo que sí que empecé a fabular después de leerla. Pensaba cómo lo hubiera contado yo y qué cosas hubiera contado o añadido. Y me llegó Florence Green, porque en estas circunstancias a mí me hubiera pasado lo mismo.
¿Es su alter ego?
Bueno, más mona, con sus rebequitas y faldas plisadas pero sí, ella tiene ganas de llevar a cabo un sueño sin medir las consecuencias.
Muchos han acusado a la película de pesimista.
La novela es pesimista, porque en la novela no hay relevo. En la novela, a la niña la abandona todo el mundo y deja su sueño, toda esa semilla se pierde y a mí eso me parecía imposible de digerir, y no es lo que yo quería contar. Para mí, ese gesto de abrir la librería contra viento y marea tenía sentido y quería darle una proyección de futuro.
¿Cree todavía en el poder de un libro?
Pues si no es así, pues peor para los que no tengan una iluminación abriendo un libro. Yo con Ray Bradbury descubrí la vida en otros planetas y que esa vida redimensionaba la nuestra, y tuve una iluminación, y después con John Dos Passos o con Marcel Proust, y todavía la tengo cada vez que leo una novela o un ensayo y me descubre una puerta que se podía abrir que desconocía. Que ahora tienen otro tipo de iluminaciones... pues ellos se lo pierden.
Hay algo de refugio en las librerías que a mí siempre me ha funcionado. Ahí siento que tenemos un lenguaje común
Pero cada vez cierran más librerías...
También se van a abrir otras, quizás con otro concepto, pero creo que hay algo de refugio en las librerías que a mí siempre me ha funcionado. Ahí siento que tenemos un lenguaje común, y lo demás, como dice un amigo mío, es whisky barato.
¿Y el papel se pierde?
Hombre, está claro que mucha gente prefiere el ebook o la tablet, para mí la homogeneización que da eso no me gusta, me gusta que cada libro huela, se sienta y se toque diferente, porque hay otros sentidos que no son la vista. Tocar las cosas es importante, pero vivimos un mundo donde todo es chungo, pero nada es tangible.
¿Qué libro le gustaría adaptar?
Hay dos libros que no sé si haré alguna vez. Un es el último libro que escribió John Cheever, Esto parece el paraíso. Está escrito hace como 35 años, y es de un contemporáneo absoluto. Y hay una novela de Christopher Isherwood, La violeta del Prater, que relata el preámbulo a la ascensión del fascismo que me encanta. Además, es el rodaje de una película, creo que ahí esta todo el germen de la historia europea que todavía se arrastra.
¿Qué libro debería leer todo el mundo?
El problema es entender y leer conscientemente, es leer e incorporar a tu vida, hay muchos libros... Primo Levi ha tenido muchos lectores, y piensas que si le leyeran ya no les daría por ser neonazis, y todavía hay neonazis. Creo que hay libros de descubrimiento, todos hablan siempre de El guardián entre el centeno. A mí me gusta más La conjura de los necios, que nos iría muy bien si lo leyéramos todos varias veces y se enseñara en los colegios, pero ya has visto que nuestros políticos prefieren ver Juego de tronos, que a mí me parece una chorrada.
Nuestros políticos prefieren ver 'Juego de tronos', que a mí me parece una chorrada, que leer
¿No le gustan las series?
Me gustan muchas series, me interesan muchas cosas: Fleabag, Girls en su momento… ¿Sabes lo que pasa? Que yo no me engancho a las cosas, ni me engancho a la droga… me gusta, pero no me engancho. Mi gran enganche serían las patatas bravas. Puedo ver siete capítulos y ya está.
Una película dirigida por una mujer y protagonizada por una mujer de más de 40 años es, por desgracia, algo inusual. ¿Qué hay que hacer para que haya más mujeres en las películas?
Pues el cambio en los puntos de la última orden ministerial, que yo creo que muchos pensarán que es discriminación positiva, pero creo que se trata de una reparación histórica. Somos la mitad del mundo, pues ya está. Así que sueldos igual, bueno, o más, ya que estamos en reparación histórica que nos den lo que no nos dieron antes. Las cuotas han funcionado en otros departamentos y en otros sistemas, yo esto a favor.
Yo no hablo de discriminación positiva, sino de reparación histórica. Somos la mitad del mundo. Así que sueldos igual, bueno, o más, que nos den lo que no nos dieron antes
Entonces, ¿Time’s up, como dicen en EEUU?
Mira que digan lo que quieran y que arreglen al señor que manda, porque el Time’s up es para él y me imagino que las cosas irían mejor.
¿Oprah presidenta?
Sería como Trump pero en negra y más inteligente. Esta televisación de los candidatos me parece muy peligrosa. Yo la hondura intelectual de Oprah no la conozco, pero claro, comparado con el otro.. pero como es lista creo que no lo hará.
¿Se romperá el techo de cristal?
Espero que sí, porque estoy cansada de hablar de ello.
¿Es el año de las mujeres en los Goya?
Lo será cuando todas las películas nominadas estén dirigidas por mujeres, ahora estamos en un tanto por ciento pequeño que esperemos que cambie. A mí lo del año de... me da pudor, porque todo el mundo esperará que digas algo…
¿Vestirá de negro en los Goya?
Yo tengo una idea mejor, pero no sé si me van a dejar, ahí lo dejo. Si yo siempre visto de negro, no sé que merito tendría, pero me parece que ir a protestar con una activista a modo de accesorio humano y con un vestido negro de Givenchy de 10.000 dólares, pues que quieres que te diga... Lo importante es que se hable del tema. A Reese Witherspoon le diría que su serie está dirigida todo por hombres.