Con Christian Bale nunca sabes lo que va a pasar. Puede que se haya despertado con mal pie y dé un discurso de diez segundos o como esta ocasión, te la líe parda en el escenario. El actor se quiso hacer el gracioso, soltó mil tacos y describió a los actores como "cabroncetes" que se dedican a lo que les gusta y a Dick Cheney como "satanás". Además, quiso subir a su esposa, que avergonzada dijo que no, para ver si se había dejado alguien el discurso.