Natalie Portman, una diva insoportable y alcohólica
La actriz interpreta al personaje más desagradable de su carrera en 'Vox Lux', una estrella del pop mimada y autodestructiva, con la que se critica la sociedad de la imagen.
5 septiembre, 2018 02:16Hay intérpretes que buscan siempre un nuevo reto. El más difícil todavía, o simplemente desaparecer en los rasgos de alguien opuesto a ellos. Natalie Portman lleva años en esa senda. Desde que su carrera diera un giro de 180 grados gracias a su papel de bailarina de striptease en Closer, ha medido cada paso hasta convertirse en una de las actrices que mejor eligen sus papeles. Por el camino llegó el Oscar gracias a Cisne Negro, y una nueva nominación por Jackie.
Ahora se aleja de la imagen de niña buena que ha perpetuado siempre con Vox Lux, el filme que ha presentado en Venecia y que ha dividido a la crítica. En la película de Brady Corbet da vida a una diva del pop despótica, mimada e insoportable que viste modelitos a lo Lady Gaga y se comporta como Britney Spears en sus peores momentos. Una crítica a los egos desmesurados de la industria de la música, que construye estrellas egoístas que tratan a todo el mundo con la punta del pie, incluido a sus familiares y amigos.
El filme también critica a la sociedad norteamericana, capaz de banalizar el sufrimiento y hasta comercial con él, ya que el personaje de Portman llega a la popularidad por cantar en el funeral de los asesinados en un tiroteo en su escuela pública. La maquinaria promocional (en forma de manager con los rasgos de Jude Law) y la fabricación de una estrella infantil centran la primera parte -y la más interesante-. Con 13 años una niña sale de su casa para convertirse en una máquina de vender discos gracias a la sexualización de su imagen y a perder su inocencia antes de tiempo. Las primeras fiestas, el alcohol, la droga, están presentes en un filme que aspira a ser un retrato de los últimos 30 años de historia en el mundo occidental, tal como ha explicado su director en la rueda de prensa del filme.
Vox Lux nace de “la época de ansiedad en la que vivimos”, y Portman cree que es una obra de arte que no quiere realizar un mensaje o un discurso sobre la violencia, sino hacer que la gente reflexione sobre todos esos temas sin darles la respuesta tomada. Eso sí, ha dejado claro que como mujer israelí que vive en EEUU, la violencia y su incremento en la actualidad, son temas que le interesan para los papeles que elige.
“Definitivamente me interesan las cuestiones sobre lo que la violencia provoca en los individuos. Soy de un país donde su gente ha sufrido durante mucho tiempo, y ahora en EEUU tenemos ese fenómeno que experimentamos regularmente que son los tiroteos en las escuelas. Es una especia de guerra civil y del terror que tiene un impacto psicológico en la gente. Un pequeño acto de violencia puede crear un amplio tormento psicológico”, aseguró.
Hay una gran diferencia entre el sistema de egos en el mundo de las estrellas de la música y en el de las estrellas de cine, porque en un rodaje no puedes tener a tu familia contigo
El personaje más desagradable de la filmografía de Portman contrasta con sus buenas formas en cada una de las respuestas que da a la prensa. Pese a todo nunca definiría a su personaje como “un monstruo”, y asegura que nunca la juzgó, algo fundamental para ponerse en la piel de Celeste, con la que incluso canta las canciones compuestas por Sia y baila unas coreografías imposibles en un final que roza lo kistch.
La lucha de egos es otro de los temas de Vox Lux, y para Portman el mundo de la música es donde más se dan estas peleas y este tipo de artistas tan insoportables. “Hay una gran diferencia entre el sistema de egos en el mundo de las estrellas de la música y en el de las estrellas de cine, porque en un rodaje no puedes tener a tu familia contigo, y eso se algo que se convierte en corrupto, como se ve en la relación con el personaje de Stacy Martin, porque se mezclan el amor y las relaciones comerciales. Esa vida de viajar y vivir juntos es muy diferente a lo que vivimos en el cine, donde no estamos un año en una autobús todos juntos”, ha zanjado.
Natalie Portman comenzó su carrera al Oscar en Venecia, donde se presentó Cisne Negro. Sin embargo la Copa Volpi se le resiste aunque volviera a ser favorita con Jackie. Para muchos Vox Lux es una nueva oportunidad de la actriz para llevarse uno de los pocos premios que faltan en su vitrina.