Existen películas que se asocian a la navidad, que tienen el mismo espíritu que desprenden estas fiestas. Las cadena de televisión las han puesto durante años, y la gente ya no entiende que pasen estos días sin poder verlas. Ahí está Love Actually, o hasta la segunda parte de Los Gremlins, además de todas las que han hecho caja teniendo a Papá Noel como protagonista.
Pero entre todos los clásicos navideños hay un por encima de todo. Uno por el que pasan los años y sigue intocable en la memoria de todos los cinéfilos. Se trata de ¡Qué bello es vivir!, la película de Frank Capra en la que James Stewart recibe la ayuda de un ángel de la guarda que pretende evitar su suicidio mostrándole cómo hubiera sido la vida sin él. Todos los años se habla de ella, pero vamos a analizar las diez curiosidades que hay que saber del clásico más navideño.
1. La película no es una historia original, sino que se basa en una novela desconocida para el gran público. Se llamaba El mayor regalo (The greatest gift), y la escribió Philip Van Doren Stern en 1939, siete años antes de la película, aunque no fue publicada de forma privada hasta 1945. Stern fue un pionero en la autoedición, porque confiaba en su obra, y Hollywood acabó dándole la razón.
2. Sí, habéis leído bien, la película se estrenó en 1946 en todo el mundo… menos en España, donde hubo que esperar otros dos años. El 27 de marzo de 1948 sería la fecha elegida para el lanzamiento en nuestro país del clásico. El motivo, como el de la tardía fecha de casi todo el cine de Hollywood durante décadas, la dictadura de Franco impuesta tras la Guerra y las consecuencias del conflicto bélico, todavía latentes en la sociedad.
3. Si uno miro en casi todas las webs especializadas, aparece el nombre de tres guionistas Frances Goodrich, Albert Hackett y Frank Capra, pero hubo otros tantos que ayudaron, y bastante en el libreto. Uno de ellos fue Dalton Trumbo, que no aparece en los créditos anticipando lo que ocurría después, ya que en aquella época Hollywood ya había entrado en el ojo del Comité de Actividades Antiestadounidenses que perseguía a los artistas comunistas o de izquierdas. Trumbo fue parte de los llamados Hollywood Ten, guionistas que fueron apresados y metidos en la cárcel por negarse a dar nombres de sus colegas de profesión. Trumbo tuvo que firmar durante años con seudónimo ya que su figura estaba en la lista negra del gobierno. Fue Kirk Douglas el que le rescató con Espartaco.
4. Y hablando de guion, este contiene dos diálogos secretos que nadie conoce y que pocos han oído, aunque están en la película. Estas frases de dicen a través de una puerta al final de la escena en la que George le dice a Potter -en la oficina de Bailey-: “no puedes decir eso de mi padre”. George se va fuera de la oficina, y sólo si se sube mucho el volumen se puede escuchar la conversación al otro lado de la pared en la que Potter pregunta, ‘¿cuál es la respesta?’, a lo que Bailey contesta: “acabas de humillarme frente a mi hijo”.
5. Antes de Qué bello es vivir sólo había una forma de recrear la nieve en pantalla: pintar copos de maíz de blanco. Pero los copos hacían mucho ruido, y el diálogo y el sonido directo quedaba dañado, así que había que doblar posteriormente. Capra quería sólo sonido directo, así que se las apañó para crear una nueva forma de hacer nieve en el cine: usar espuma química de la que se usa para apagar fuegos, mezclada con agua; un producto que luego se echaba en el set mediante un ventilador. La revolución que supuso les valió un premio Oscar especial por su contribución técnica.
6. Sería el único Oscar que ganaría la película, aunque estuvo nominado a cinco premios de la Academia. Perdió todos. Tampoco le fue bien en taquilla (recaudó 3,3 millones y costó 3,7), donde se estrelló debido a la gran competencia en las semanas de su estreno. Fue posteriormente cuando se convirtió en un clásico.
7. Qué bello es vivir, la más navideña de las películas y llena de nieve y gente con abrigos y gorro, se rodó en medio de una ola de calor, de hecho en la escena del puente se puede ver a James Stewart llorando. Capra, de hecho, tuvo que parar el rodaje varias jornadas por la ola de calor.
8. El set de Bedford Falls, fue uno de los más grandes construidos hasta entonces para una película de Hollywood. Se recreó casi toda la ciudad, con 75 tiendas, edificios, y hasta un área residencial.
9. James Stewart no fue la primera opción para interpretar al protagonista. El proyecto fue desarrollado por otro estudio que quería a Cary Grant, pero cuando llegó Capra lo tuvo claro, Stewart sería George Bailey.
10. No sería la última vez que James Stewart le daría voz al personaje, ya que lo volvió a interpretar en una versión para la radio de una hora, emitida por la NBC en 1949.