Desde hace años existe una promesa que de vez en cuando lanzan los responsables del Ministerio de Cultura: un Museo del Cine. Una casa para exponer y exhibir nuestro patrimonio. Negativos originales, guiones de Azcona, proyecciones de Fernán Gómez… un sitio en el que sacar pecho por aquello que luego no se defiende con políticas reales.
El Gobierno del PP ha repetido una y otra vez que este Museo es una de sus grandes apuestas esta legislatura. El primero que lo hizo fue Íñigo Méndez de Vigo en la Academia de Cine. Allí, en uno de los primeros actos de la presidenta Yvonne Blake y con los Goya a pocos días de celebrarse, les prometió un museo para “conservar la historia del cine español y mostrar la otra cara que no se ve, la que está detrás”.
Lo hizo enmarcado en la firma de un convenio de colaboración que tenía este proyecto como uno de sus emblemas: “Un compromiso y una declaración de intenciones”, dijo entonces el ministro que pocos minutos después dejó claro que no se sabía cuánto dinero se destinaría ni cuándo se comenzaría y lo achacó a la falta de presupuestos.
Pasaron dos meses sin noticias del museo, cuando Fernando Benzo presentó el Plan 2020. El conjunto de medidas imprescindibles para el sector en esta legislatura. Ahí estaban las mismas promesas de siempre: una Ley de Mecenazgo, dinamizar las industrias… y el Museo del Cine. Ahí estaba otra vez. Esta vez calificado como Proyecto 5.4.6. “Creación de un Museo del Cine. Objetivo específico del proyecto: Contar con un espacio de exhibición para las colecciones de titularidad estatal relacionadas con la cinematografías y las artes audiovisuales”, decía el documento oficial. Segundo aviso.
El tercero llegó en diciembre de 2017, cuando Fernando Benzo presentó el mismo plan de medidas en el Congreso. Allí prometió que el Museo del cine sería real y que estaría en el antiguo edificio del NO-DO, que cuenta con más de 4.000 metros cuadrados y cuyo archivo documental ya se trasladó al Centro de Conservación y Restauración de la Filmoteca Española. Lo que seguía sin haber era fechas y previsión económica del proyecto.
Lo que está claro tras la presentación de los Presupuestos Generales del Estado es que el Museo del Cine es sólo eso, una promesa, porque no hay ni rastro de ese proyecto en las cuentas previstas por el Gobierno para 2018. Es decir, que durante los ocho meses que quedan del curso ni se iniciarán las obras ni habrá nada materializado. Habrá que esperar a ver si en los presupuestos de 2019 se incluye la propuesta o si ese plan estrella del 2020 se queda en la lista de ideas no materializadas.