El Festival de San Sebastián tiró de refranero español para inaugurar su 66 edición. Hizo suyo eso de que “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” y se la jugó todo a una apuesta segura: Ricardo Darín. El argentino es uno de los mejores actores del mundo. Vale para un roto y para un descosido, y derrocha amabilidad y carisma en la Alfombra Roja. Para qué más. El actor se plantó frente a la prensa apenas una semana después de que falleciera su madre y a pesar de ello trató a todos con la simpatía que le caracteriza. Tampoco se arrugó ante ninguna pregunta.
El amor menos pensado, que es la película con la que ha abierto el Zinemaldia es una película -dirigida por Juan Vera- que se sostiene en los hombros de Darín y de su compañera de reparto, una pletórica Mercedes Morán. Ellos son una pareja de cincuentones a la que se le gastó el amor de tanto usarlo. Así que decide separarse, intentar descubrir otras emociones, reencontrarse con el sexo, aventurarse en el Tinder y otras peripecias que suenan divertidas pero de poca enjundia para abrir un certamen de clase A y que no deberían alargar el metraje hasta las dos horas y quince minutos que.
Ricardo Darín se preguntaba por qué la comedia romántica estaba tan denostada en nuestros días, y volvió a tirar de tópicos para jurar y perjurar que es más difícil hacer reír que llorar. Su teoría sobre la decadencia del género se explica en que la comedia “no se nutre de dos aspectos fundamentales de la cinematografía de los últimos 30 años que no se han modificado la forma de mirar, que son el montaje y los efectos especiales. Si nos fijamos, la dinámica de la edición se ha acelerado tanto que una escena de tres páginas de diálogo nos parece un anacronismo, necesitamos que todo pase rápido”, explicó.
También atajó, antes de que se lo mencionaran, la larga duración de El amor menos pensado: “Y luego está ese punto al que hemos llegado y necesito que alguien me lo explique, que la gente considera que si una película dura más de una hora y media es larga. Yo he visto películas de hora y veinte que se me han hecho pesadísimas y algunas de tres horas que ni miré el reloj. Aquí ocurre algo que no sé si tiene que ver con los señores de la distribución, de los que venden pochoclos que se han quedado con la torta de todo, que nos dictan las normas. Es injusto pensar que la comedia es de bajo nivel. Parece que sin edición y efectos especiales no vale, y es lo que le ha pasado a Hollywood, que se han quedado sin contenidos. A mí me gusta que me cuenten un cuento bien contado, y me parece injusto eso”, zanjó.
Darín siempre ha rechazado a Hollywood. Le han tentado muchas veces con ir y siempre ha tenido el no por respuesta. No le gusta la maquinaria de su industria, y siempre les lanza algún dardo, aunque esta vez les ha defendido como los creadores de las mejores comedias románticas de la historia. “Las buenas, de las que nos hemos alimentado aunque fueran de otras generaciones, y que son la base de otras son de Hollywood. Los ingleses hicieron buenas también. Depende de cómo se haga. Si tiene respeto y amor por el espectador o no”, apuntó.
La cultura universal ha sido apoyada sobre el ninguneo a la mujer, se la ha intentado apartar de las decisiones de peso sistemáticamente
Darín también habló del movimiento Me Too y del feminismo en la industria en el marco de un festival que firmará una carta por la paridad dentro de una jornada. El actor lo tiene claro, y sabe que como hombre debe entonar el mea culpa. “Todo lo que ha pasado es muy bienvenido como hombre, porque es injusto el ninguneo y la humillación a la que hemos sometido a la mujer desde tiempos inmemoriales, y eso necesitaba una válvula de escape. Es verdad que todas las movidas contrarrevolucionaria tienen que pasarse para encontrar su cauce, pero te lo digo por mi mujer, por mis hijas, por mi madre, por las mujeres que he conocido y por las que no he conocido, que si somos honestos, la realidad es así, la cultura universal ha sido apoyada sobre el ninguneo a la mujer, se la ha intentado apartar de las decisiones de peso sistemáticamente. Estoy de acuerdo más allá de algunos desmanes que tienen que ocurrir, porque para que se acomoden también tiene que pasarse”, subrayó.
También se refirió a algunos compañeros masculinos que se han “enfadado” y no les ha gustado este movimiento, y les deja claro que “como actores la única forma de estar al lado de ellas es con amor, si no, no vale estaremos haciendo la lectura equivocada y eso significará que no hemos aprendido nada”.