Casi 12 millones de espectadores estuvieron ayer delante de la televisión para ver la victoria de la selección española de fútbol frente a Irán. Las cifras más altas del año y un registro inimaginable para una película exhibida en cine. El fútbol en abierto es uno de los grandes enemigos de las salas, y si a eso se suman las temperaturas infernales el resultado es un secarral de estrenos que durará hasta que acabe el mundial.
El mejor ejemplo está en la película de Pixar, Los increíbles 2, que a pesar de haber estrenado ya en EEUU con un resultado espectacular (180 millones y mejor estreno de la historia para una película de animación), en España ha apartado su llegada hasta el primer fin de semana de agosto. Nadie quiete competir con el fútbol, ni siquiera las películas para todas las familias. Con los padres pegados a la televisión, no hay nadie para acercarles a disfrutar de un filme que arrasará cuando llegue un mes y medio tarde.
En otra época del año estos retrasos serían impensables. La piratería y la necesidad de inmediatez hacen que los estrenos más importantes lleguen siempre pegados para evitar que un porcentaje de público vea el filme por otras maneras o pierda interés.
El mismo caso pero a la inversa ha ocurrido con Jurassic World: el reino caído. Su fecha de estreno en EEUU es el 22 de junio, mientras que en Europa y en otros territorios donde el fútbol es el opio del pueblo prefirió adelantarse para no tener que competir frontalmente con los partidos de la selección. Aquí llegó hace dos semanas y el adelanto fue una decisión perfecta: el primer fin de semana se saldó con 8 millones de euros. El pasado ya se enfrentó al mundial y cayó más de un 60% hasta los 2,8 millones. Aun así fue la única película que logró un resultado digno en taquilla.
Ningún otro título de la cartelera superó el medio millón de euros de recaudación. El resto, incluidos estrenos en más de 100 salas, no superaron los 300.000 euros, dejando una suma total muy pobre. Las previsiones para este fin de semana son aun peores. No hay ningún estreno potente y la tercera semana de la saga jurásica no tendrá fuerza suficiente para enfrentarse a los partidos del mundial y sólo Hereditary piodría dar una pequeña sorpresa.
La pasión con la que sigue España el mundial trasciende a los partidos de nuestra selección. Ayer el partido de Portugal, emitido en la sobremesa, rozó los 3 millones de espectadores. Datos que ya pocas series emitidas en abierto logran, y que sólo un par de películas al año en cines pueden alcanzar.
Echar un vistazo a la cartelera de las próximas semanas es deprimente. Ninguna película en las dos próximas semanas superará el medio millón de euros de recaudación, y los primeros títulos ambiciosos de majors llegarán en julio. El 4 se estrenará la secuela de Ant-Man, que mantiene su fecha americana, y dos días después Ocean’s 8, la versión con reparto femenino de Ocean’s 11, que allí se estrenó un mes antes, y que aquí han retrasado para estrenarla cuando el mundial esté dando sus últimos coletazos.
Estas primeras semanas, con los enfrentamientos de la fase de grupos, hay partidos todos los días, y las películas no pueden reflotar, pero según se acerquen las semifinales y se espacien los partidos empezarán a entrar más títulos en juego. El desembarque final de estrenos gordos llegarán el fin de semana en el que el mundial termine. El viernes 13 de julio ya se amontonan Rascacielos, Hotel Transylvania 3 y El mejor verano de mi vida. El siguiente todo se lo llevará la secuela de Mamma Mia, el 27 de julio la enésima parte de Misión Imposible hasta culminar el 3 de agosto con Los increíbles 2.
Todas se enfrentarán al calor, pero evitarán un enemigo mucho peor y que no se vence ni con aire acondicionado: un mundial de fútbol que paraliza un país y que deja la asistencia cultural tiritando.