Las lágrimas de Cate Blanchett no fueron suficientes. Tampoco la opinión de la crítica. Ninguna de las dos mujeres que llegaron como favoritas a la gala de clausura del Festival de Cannes rompieron la maldición machista que reina en La Croisette, donde sólo una mujer ha logrado la Palma de Oro en 71 años. Fue Jane Campion hace 25 años, y esta vez parecía que en el año del Me Too, de Harvey Weinstein, y de la revolución feminista, habría sucesora.
Pero no fue así, ni Nadine Labaki ni Alice Rohrwacher, lograron hacer historia. El que se llevó el premio a la Mejor película fue Kore-Eda, un clásico de Cannes que todavía no tenía la Palma de Oro, y que la logra con su último filme 'Shoplifters'.
Era una de las películas que más había gustado, y su presencia en la alfombra roja le confirmaban como una tercera vía si el jurado no se decantaba por ninguna de las propuestas femeninas. La de Rohrwacher era la más sesuda, la de Labaki la más sentimental -algunos la acusaron de pornografía sentimental- y al final el japonés las adelantó por la derecha. La directora italiana se tuvo que confirmar con el premio al Mejor guion (compartido con Jafar Pânahi por Three Faces), y la libanesa con el Premio Especial del Jurado.
El feminismo se quedó en el primer discurso, el de una Asia Argento que recordó que Harvey Weinstein la violó en un Festival de Cannes y que recordó que "sentados entre ustedes, están los que deben responder por sus actos. Sabemos quiénes sois, no dejaremos que os salgáis con la vuestra nunca más”.
El segundo premio en importancia, el Gran Premio del Jurado fue para Spike Lee. Su regreso al mejor cine con BlackKklansman, sobre un policía negro infiltrado en el Ku Klux Klan es una comedia llena de zarpazos a Donald Trump que levantó ovaciones en su pase que también estaba entre las favoritas.
Uno de los premios más cantados de la noche era el de Mejor director. La labor de Pawel Pawlikowski en Cold War dejó a todos con la boca abierta. Cada plano es un cuadro con ecos del cine de Tarkosvky. El polaco se confirma como uno de los grandes realizadores del cine actual, ya que tras el éxito de Ida, ha vuelto a lograr el consenso en torno a su nuevo trabajo.
Sentados entre ustedes, están los que deben responder por sus actos. Sabemos quiénes sois, no dejaremos que os salgáis con la vuestra nunca más
También esperado era el de interpretación masculina para Marcello Fonte, protagonista absoluto de Dogman, y uno de los pocos papeles masculinos de enjundia. En la categoría femenina la elegida fue Samal Yeslyamova, por Ayka.
El jurado no podía olvidarse del mito, del dios Jean-Luc Godard, que presentó su nuevo ensayo fílmico en Cannes y realizó al rueda de prensa más sorprendente y extravagante de todo el certamen, al entrar vía FaceTime para contestar a los periodistas. Para él se inventaron un premio, una Palma de Oro especial que suena a premio de consolación por su labor.
Todos confiaban en Cate Blanchett, en Ava DuVernay o en Kristen Stewart; en que ellas lucharían por una Palma de Oro para una mujer. Tenían las candidatas perfectas, pero la historia se ha vuelto a resistir en un Cannes que a falta de estrellas ha presentado su mejor Sección Oficial en años, con una calidad más que notable que le confirman de nuevo como el mejor festival del mundo.