La actriz y cineasta Sondra Locke ha fallecido en Los Ángeles a los 74 años a consecuencia de un paro cardíaco derivado de un cáncer de mama y de huesos. Murió el día 3 de noviembre pero la noticia no se ha sabido hasta ahora, tras la divulgación de la página Radar Online.
Conoció a su gran amor y su gran terror, Clint Eastwood, en 1972, cuando se presentó al cásting de la película Breezy. A pesar de los escarceos del cineasta y de su fama de mujeriego, tres años más tarde comenzaron una relación sentimental -ya durante el rodaje de El fuera de la ley-. Por él, ella se separó de su esposo en 1978. A partir de ahí, se volvieron inseparables dentro y fuera de la pantalla: ojo a Ruta suicida, Duro de pelar, Bronco Billy, Impacto súbito o Any Which Way You Can.
Su romance acabó en 1989: en The Good, The Bad, and the Very Ugly, su biografía -no les pasará desapercibido el gran guiño al hombre que le reventó la vida-, relata sus experiencias con él. Y sus desavenencias. Confiesa cómo Eastwood la obligó a abortar dos veces y a ligarse las trompas -todo tras engañarla asegurándole que él se había practicado la vasectomía-. La despedida fue cruenta. Mientras ella acababa de rodar Impulso, el rudo cineasta ordenó cambiar las cerraduras de su casa y empaquetar todas las pertenencias de Locke. Ella recibió una carta donde le decía que no volviese al hogar. Al leerla, se desmayó.
Después de su separación, y gracias a las influencias y contactos de Eastwood, Locke fue marginada por la industria: ya nadie le hablaba. Ni siquiera el público la quería, porque no podían perdonarle que hubiese demandado al cineasta intocable.