Hollywood sigue siendo una industria machista. A las mujeres les cuesta encontrar su oportunidad en la industria, y la diferencia entre las películas dirigidas por hombres y por mujeres sigue siendo abismal. El problema nace en las cúpulas, en aquellos que toman las decisiones y que suelen ser hombres que sólo confían en otros hombres, perpetuando un sistema patriarcal.
Por eso este año Frances McDormand pedía al ganar el Oscar clausulas de inclusión en las películas. Un contrato por el que asegurar la diversidad en el equipo de cada filme y que ayudaría a que la brecha salarial -que denunciaba su compañera Patricia Arquette un par de años antes en el mismo escenario- se eliminara. De momento todo se ha quedado en palabras bonitas por parte de la industria, que sigue pagando más a los hombres que a las mujeres.
Ahora esa diferencia se mide en otros factores, ya que desde el último año cualquier diferencia en los salarios se pone en los focos para denunciar esta desigualdad. Fue el caso de los protagonistas de The Crown cuando se descubrió que Matt Smith recibía un cheque más elevado que Claire Foy aunque ella fuera la auténtica protagonista de la función. La presión en redes y los comentarios hicieron que Netflix rectificara.
Sin embargo, un estudio publicado por The Times muestra que existen otras formas de premiar a los hombres por encima de las mujeres, y es con el porcentaje de beneficios en taquilla, una medida reservada a las grandes estrellas que incluyen en sus contratos que se les de una parte del dinero que gane el filme si arrasa en salas. Según un estudio de la profesora de la Universidad de Carolina del Norte, Julianne Treme, los actores más exitosos piden de media que se añada a su salario el 12% de los ingresos en taquilla de la película. Por su parte, el porcentaje que añaden las estrellas femeninas es… 0. Ninguna actriz, según este informe, ha conseguido ese plus que conceden los estudios.
Treme ha contado al medio que, según su investigación, parece que los directores no quieren contratar mujeres bien pagadas, y que “las estrellas femeninas simplemente parecen no importar”. Los resultados de su estudio, puvlicados en la revista Applied Economics Letters, han analizado el éxito en taquilla de los filmes de Hollywood desde 1990 hasta la actualidad. El resultado es que los varones son considerados como activos para la inversión en un filme, y que se merecen recibir un porcentaje de los ingresos posteriores además de su salario habitual, mientras que las mujeres se conforman con la cifra apalabrada e inamovible. “Es desalentador saber que una estrella puede tener premios y éxitos, pero que eso no genera ingresos extra en taquilla por ser mujer. Aunque no me ha sorprendido del todo”, ha explicado con pesimismo en The Times.
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Este estudio se refuerza con los últimos datos ofrecidos por la revista Forbes, que todos los años elabora una lista de los actores y actrices que más dinero han ingresado por sus trabajos en Hollywood. La diferencia entre el primer hombre y la primera mujer es abismal. Mark Wahlberg, que lidera la lista masculina, recibió por sus películas 68 millones de dólares, 42 más que la primera mujer, que fue Emma Stone con 26 millones. Unas diferencias que se mantienen en los siguientes lugares del ránking demostrando que el machismo de Hollywood sigue latente.